No queda la menor duda de que Lorenzo Pérez Bueno le había perdido sentido a la vida, yque su afán era marcharse pronto de este mundo por voluntad propia, pagando el mismo su boleto.
Por eso optó por el suicidio, y para que no hubiese la mínima posibilidad de fallar en el intento utilizó tres métodos distintos, todos letales:se bebió la totalidad de un frasco de veneno para ratas; enseguida, con un bisturí, se hizo unos cortes profundos en las muñecas de ambas manos; y selló finalmente su pasaporte a la muerte disparándose un balazo en la cabeza, con un revólver calibre 38 corto que quedó tirado junto a su cadáver.
Este es el revólver que uso el hombre para suicidarse | Foto: Al Día
El escenario de este curioso caso, sin antecedentes en la ciudad por su forma de ejecución, ocurrió en el parque Santander, carrera 54 con calle 65, norte de Barranquilla.
El cuerpo exánime de Pérez Bueno, de 48 años, fue hallado aproximadamente a las 7 de la mañana de ayer por estudiantes y empleados que cortan camino por allí para llegar a sus lugares de actividades. En el sitio se escucharon dos versiones sobre los momentos que antecedieron al suicidio: una, que vieron a Lorenzo Pérez Bueno hablando, o más bien peleando por celular, con al parecer una mujer. La otra es que estaba con una mujer en el parque, pelearon y esta se fue dejándolo solo en una banca, muy abatido. Fue entonces cuando puso en marcha el plan suicida.
El cuerpo del hombre quedó tendido sobre las plantas del sitio de recreación. Tal vez las causas del extraño suicidio, que en la mañana de ayer rompió la cotidianidad de un sector de Barranquilla, donde por lo general “nunca pasa nada”, se conozcan hoy, cuando los familiares de Lorenzo Pérez Bueno lleguen a Medicina Legal a retirar su cuerpo.