Hace ocho días un juez de la República ordenó enviar a prisión, por segunda ocasión, a Luis Fernando Hernández Roqueme, quien viene siendo investigado por la Fiscalía General de la Nación por el abuso sexual a dos niñas de 7 y 6 años en hechos que ocurrieron en el corregimiento La Arena, en Sincelejo.
La noticia fue recibida con agrado por el padre de las víctimas debido a que Hernández hacía pocos días había recobrado su libertad porque el ente acusador dejó vencer los términos para realizar la acusación, sin embargo, los padres de las pequeñas reiteraron las denuncias y nuevamente fue capturado.
Por eso el padre de las víctimas –a quien le reservaremos su identidad para protegerlas a ellas - decidió romper su silencio y hablar con AL DÍA sobre los abusos sexuales que por varios años cometió Hernández Roqueme, esperando que con este relato la justicia actúe y esta vez no quede en libertad sino que sea condenado por los aberrantes hechos.
Un nudo en la garganta se le hace a este hombre al recordar lo vivido en su casa del corregimiento La Arena con Hernández Roqueme, a quien acogieron en su hogar cuando era muy niño, pues en su vivienda lo sometían a malos tratos, por lo que llegó a su casa para convertirse en su hermano de crianza, relación que fue como la de dos hermanos por 16 años.
Los problemas en este hogar llegaron cuando nacieron las niñas, corría el año 2012 y estas menores que tenían 6 y 7 años para esa época comenzaron a vivir un infierno en su propia casa sin que sus padres y demás familiares cercanos sospecharan de que Luis Fernando Hernández Roqueme se había convertido en la pesadilla de las niñas.
“Él se aprovechaba de la confianza que nosotros le depositamos porque para mí era un hermano de crianza, y cuando quedaba solo con las niñas las sometía a vejámenes sexuales, amenazándolas con que si contaban algo nos iba a hacer daño a nosotros”, narra el padre de las víctimas.
Pasaron los días, las semanas y los meses y los abusos a las pequeñas continuaron, pero el horror que ellas vivían comenzó a salir a flote cuando una de ellas se empezó a mostrar agresiva con Hernández Roqueme.
En su defensa por tal comportamiento el victimario decía que la niña era muy grosera y que algún día lo iba a meter en problemas, sin embargo, el padre de las víctimas dice que desde entonces empezó a sospechar que algo estaba ocurriendo cuando en el año 2014 una de las niñas presentó una infección vaginal y al ser llevada a un centro asistencial los médicos le informaron a sus padres que la pequeña tenía una enfermedad de transmisión sexual.
“En ese momento se me vino el mundo encima, nos vimos sorprendidos porque no sospechábamos que era nadie de nuestra familia. Una vez que la Policía de Infancia y Adolescencia se apersonó del caso ella se atrevió a romper su silencio y le comentó a la mamá que era mi hermano de crianza el que la estaba abusando, fue entonces cuando instauramos la denuncia en la Fiscalía General de la Nación”, cuenta el padre de las víctimas.
Después de esto Hernández Roqueme comenzó a notar la ausencia de la familia y sospechó que lo habían descubierto, pero su astucia fue poca y lo llevó a acercarse a la Fiscalía para ver si tenía alguna orden de captura, confirmándole entonces que lo iban a procesar por los delitos de acto sexual abusivo con menor de 14 años.
“Era un hermano para nosotros, yo le confíe a mis hijas, nosotros nunca lo confrontamos por recomendación de la Policía, pero uno siente impotencia. La ley no le permite a uno confrontarlo porque se le puede dañar la hoja de vida, pero en este caso sentí el apoyo de las autoridades y ahora le exijo a la Fiscalía que no permita que nuevamente esta persona salga en libertad y le pueda hacer daño a otros menores de edad”.
EL INFIERNO NO SE TERMINA
A pesar de que con la captura y enviada a prisión de Luis Fernando Hernández Roqueme se alivia en algo el dolor de esta familia, el drama continúa porque las pequeñas quedaron con secuelas de todos esos años de abuso sexual de los que fueron víctimas.
En medio de lágrimas y con un sentimiento de impotencia vivo en su interior, el padre de las niñas revela además que aunque ellas ya son adolescentes siguen recibiendo apoyo psicológico para superar lo que vivieron, pues es algo difícil de lograr.
“La niña mayor está muy marcada y es agresiva, vive deprimida, dice palabras que a uno como padre le duele escuchar todos los días. Hay noches en las que se despierta recordando los hechos y eso es una situación muy difícil para uno como padre, por eso mi consejo para los padres de familia es que desconfíen de todos y generen confianza en sus hijos para que estos les puedan contar las cosas. Espero que ningún papá en el mundo pase por lo que yo estoy viviendo”, dice el padre de familia que espera que Luis Fernando Hernández Roqueme pase muchos años más en la cárcel.