Expuesto. Así quedó Bhagwant Mann, el primer ministro del estado de Punjab, en India, quien quiso demostrar que el agua de un río sagrado era "totalmente pura".
Con ese propósito tomó un vaso de vidrio, lo llenó hasta el tope y bebió todo el líquido, siendo aplaudido ante la presencia de otros políticos del país asiático, que admiraron la gestión desarrollada por el mandatario, quien consumía la bebida en una aparente muestra de confianza ante su gestión.
Minutos después, el mandatario comenzó a sentirse mal y debió ser llevado de emergencia a un centro asistencial, al que fue llevado en helicóptero.
Aunque el incidente no pasó a mayores y sus representantes intentaron justificar todo con un “chequeo de rutina”, el primer ministro ha sido blanco de burlas y críticas.