¿Qué Pasa?

Álvaro trató de evitar un atraco y entre dos ladrones lo golpearon hasta matarlo

El hombre trabajaba como albañil.

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La última vez que Álvaro Luis Barrios Bernal regresó a su casa fue la madrugada del pasado 10 de octubre. Llegó cojeando y pidiendo auxilio por el dolor que sentía en su cuerpo. Dos atracadores le habían propinado una salvaje golpiza en un andén de la calle 82C con carrera 27,

barrio Me Quejo

, cuando acompañaba a una vecina hasta su casa.

“Llévenme, no me dejen morir, me duele todo”, imploró el hombre a amigos y conocidos con los que había estado bebiendo durante la noche. Sus manos tocaban la parte izquierda de la espalda, mientras su delgado cuerpo empezaba a hincharse. Lo llevaron al Hospital La Manga y luego lo trasladaron a la Clínica Vidacoop.

Hace siete días fue remitido a la

clínica El Prado

, centro asistencial en el que falleció a las 3 de la tarde del martes. Según los médicos, Barrios , de 57 años, no resistió las múltiples lesiones en el cuerpo, tres costillas fracturadas y un pulmón perforado causados por la brutal paliza. Por este caso, sus familiares denunciaron la agresión ante la Policía.

LOS HECHOS

A las 7:30 de la noche del 9 de octubre, Barrios Bernal, albañil de oficio, comenzó a beber con amigos en una esquina del barrio. De acuerdo con un familiar, que pidió reserva de identidad, era usual que bebiera, pero siempre le advertían de los peligros que traía consigo la noche, la calle y los amigos de lo ajeno.

Pasada la medianoche una vez finalizada la jornada laboral, una vecina que administra un negocio de comidas rápidas en el barrio le pidió al albañil que la acompañara hasta su casa. El hombre volvió a su hogar por unas chancletas, pero una de sus hijas le aconsejó que no fuera y se quedara. Barrios Bernal decidió irse descalzo.

Según el relato de uno de los vecinos,la mujer les ofreció 40 mil pesos que llevaba consigo para que se detuvieran. Estos cogieron el dinero, le ordenaron a la mujer que se fuera y después de unos minutos dejaron de golpear al albañil.

Con las fuerzas que le quedabanregresó a pedir auxilio a sus amigos.

Álvaro tenía cuatro hermanos y era padre de siete hijos.Hace algunos años fue conductor de bus.