Darío Raggio, representante legal de la finca avícola donde ocurrió el robo de más de 20 mil gallinas, en la vía que comunica a Repelón con Villa Rosa, sur del Atlántico, narró a Blu Radio que, durante el hecho, el personal de seguridad del lugar hizo más 100 llamadas a la Policía para
controlar a la turba que desde el 23 de diciembre amenazaba con entrar.
“El asalto empezó el 23 por la tarde. El encargado de seguridad me llama para decirme que
estaban entrando y las estaban sacando en los mismos sacos de alimentos. Desde ese momento se empezó a llamar a la Policía. El 24 por la tarde ingresaron nuevamente y partir del 25 fue el caos y la situación empeoró el 26, 27 y el 28. Invadieron todos los linderos”.
Raggio contó que, en medio de la desesperación, llamó a todos los números de emergencia; no obstante la respuesta que recibió era que debía llamar a la seccional de la Policía de su jurisdicción.
“Marqué al 112 y al 147, me contestó el Gaula y me dijo que debía llamar a la seccional de mi zona porque no tenían autoridad ni jurisdicción. Hay más de 100 llamadas a la Policía, pero me mandaban de un lado para otro, mientras que los funcionarios de Repelón lo único que decían era que tenían una patrulla para tres corregimientos. Hasta yo me compadecí. Hicieron todo lo posible para evitar el robo”, contó.
Añadió que aunque la Policía hizo presencia en la finca “solo era una motocicleta y dos uniformados que sudaron la camiseta”.
El empresario, de nacionalidad argentina, relató que los asaltantes se escondían entre los matorrales y apenas veían que los uniformados se alejaban, salían con machetes y hacían disparos con armas caseras y escopetas. "Ya no importaban las gallinas, sino evitar una tragedia", dijo.
Ante la denuncia del alcalde del municipio de Repelón, Wilfrido Romero, quien asegura que esta empresa avícola operaba de manera ilegal porque no tenía registro ni en la alcaldía y la secretaría de Desarrollo, y que los animales estaban en mal estado, el representante legal afirmó que estas declaraciones son falsas.
“Es una empresa registrada que tenía domicilio en la Cartagena. No somos evasores, el galpón se armó en marzo y las gallinas se compraron en noviembre, me sorprenden las declaraciones del alcalde; tenemos nuestra contabilidad al día”, dijo Riaggio.
Sobre la versión que estaban vendiendo las gallinas a 4 mil pesos, también sostuvo que no era cierto. “Pese a la situación económica por la pandemia y que no podíamos vender el producto como quisiéramos, no es cierto que estábamos vendiendo las gallinas a 4 mil pesos”.