Un fanático del Junior de Barranquilla fue asesinado de una puñalada en el corazón, además de golpes en la cabeza y las costillas, después de ser agredido por cuatro supuestos integrantes de la Garra Samaria Norte, barra brava del Unión Magdalena.
El incidente se registró a las 3:00 a.m. de ayer en el barrio Santa Cruz de Santa Marta. La víctima respondía al nombre de Luis Alberto Domínguez Manjarrés, de 37 años, natural de Soledad (Atlántico), quien residía en el barrio Brisas de Los Nevados y trabajaba como albañil.
MUERTE POR INTOLERANCIA
La comandante de la Policía Metropolitana de Santa Marta, coronel Sandra Vallejos Delgado, calificó el crimen como un acto de intolerancia y recalcó que una rápida intervención de sus uniformados terminó con la captura de Aris Adrián Pedrozo Bertel, de 21 años, William Alfredo Arenas López, de 20, Juan Carlos Ramírez López, de 23, y Camilo Andrés Rojas Blanquiceth, de 21.
Camilo Andrés Rojas Blanquiceth, de 21, sindicado de agresiones personales. Juan Carlos Ramírez López, de 23 años, supuesto integrante de la Garra Samaria. Aris Adrián Pedrozo Bertel, de 21 años, uno de los capturados por la Policía ayer. William Alfredo Arenas López, de 20 años, permanece en los calabozos de la URI.
“Fue una pelea entre personas que estaban departiendo y terminaron en discusión por los partidos de fútbol, jugó Junior, la víctima tenía su camiseta y eso fue punto de quiebre para iniciar la pelea, según testigos”, dijo la oficial.
LO QUE PASÓ
Según el reporte de las autoridades, Luis Domínguez departió junto con amigos después de ver el partido de Junior, que empató 1-1 con el Chicó F.C. en el estadio Metropolitano. Cuando caminaba por la calle principal del barrio Curinca fue interceptado por los barristas del Ciclón Bananero. Uno de los detenidos le clavó el puñal a la altura del escudo del equipo tiburón.
Después de quedar malherido sobre la vía principal, fue trasladado hasta la sala de urgencias de la Clínica Los Nogales, en donde ingresó sin signos vitales.
La inspección judicial estuvo a cargo de la Sijín de la Policía, mientras que los jóvenes fueron judicializados por agresiones personales y homicidio agravado.
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