Durante una hora el juez primero de causas mixtas con funciones de conocimiento de Soledad, Robinson Gómez, esperó en el estrado judicial la llegada de Lebith Rúa, el sujeto conocido como ‘la Bestia del Matadero’.
A las 11 de la mañana, cuando se supo que no sería trasladado desde la cárcel de Alta Seguridad de Valledupar, se dio inicio a la audiencia preparatoria contra este procesado. Los cargos son secuestro, robo y abuso, del que fue víctima una joven venezolana de 17 años.
Fueron 14 las pruebas que la fiscal novena de la seccional Caivas de Soledad, Dayana Vizcaíno, presentó ante el juez. 10 fueron aceptadas, y negadas. La representante del ente acusador y la abogada de víctimas apelaron la decisión de no incluirlas de cara al juicio. Se trata de dos pruebas de ADN que la fiscal no había reseñado en el escrito de acusación, y que apenas presentaba en la audiencia de ayer.
La fiscal Vizcaíno mencionó los informes forenses, pero, a consideración del juez, no sustentó debidamente cómo ayudarían a determinar la culpabilidad de Rúa. La decisión de la apelación estará en manos del Tribunal Superior de Barranquilla. Los magistrados determinarán si fue suficiente la argumentación de la Fiscalía. Una vez se tome esta decisión, el juez Gómez fijará fecha para el juicio oral.
QUEJA CONTRA EL INPEC
Para la diligencia no era necesaria la presencia de Rúa, no obstante, el juez había requerido al complejo carcelario de que lo trasladaran, y por esto presentó una queja ante los funcionarios del Inpec que deberán responder por la ausencia del procesado.
En representación del detenido estaba su nuevo defensor público, Hernando Arraut Pacheco, el tercero en este proceso. El pasado, Víctor Ríos, renunció luego de ser víctima de amenazas por parte de su cliente. Además, lo denunció ante las autoridades.
Arraut pidió la palabra para hacer claridad de que solo estaba asignado a Rúa en este proceso pues el expolicía requirió nuevamente los servicios de la Defensoría para otros procesos que se encuentran abiertos en su contra.
Algunos de estos casos fueron mencionados durante la diligencia que se llevó a cabo el pasado 13 de junio en Barranquilla, en la que la fiscal Faysuli Montes presentó como testigos para el caso por el homicidio de Gabriela Romero, a nueve víctimas.
En la audiencia de ayer, la fiscal Vizcaíno explicó que esas imputaciones que nacieron de las denuncias que han recibido en contra de Rúa se harían próximamente en el Palacio de Justicia de Soledad. Luis Torres, padre de la joven venezolana que presentó el denuncio estuvo presente durante la audiencia, y dijo: “Mi hija está mejorando”.
El hombre, que se dedica a la carpintería, asistió por primera vez para presenciar cómo iba el proceso. En una charla con este medio comentó que su hija se encuentra mejorando después de lo ocurrido gracias al apoyo psicológico que le han brindado. “La Gobernación le ofreció una beca y ella me ha dicho que quiere estudiar psicología”, contó.
EL DRAMA
La familia Torres residía en Islas Margarita, en donde vivían del sustento del taller de carpintería del padre. Tras la difícil situación económica del vecino país, tuvo que cerrar el negocio y en compañía de su esposa y dos de sus tres hijos vino a Barranquilla hace un año.
Tanto Luis como su esposa se habían dedicado a oficios varios. Su hija, de 17 años, había conseguido trabajo en la peluquería de una tía para ayudar en los gastos del hogar. El 13 de diciembre, a las afueras de este establecimiento situado frente del Estadio Metropolitano, Lebith Rúa habría apuntado con un arma a la adolescente de 17.
Según la versión que maneja la Fiscalía, la montó en un carro negro y la llevó hasta una trocha entre Malambo y Caracolí, donde le robó sus pertenencias y abusó de ella en repetidas ocasiones.