Con el pulso tembloroso y sobre cemento gris, Luz Divina Cabarcas plasmó en la bóveda 1853 del cementerio Universal el nombre de su hija Gabriela Romero, la joven de 18 años violada y asesinada por Levith Rúa, ‘la ‘Bestia del Matadero’.
“¡No merecías esto!, perdóname por cualquier cosa. Te amo mi amor chiquito”, sollozó Luz luego de que el ataúd de su “flaquita” entró en su última morada.
Más de 70 personas acompañaron el sepelio de Gabriela, la estudiante del Sena. El acto inició con un homenaje póstumo en Medicina Legal y continuó en caravana fúnebre hasta el camposanto.
A las 11:45 a.m. marchó dentro del Universal una corta, pero sentida procesión, la cual se detuvo en la calle 18, bóveda 53. “Amigo tú, amigo yo. Perdóname si te he fallado”, fue un fragmento de la canción del artista Alex Campo entonada por los compañeros de estudios de la fallecida.
“No la quiero dejar sola, ¿quién me la cuidará?”, exclamó Luz Divina con el último soplo de aliento dentro de su alma. Minutos después se volvió a desmayar, como ocurrió horas antes en Medicina Legal mientras gestionaba los trámites del reconocimiento del cadáver.
‘LEVITH MERECE SER CASTRADO’
Luz Divina Cabarcas se pronunció sobre la suerte que le espera a Levith Rúa, el asesino de su hija Gabriela. “Que al menos 60 años de cárcel, si se pueden más años, que así sea”.
A Cabarcas le cuestionaron sobre la posibilidad de perdonar a Rúa. “No puedo perdonar al que secuestró, violó y asesinó a mi hija”.
Luz, de semblante destrozado, saca fuerzas de cualquier lado para gritar que su chiquita fue valiente, a pesar que quizá eso fue lo que causó su muerte.
“Él la mató porque le dio impotencia que esa flacuchenta le peleó hasta lo último, porque se le paró a un hombre tan cobarde”, precisó Luz. “A Levith ni la pi$&# debe servirle, porque tenía que violarlas pues no es capaz de enamorar”.
Hoy, a las 5 p.m. en la iglesia Santa Marta de Simón Bolívar, ofrecerán una misa a la memoria de Gabriela. “Espero que vayan con camisas blancas y que las mujeres se pinten los labios de colores, como le gustaba a mi hija”, finalizó Luz.