El turismo que se ha potencializado en Galerazamba, a raíz del fenómeno natural que se produce en las salinas rosadas, quedó restringido desde el pasado sábado.
La decisión fue tomada por el concesionario Cabrales Paffen, encargado de la exploración y explotación de la sal.
En sus razones, el gerente de la firma, Gabriel Cabrales, argumenta que el estado de deterioro en el que se encuentra el complejo de sal puede generar riesgo para los turistas.
“En la actualidad hay personas prestando el servicio de manera ilegal, ingresando por lugares no autorizados y contrariando las normas de seguridad”, dijo Cabrales.
El gerente también habló sobre los acercamientos que ha tenido con los operarios turísticos de este corregimiento de Bolívar, pero que han sido fallidos.
“De ser necesario buscaré apoyo policial, porque después del cierre siguen haciendo ingresos, sin tener en cuenta la restricción que se hizo en el lugar”, agregó el directivo.
A través de un comunicado, el concesionario señaló que “supuestos nuevos operadores” estarían agrediendo física y verbalmente a sus empleados.
El concesionario no descarta poner a funcionar el turismo en las salinas, pero asegura que lo harán de manera oficial con un registro que los acredite como operador para poder ofrecer un turismo sostenible sin que se deteriore el proceso de la sal.
Lo anterior, teniendo en cuenta que el objeto social de la compañía no contempla dentro del mismo ninguna actividad relacionada con el turismo.
También anunciaron que harán reparaciones en las vías con el fin de garantizar la movilidad de las maquinarias que trabajarán en el proceso de extracción de la sal para la producción del 2020.
Los reparos
La medida de cierre del área turística causó malestar entre los operadores turísticos de este corregimiento del municipio de Santa Catalina.
Para los nativos, la restricción afecta a más de 200 familias que dependen económicamente de esta actividad.
“Es un atropello contra nosotros, este concesionario no ha tenido responsabilidad social con la comunidad”, afirmó Gerson Estrada, representante de Safrogazamba, uno de los cinco operadores turísticos que funciona en el corregimiento.
De acuerdo con el representante y vocero de la comunidad, la decisión de cierre tendría relación con un desacuerdo que tuvieron con el concesionario por el valor de las entradas a las salinas.
Sin embargo, la prohibición no ha sido acatada por los operadores, ellos aseguran que seguirán ingresando personal a las salinas, hasta tanto el concesionario no tenga en cuenta los requerimientos de la comunidad.
“Nosotros seguimos teniendo el control de la entrada. Esta fue una decisión en la que no se nos tuvo en cuenta, nos enviaron un comunicado vía WhatsApp”, agregó Estrada.
Hoy a las 9:00 de la mañana, los operadores se reunirán en el parque principal para definir acciones sobre la situación turística del corregimiento.
Se reactivó el turismo
Fueron 43.500 turistas los que ingresaron en abril de 2019 a este corregimiento para apreciar un fenómeno natural que ocurría de manera normal en esta zona. Sin embargo, desde que se reactivó el proceso de las salinas en marzo, y con el auge de las redes sociales, el turismo en Galerazamba traspasó fronteras.
El concesionario
La Agencia Nacional de Minería adjudicó en agosto pasado a la empresa Cabrales Paffen S.A. la explotación y comercialización de las salinas de Galerazamba durante un periodo de 30 años.
El contrato contempla además que Cabrales Paffen promueva desde la base de las actividades propias de la explotación de la sal marina, actividades productivas, innovadoras y complementarias que beneficien a la comunidad de Galerazamba, aporten al desarrollo económico de la región y al crecimiento de oportunidades laborales para miles de familias.
Cabrales Paffen S.A., con domicilio en Cartagena y único proponente, comenzó actividades en La Guajira en 1.990 para la distribución de sal en el mercado de la Costa. Su representante legal es Gabriel Enrique Cabrales Paffen.