Un repudiable hecho de maltrato físico y sicológico ocurrió en el municipio de Madrid, Cundinamarca. La Policía
rescató a un niño de 4 años que había sido amarrado a una cama por su madre y padrastro.
Vecinos, alertados por las voces de “auxilio” del pequeño, dieron aviso a las autoridades, quienes llegaron a la vivienda y encontraron la dolorosa escena del niño atado de manos y pies dentro de la habitación.
“Tatán me regaña”, dijo el menor con su inocente voz, cuando uno de los uniformados empezó a cortar las cuerdas.
El policía le preguntó quién lo golpeaba, a lo que el niño respondió “Tatán”, refiriéndose a su padrastro.
Las marcas no solo estaban en las manos,
en su rostro, el infante también tenía signos de violencia.
El menor fue puesto a salvo y las autoridades capturaron a la madre biológica y al padrastro. Estos argumentaron que habían recurrido al “castigo
”
, porque el niño era "muy inquieto".
Según los vecinos, el niño tampoco recibía alimentos, por lo que eran ellos mismos quienes lo alimentaban.