Historias

Yamiro Marín revela sus secretos champetúos

El productor pionero de la champeta habla sobre la evolución del género.

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“Entre las dificultades se esconde la oportunidad”. Esta frase del físico alemán Albert Einstein casa a la perfección con la vida del reconocido productor musical Yamiro Marín Arias pionero en hacer champeta en estudios de grabación.

El gestor de éxitos indiscutidos como La suegra voladora del Sayayin y Busco alguien quien me quiera, de El Afinaito, en 1992 cuando integraba el equipo del picó Rey de Rocha, se vio obligado a grabar canciones similares a las que hacían los músicos africanos. “Los proveedores de temas exclusivos nos bloquearon porque el picó comenzaba a dar pasos gigantes, así que debido a esa dificultad me decidí a producir covers de temas africanos de la mano de Hernán Hernández y Rafael Chávez con quien armé el grupo Kusima. Salimos con temas como El guete y El Mandela. Luego hicimos La segueta que pegó bastante en Barranquilla y comenzó a crecer nuestra fama, consolidándonos con El salpicón que fue un batazo a nivel regional, convirtiéndose en la Canción del Carnaval de 1995”, explicó en dialogo con AL DÍA el cartagenero de 50 años.

Pero Yamiro no estaba aún satisfecho con su proyecto, sabía que podía dar más y por eso convocó a nuevos artistas para liderar el movimiento que se conoció como terapia criolla al que pertenecieron figuras como Álvaro El Bárbaro con su éxito El vacile del pato; Elio Boom con La turbina (vendió 60.000 copias) y Melchor con El gago. “Esos fueron los primeros artistas en cantar temas inéditos a ritmo de champeta. Eso gustó mucho y de ahí en adelante nos convertimos en los reyes de las emisoras y los picós. Ya no era solo Rey de Rocha la máquina que sonaba nuestras producciones, sino todos los picós de la costa, fue una época dorada”.

La bonanza champetera siguió hasta inicios del nuevo siglo con artistas como El Sayayin y El Afinaito con quien Yamiro produjo los dos primeros temas champeteros que logran conquistar todo el país y trascender también al exterior. “Me fue muy bien, al punto que creé mi productora Rocha Disc, que tiene 24 años de funcionamiento. Yo tengo un oído muy fino, he viajado por Sudáfrica, Francia y Portugal en búsqueda de nuevas sonoridades y todas esas ideas me permitieron desarrollar mis proyectos y consolidar así la champeta y llevarla a las grandes disqueras”.

“Como productor me he dado cuenta que en nuestro género lo que prima es la melodía y no la letra, fíjate que aquí ponen El Akien o Salud Salud y se paran a bailar enseguida sin importar en absoluto lo que dice la letra. Sin embargo, quise poner a la gente a cantar en español mientras se deleitaban con una buena descarga de guitarras y bajos.Soy el primer productor que grabó champeta, eso no me lo quita nadie”, agregó Marín.

El genio detrás del éxito de los grandes champeteros también tuvo su época mala en el 2.000 cuando comienza a darse la piratería. “El negocio no fue tan rentable, se vendían muchos CD ‘quemados’, esto me afectó mucho como productor, me quedé cuatro años cesantes, tratando de buscar otros negocios para poder capitalizarme. Me dediqué a vender ropa, afortunadamente me pude estabilizar y retomé mi pasión por la música, esto ha tenido muchos altibajos”, precisó.

Por su parte Noraldo Iriarte, conocido como ‘Chawala’, indicó que si hay alguien al que se le debe reconocer la fama de la champeta es a Yamiro. “El Sayayin, El Afinaito, Mr. Black, buscaron productores en Bogotá y consiguieron que la Sony les grabara sus discos, pero el impulsor de estos artistas fue Yamiro, eso es indiscutible”.

SAYA Y AFINAO FUERON ÚNICOS

Por las manos de Yamiro han pasado voces como las de Viviano Torres con quien hizo el súper hit La vuelta, Charles King, Mr Black, El Encanto y Louis Tower. Sin embargo, a quienes les tomó un cariño especial fue a los difuntos Sayayin y El Afinaito. Sobre ellos compartió algunos recuerdos sobre la creación de sus éxitos y también de la manera de ser de estos dos grandes champeteros.

“La nubecita el tema que sacó a flote al Sayayin fue creado en un día. Él me mostró la idea en el estudio y a mí me pareció muy interesante, no lo pensé dos veces y le dije que eso había que grabarlo de una.

Con el guitarrista Luis García hicimos los arreglos y eso quedo listo en un solo ‘tiro’. Uno antes esperaba hasta un mes para sacar un tema luego de producirlo, pero La nubecita la estrenamos al día siguiente en el Rey de Rocha convirtiéndose enseguida en éxito y hasta el sol de hoy se escucha. Eso le permitió al Saya despegar a nivel nacional”.

También destacó la calidad vocal del artista cartagenero cuyo nombre de pila era John Jairo Sayas Díaz.

“Era muy afinado, también brilló porque era capaz de crear letras magnificas, era un tipo muy versátil”.

Sobre su manera de ser destacó su buen sentido del humor. “Desde que nos subíamos al bus hasta la presentación eso eran chistes tras chistes, a uno se le salían las lágrimas de tanto reírse. Nunca lo vi rabioso, era muy tranquilo. A veces paraba la grabación para echar un chiste, me decía ‘patro’ pare aquí y tiraba su cuento (risas)”.

“Apenas le pagaba enseguida compraba cinco pares de zapatos Adidas y Nike, esa fue siempre su obsesión”, agregó el compositor de temas como El viejo zorro, El reemplazo y La mosquita muerta.

Acerca de Sergio Liñán, El Afinaito, contó que le dio la base para crear su tema bandera Busco alguien quien me quiera. “Una prima que había estado en San Andrés escuchó el tema Congo mama, llamé a un amigo en la isla y me la envió. Decidí hacerle un cover, así que con Luis García creamos toda la pista y se la propuse al Afinaito que era un tremendo compositor y decidió grabarla. La empezamos a sonar un mes en El Rey de Rocha y se convirtió en un batazo por toda Colombia”.

“Saya y Afinao fueron únicos, ellos en 2003 me pidieron permiso para irse a grabar con Sony Music, les dije que lo hicieran porque era una gran oportunidad, pero resulta que no pegaron un solo éxito, no se consolidaron, pienso que tuvieron un retroceso y después volvieron para seguir con nuestra esencia”.

AL YONKY SE LO ARREBATARON

Otro de los talentosos del género que descubrió fue el también difunto John Gutiérrez, El Jonky, a quien le escuchó grabar su primer tema Golpe al corazón. “Le pedí el número de cédula para hacer el contrato de exclusividad con mi empresa, le entregué los papeles y un anticipo de un millón 500, luego él fue a Geminis Music de Humberto Castillo, quien se dio cuenta del contrato y le ofreció el doble, aduciendo que si yo lo pretendía firmar era porque tenía talento y me lo arrebató”.

DE REGRESO

Luego de los altibajos que ha tenido la champeta, Yamiro Marín quien tiene un catálogo de 1.500 canciones registradas está de vuelta con jóvenes talentos como Raymon y Jayder, con este último hizo un homenaje al Yonki. “Antes era mucho más fácil pegar una canción, ahora hay muchos artistas y agrupaciones. Hay una competencia internacional, las plataformas digitales han disparado el negocio y hay que valerse de ellas, y de las redes sociales para calar en la gente”, afirmó.

Por último indicó que si bien hay nuevas plataformas, es indispensable apelar a la esencia del género para seguir gustando. “Se están olvidando de las guitarras que es lo primordial en este género, hay que meterle esa sabrosura para que se sienta que están bailando champeta, porque los pelaos de ahora se vuelven es puro teclado”.

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