Dos indígenas wayuu fueron asesinados a bala
El doble homicidio se registró en zona rural de Maicao, La Guajira.
El pasado fin de semana en una reunión en la zona rural de Maicao le quitaron la vida a dos hombres de origen wayuu con proyectiles de arma de fuego y los familiares tomaron los cuerpos para darle sepultura de manera inmediata, sin darle oportunidad a las autoridades de iniciar los procesos de investigación, pues adujeron razones culturales.
Las víctimas del ataque fueron identificados como Miguel Antonio Jarariyú Jayariyú y José Manuel Fernández Jayariyú, ambos pertenecientes a la étnia wayuu y quienes al parecer eran los únicos hombres en la ranchería al momento de llegar los desconocidos
La comunidad Jurrale, donde se produjo el doble crimen, está localizada en la vía a Limoncito, zona rural de Maicao y es bien conocida por traficantes ilegales de combustible y otras mercancías que proceden de Venezuela en condición de contrabando. En esta zona es casi normal encontrar muchos peajes familiares, que son instalados por los dueños del territorio para cobrar por el paso de los carros en sus tierras.
La ranchería Limoncito, la misma que fue renombrada por los medios de comunicación nacionales y locales por haberse presentado en sus inmediaciones el secuestro del ciudadano Eduardo Diazgranados Márquez el día 2 del cursante septiembre, ahora vuelve a las primeras páginas, pero esta vez, como escenario de un hecho de sangre donde fueron asesinados los dos jóvenes wayuu.
Las autoridades, como siempre ocurre cuando se trata de muerte de indígenas, indicaron que no tenían información del caso, pero los allegados a la familia dijeron que el múltiple crimen se produjo el sábado 12 del cursante mes de septiembre y los homicidas fueron varios sujetos bien armados que además cubrían sus rostros.
Inicialmente se ha indicado que podría tratarse de una venganza entre los clanes indígenas como ha ocurrido en innumerables ocasiones, pero se afirma por fuentes más ponderadas, que habiéndose producido el doble crimen en una zona de tanto conflicto, no podía descartarse una retaliación en contra de los dos hombres o de otros miembros de la familia.
