El excomandante de la Policía en Soledad y Malambo, el mayor Hermes Martín Arellano Chamorro, el teniente Eduardo Enrique Durán Albor y el intendente Calazán Berrío Hernández, fueron capturados por las autoridades tras una investigación que los vincula a una presunta apropiación de recursos.
La diligencia se realizó bajo la Operación Dignidad, coordinada por la Fiscalía Primera Seccional EDA de Barranquilla. Las capturas, solicitadas mediante orden judicial de fecha 29 de agosto de 2018 por el Juzgado Tercero Penal Municipal de Barranquilla, se desarrollaron en la capital del Atlántico, el municipio de Malambo y en Bogotá. Los tres detenidos están señalados de los delitos de concierto para delinquir, falsedad en documento privado y peculado por apropiación.
Según la investigación, los funcionarios se habrían apropiado de forma irregular de recursos destinados al programa de asistencia inicial de la Ley de Justicia y Paz. Arellano Chamorro estuvo para 2016 al frente del Distrito 6 de la Policía, zona que cubre la vigilancia de los municipios de Soledad y Malambo. Casualmente, el intendente Calazán Berrío está adscrito actualmente a la Estación de Policía de Malambo.
POLICÍAS FORMABAN EN ESTACIÓN Y LOS DETUVIERON
Por presuntamente permitir que una persona fuera asesinada en Galapa, agentes de la Dijín capturaron en la madrugada de este jueves a tres patrulleros activos de la Policía Metropolitana de Barranquilla.
Dos de los arrestos se dieron en la estación de Policía de ese municipio y la tercera en la residencia del otro uniformado. Los uniformados capturados responden a los nombres de Jorge Junior Luis Cassiani, Galys Alfredo Valle Sánchez y Gilberto Junior Arteta Gutiérrez, este último, quien se encontraba de vacaciones, fue aprehendido en su vivienda del barrio Las Gaviotas, de Soledad. Los patrulleros tenían orden de captura vigente por los delitos de homicidio y concierto para delinquir, expedida por el Juzgado Tercero Penal Municipal de Barranquilla.
De acuerdo con las investigaciones, el pasado 27 de marzo fue asesinado en las inmediaciones de la cancha de la urbanización Villa Olímpica, en Galapa, Rafael Antonio Pérez Palma, quien al parecer fue citado en ese sitio por una mujer para que un sicario lo asesinara y posteriormente huyó con el pistolero en una motocicleta.
Según lo señalado por las autoridades, los uniformados habrían permitido el homicidio de la víctima ya que en el momento del hecho no patrullaron ese sector como lo deberían haber hecho y no suspender sus labores sin autorización alguna.