Violencia sacude a mujeres del Atlántico: 10 asesinatos en menos de dos meses
Las autoridades asocian el 80 % de los casos a confrontaciones entre grupos criminales por las rentas del microtráfico. Solo dos hechos podrían estar relacionados con feminicidios.
El cadáver de una mujer con signos de violencia encontrado el pasado lunes de Carnaval, en el sector de Villa Saco, en el corregimiento LaPlaya de Barranquilla, se trataría de la décima víctima fatal de una ola de violencia que ha sacudido a este género en el departamento en apenas mes y medio que ha transcurrido de este 2024.
Las intenciones de un gran combo de moradores de la calle 20 con carrera 6, de ese sector más popularmente conocido como Villa Saco, de ir a bañarse al mar fueron interrumpidas por las secas palabras de un grupo de pescadores que colgaban en sus hombros el fruto de su arduo trabajo.
“No vayan para allá que hay una muerta tirada”, fueron las palabras que en vez de atemorizar avivaron la curiosidad de dicha agrupación de personas que no dudó ni un segundo en caminar los 20 metros que los separaban del segundo cadáver femenino encontrado en los últimos cuatro días en el área metropolitana barranquillera.
Detrás de ellos iban más vecinos curiosos que salieron rápidamente de sus casas hechas con bloques. No hubo tiempo de buscar botas, tampoco de pensar en el lodo, caminaron a pie descalzo por el manglar para estar más cerca de la escena.
Allí estaba el cuerpo de esa mujer. Con las medias a la mitad, su ropa interior puesta y los senos al aire. El cuello era aprisionado por un brasier, mientras la blusa le tapaba las manos. La posición de las piernas permitían imaginar sus intentos de defensa y la descomposición de su cráneo le daba fuerza a la versión de que no era su primer día en ese lugar.
“Yo soy chismosa, no me iba a quedar sin verla”, alcanzó a decir uno de los presentes. Esto comprobando que cada vez crecía el grupo de curiosos provenientes de sectores aledaños como Villa del Mar, La Cangregera y hasta los propios inquilinos de los hogares al inicio del corregimiento La Playa.
De la misma forma, tampoco pasaron muchos minutos para ver cómo llegaban cantidades de uniformados de la Policía Metropolitana. “Yo estaba tomando unas cervezas en la esquina y cuando vi que llegó el CTI de la Fiscalía y varias ambulancias, con patrullas de la Policía, pensé entonces que era en serio”, recordó uno de los vecinos.La duda de todos era más que evidente: ¿quién era esta persona? Lo que quedaba de su rostro no coincidía con la imagen de ninguna mujer del barrio. “Dicen que era venezolana”, “nadie la había visto por este sector”, alcanzaron a expresar dos vecinos que residían cerca a la fundación Misión Alfarero, una casa que tiene un gran mural que dice “NO al abuso sexual”.
Residentes en La Playa
Las autoridades tratan de establecer la relación que coincidencialmente tienen tres de los asesinatos de las mujeres del Atlántico con el corregimiento de La Playa, siendo este lugar el factor común en los casos de Laura Vanessa Benítez Miranda, Katty del Carmen Vásquez Caballero y la más reciente de la cual no se conoce su identificación.
Todas aparentemente residían en la frontera que separa los sectores de LaCangrejera y Villa Saco, aunque sus cadáveres hayan sido encontrados en diferentes lugares. Pese a que la más reciente no despierta algún recuerdo en los actuales habitantes de La Playa, las dos primeras sí son bastantes referenciadas. Ese es el tema de conversación en una barbería que se ubica en toda la vía. Nadie sabe en qué momento hubo tanto muerto.
Las hipótesis apuntan a que el atentado armado a Katty del Carmen deriva de una riña conterceros en La Cangrejera, mientras que Laura Vanessa fue criada la mayor parte de su vida por un familiar que con el tiempo la empezó a tratar como su hija. Pasados los días se fue para donde su mamá, en Malambo, y allá fue donde se hizo todos sus tatuajes antes de ser encontrada totalmente desnuda en una zona enmontada.
Puede que todas estas similitudes hayan sido producto del azar, pero sí son un patrón que nos habla de la vulnerabilidad de las mujeres en este tipo de atentados y la forma cómo sus asesinatos pueden llevarse a cabo para que no dejen de ser ocultos a lacomunidad. Estos no los únicos.
Los otros casos
El 2 de enero Jennifer Paola Barandica Carrillo, de 35 años, fue asesinada dentro de un domicilio del barrio San Juan Bosco, en el municipio de Sabanagrande. El criminal tocó la puerta de su casa y ella abrió, pero no alcanzó a ponerse a salvo. Autoridades dijeron que ella había aparecido en un panfleto, pero allegados lo negaron.
Hay que recordar que el pasado 1 de enero resultó herida a bala Jessica Martínez Castro, de 33 años, en medio de una celebración de Año Nuevo. Los hechos ocurrieron a las 2:30 a. m. en la calle 38A con carrera 1C, en el barrio Bellarena, en el sur de Barranquilla. Y la muerte de esta mujer se registró unos cinco días después, mientras permanecía internada en la Clínica La Misericordia, en el norte de la ciudad.
El sábado 13 de enero, dos sujetos en moto asesinaron a Zulay Sofía Ávila Sierra, en hechos ocurridos en un domicilio ubicado en la calle 99B N° 1 Sur - 44, en el barrio Villa San Carlos, de la localidad Metropolitana.
Katty del Carmen Vásquez Caballero, de 38 años de edad, fue asesinada el lunes 15 de enero en el sector de Mundo Feliz, en el municipio de Galapa. Su pareja, Samuel Angarita Tarazona, de 45, resultó gravemente herido. Por este hecho de sangre, las autoridades capturaron a los hermanos Darwin Enrique y Orlando José Salgado Medina, alias el Ñato y alias Orlandito, miembros de ‘los Costeños’.
Limcy Zulmira De Moya Villanueva fue la quinta mujer asesinada en Atlántico. Su muerte ocurrió el domingo 21 de enero en el municipio de Soledad. Este caso se investigaría como un posible feminicidio. Sobre este hecho criminal se tejería una historia de celos de la supuesta pareja de la mujer, señalado sicario de ‘los Costeños’ y quien permanece en prisión desde octubre del año anterior por un doble asesinato en el barrio Carrizal, en el sur de la ciudad.
El viernes 26 de enero se reportó la muerte de Cundry Yurley Rivera Restrepo, una mujer de 40 años de edad, residente en el barrio El Bosque, en el suroccidente de Barranquilla. Esta fue encontrada agonizando dentro de una vivienda, con golpes y laceraciones en su cuerpo, y luego murió en el Camino El Bosque.
El sábado 3 de febrero hombres armados acabaron con la vida de Leidy Dianis Rincón Díaz, alias la Mona, presunta jefa de la zona oriental de la banda criminal ‘Los Costeños’. El ataque a bala se cometió en una vivienda de Sabanagrande.
El martes 6 de febrero se confirmó el deceso de Gabriela Ester Acosta Mantilla, una joven que había sido baleada en el barrio El Cañaguate, del municipio de Malambo. Este crimen se asociaría a una supuesta mala repartición de un botín producto de un hurto.Y el domingo 11 de febrero, vecinos del barrio Mesolandia, en Malambo, reportaron el hallazgo de un cadáver baleado en un sector enmontado, que resultó ser el cuerpo sin vida de Laura Vanessa Benítez Miranda.
Trabajo articulado
María Lourdes Dávila, magíster en psicología clínica, especialista en Equidad de Género y jefe de la Secretaría de la Mujer de la Gobernación del Atlántico, lamentó todos estos hechos criminales ocurridos en corto tiempo, pero reconoce que, desafortunadamente, “todas estas mujeres, si revisamos los casos, no se han dado en cuanto al contexto de relaciones de pareja o violencia intrafamiliar. La gran mayoría de las mujeres asesinadas han sido relacionadas con peleas de territorio, con bandas delincuenciales y con microtráfico de estupefacientes”.
Desde su posición hizo un llamado a la ciudadanía para evitar que sigan ocurriendo este tipo de hechos violentos, asociados a conflictos entre grupos delincuenciales, pero también se refirió a la violencia dentro del hogar.
“Lo importante es que las mujeres, que la sociedad en general sepa que nosotros como mujeres tenemos derechos y los hombres también tenemos derecho a vivir una vida libre de violencia. Y lo importante que es que cuando nosotros tenemos una voz, cuando nosotros tenemos la dignidad y la fortaleza para nosotros darnos cuenta cuando alguien nos está atropellando o está vulnerando uno de nuestros derechos, saber que nosotros tenemos una voz donde podemos ser escuchados”, expresó.
En ese sentido, repitió la línea de la Secretaría de Mujer y Equidad de Género de la Gobernacióndel Atlántico, “donde profesionales capacitados, psicólogos, trabajadores sociales y abogados estarán para dar la mejor orientación para cualquier tipo de violencia a la que se enfrenta un ser humano. La línea de atención para las mujeres es el 3167975969, en donde estamos 24-7 con todos los profesionales capacitados”.
Frente a los obstáculos a los que se enfrentan las mujeres víctimas de la violencia de género, la funcionaria recalcó que aún existen “brechas” que tienen que ver con la capacitación de los funcionarios, su sensibilidad para atender casos y el desconocimiento de la ruta de atención. Insistió en que se está trabajando en eso.