Cayó violador en serie que usaba su taxi para atrapar a sus víctimas
Mientras esperaba a quien atrapar, fue capturado por las autoridades.
Un taxista en Santa Marta fue capturado por abusar sexualmente de varias mujeres quienes le solicitaban de su servicios. El hombre aprovechaba su labor para cometer sus fechorías.
Se trata de José Alberto Yepes Ariña, de 21 años, quien realizaba actos sexuales mientras conducía el vehículo. Las autoridades aseguraron que el individuo solo le hacía carreras a mujeres, a quienes llevaba hasta un lugar desolado en donde además las maltrataba físicamente y las amenazaba con asesinarlas si lo denunciaban.
Las víctimas en su mayoría eran menores de edad, así lo confirmó la coronal Sandra Vallejos Delgado, comandante de la Policía Metropolitana de esta ciudad.
Asimismo expresó que “hicimos unas indagaciones y de acuerdo a todos las pruebas, tenemos conocimiento de otras personas afectadas, quienes han puesto querellas contra este sujeto. Sobre este caso podríamos estar hablando de un violador en serie”, dijo la oficial.
EL OPERATIVO
La captura fue realizada en la calle 71, con carrera 71, del barrio Once de Noviembre, al oriente de la capital del Magdalena.
José Alberto, oriundo de Riohacha, La Guajira, se encontraba trabajando en su taxi de placa TZV-342, al parecer esperando a su nueva víctima, cuando fue interceptado por los uniformados de la Seccional de Investigación Criminal, Sijín de Policía Metropolitana de Santa Marta.
En vía pública le notificaron que era requerido mediante una orden de captura emanada por el Juzgado Quinto con Funciones de Control de Garantías por haber incurrido en el delito de acto sexual violento.
La detención de este individuo se dio gracias a la oportuna denuncia de una de las víctimas, por lo que los investigadores judiciales adelantaron las indagaciones y lograron estalecer que existen más mujeres abusadas. “Necesitamos que las personas que fueron maltratadas por este taxista denuncie para que recaiga sobre él toda la justicia”, finalizó diciendo la coronel Sandra.
Por: Victor Escorcia Jiménez
