Delincuentes balean a padre e hijo porque no se dejaron robar la camioneta
Las víctimas venían de Bogotá a conocer Barranquilla. El hecho ocurrió en la calle 17 con carrera 30.
Graves se encuentran dos turistas bogotanos, padre e hijo, tras ser baleados por dos delincuentes que intentaron atracarlos cuando se movilizaban con otros tres familiares en un vehículo por la calle 17 con carrera 30, barrio Rebolo.
El grupo familiar, conformado por Salvador Montana Mendoza, de 75 años; su esposa, su hijo Luis Antonio Montana Espinosa, de 32 años; otra hija y una nieta menor de edad, había llegado a Santa Marta el fin de semana pasado, y este jueves decidieron visitar Barranquilla con la finalidad de conocer la ciudad.
La intención de la familia era emprender viaje este viernes a Bogotá, donde residen, después de hacer turismo en Barranquilla.
Sin embargo, sus planes fueron frustrados por una pareja de hampones a las 12:30 del mediodía de ayer, cuando apenas ingresaban a esta capital.
Los turistas se movilizaban en un Chevrolet Onix, y cuando llegaron al semáforo de la calle 17 con carrera 30, dos sujetos se les atravesaron en la vía apuntándolos con revólveres.
Uno de los individuos intentó abrir las puertas del carro, pero no lo logró porque estaban con los seguros activados.
“Les gritaban que salieran, pero el conductor (Luis Antonio), puso en marcha el vehículo, fue allí cuando el hombre que estaba al frente del carro les disparó”, explicó un testigo.
Una bala alcanzó en el abdomen al joven que conducía el vehículo, mientras que su padre, quien iba a su lado, fue impactado por otro proyectil también en el abdomen.
VALIENTE REACCIÓN
A pesar de estar herido el muchacho actuó con serenidad. Aceleró el carro para salir del sector y buscar ayuda. Vio una patrulla de la Policía y les dijo a los agentes lo que acababa de ocurrir.
Los patrulleros los llevaron de inmediato a la emergencia del Hospital General de Barranquilla, mientras avisaban a la Central para que enviaran más patrullas a la zona para capturar a los dos delincuentes.
Luis Antonio y su padre Salvador Montana fueron intervenidos quirúrgicamente este jueves en el referido centro asistencial. Los demás miembros de la familia bogotana resultaron ilesos, pero presos de la desesperación por la amarga experiencia que vivieron por culpa del hampa.
Este no es el primer caso que ocurre en la calle 17, donde los delincuentes acostumbran, a cualquier hora del día o la noche, interceptar los carros particulares y los buses del servicio público para atracar a sus ocupantes.
Hasta la noche del jueves, la Policía no había capturado a los dos hampones que atacaron a los turistas bogotanos.