Existen hechos insólitos que han perturbado la tranquilidad de una familia, dejándole una huella imborrable. El solo intentar encontrarle explicación a estos escalofriantes casos puede crear una extraña conexión con el mundo espiritual o de algo aún más oscuro, tal como le ocurrió a la familia Santillana, un hogar guajiro que empezó a sufrir un serie de fenómenos nocturnos al parecer por fuerza demoniacas.
“Éramos una familia alegre hasta que una noche de junio del 2001 todo se tornó oscuro por los ataques demoniacos que se daban cada vez que el sol se ocultaba”, cuenta Raquel, hija menor de la familia. Ella relata que esa primera noche se despertó a las 2 de la madrugada por los gritos desgarradores de sus hermanos.
Rafael, el mayor, también se mostró muy asombrado al verse amarrado con cuerdas en los pies y muñecas.
“Escuché los gritos y también intenté pedir auxilio, porque estaba atado a la cama. A mis hermanos también les pasó lo mismo, no teníamos explicación a lo sucedido, empezando de esta forma nuestro martirio nocturno”.
Agregó que tres días después de ese suceso las camas empezaron arder creando una gran histeria en la familia.
Recuerdan que cada noche era un hecho diferente, apareciendo al día siguiente objetos en otras posiciones alrededor de la casa, hasta que buscaron ayuda espiritual.
Armando Santillana, junto a su esposa Emma, viendo que su hogar era atacado por una fuerza sobrenatural trataron de buscar solución en guías de diferentes religiones que hicieron lo propio para liberar la casa del ente maligno que la atacaba.
A la vivienda llegaron curas que rosearon agua bendita, pastores protestantes haciendo liberación, brujos o espiritistas realizando limpiezas o expulsión de esta fuerza maligna, pero los hechos seguían ocurriendo en esta edificación. Cuenta Armando Santillana que después en una noche lluviosa vería ese mal con sus propios ojos.