Robo en Prosegur: 40 interrogatorios y las pistas halladas por los detectives
Investigadores de la Fiscalía Seccional y de la Sijín tomaron declaraciones de empleados de la compañía y habrían encontrado parentesco entre uno de estos y los hombres con overoles de Claro.
Detalles sobre un millonario hurto en Prosegur, Barranquilla, revelan participación de 10 criminales y un monto robado de 15 mil millones de pesos.
Autoridades interrogan a empleados y capturan a cuatro sospechosos, incluyendo miembros de una empresa de telefonía.
Cámaras de seguridad y pistas claves avanzan la investigación del caso, vigilado por la Fiscalía y la Policía Nacional.
Poco a poco se van conociendo más detalles del multimillonario hurto cometido en la madrugada de este lunes 1 de julio en las instalaciones de la empresa Prosegur, ubicada en la localidad Norte-Centro Histórico de Barranquilla.
El presidente de la República, Gustavo Petro, y el director de la Policía Nacional, general William Salamanca, habrían pedido información sobre el particular luego de que se divulgara la escandalosa cifra de 15 mil millones de pesos -monto que podría ser mayor- el que al menos 10 criminales sacaron de una de las bóvedas de la compañía. Todo lo hicieron sin accionar un arma de fuego y en un lapso que no superó la media hora.
En la mañana del lunes, funcionarios de la Fiscalía y de la Sijín tomaron alrededor de 40 interrogatorios o declaraciones de empleados de la compañía, labor que se extendió hasta altas horas de la noche del mismo día, pero aparentemente dejó una pista que llamó la atención de los detectives.
Al parecer, uno de los miembros de la firma transportadora de valores dio una información personal que coincidía con la de uno de los hombres capturados en la puerta de Prosegur y que vestían los overoles de Claro.
“La persona se interrogó y, con algo de nerviosismo, dijo que uno de los hombres con el uniforme de la empresa de telefonía era su primo. Además, se halló una coincidencia de que todos los hombres detenidos y la persona interrogada residen en el municipio de Soledad”, narró la fuente a este medio.
Otra de las pistas halladas en las pesquisas derivó de una inspección a la sede de la compañía. Los investigadores encontraron tirado en el piso por la tarde del lunes, debajo de uno de los camiones transportadores de valores, el carné de un empleado que estaba por fuera de turno y que solo entraba a trabajar por la noche de este mismo día. A su llegada, el empleado habría manifestado que el elemento de identificación se le cayó el día anterior.
Este medio conoció que la Fiscalía consiguió gran parte del material de vídeo de las cámaras de seguridad de Prosegur que se pensaba que había sido desactivado por los criminales. Ahora ese material probatorio está bajo custodia.
El caso
Al menos 10 hombres que supuestamente usaban uniformes de la compañía afectada ingresaron a eso de la 1:00 a. m. al establecimiento localizado en la calle 53 entre carreras 43 y 44, luego de intimidar a la vigilancia, pedirles que desactivaran las alarmas y las cámaras de seguridad, y que no hicieran nada contrario a lo que se les exigía.
Posterior a ello, los criminales amordazaron a los guardas y a las personas que estaban de turno, para luego dirigirse hasta una bóveda donde estaba la millonaria suma que, según la información suministrada por la propia compañía, se iba a usar durante este puente festivo de San Pedro y de San Pablo para abastecer cajeros electrónicos de los bancos aliados que lo requirieran. También era el cierre del pago de las primas de mitad de año para muchas empresas y, al parecer, se debía tener disponibilidad de billetes de todas las denominaciones.
Los sujetos habrían actuado con mucha velocidad, como si conocieran con anterioridad la ubicación de cada uno de los espacios de la compañía. Eso reconoció uno de los testigos a la autoridad. Sacaron el dinero en tulas y se marcharon en dirección hacia la carrera 43.
Antes de salir del recinto, de acuerdo con la información recopilada por la Policía, los hombres dejaron abandonado un artefacto que tenía unos tubos de PVC con dos celulares pegados. Aparentemente les dijeron a los amordazados que era “un explosivo”. Sin embargo todo resultó ser falso.
De cómo se abrió la bóveda no se informó, o no se logró establecer de manera preliminar, pero sí trascendió la forma como se notificó entre empleados y superiores de Prosegur el multimillonario hurto.
Luego de la salida de los criminales de la sede de la empresa, cuya ubicación es a tres cuadras del Comando de la Policía Metropolitana de Barranquilla, el hombre a cargo de la sede “Centro de Efectivo” habría llamado a la gerencia para alertar sobre lo sucedido. En la comunicación el empleado supuestamente dijo que los criminales llevaban “overoles de la empresa, pasamontañas y gorras color negro”.
La gerencia, por su parte, hizo notificación a la vigilancia de Prosegur encargada de la inspección nocturna de puntos de suministro de dinero en la ciudad y este, aparentemente, fue quien avisó a la Policía.
Los hombres de Claro
En la parte externa de la empresa, previo al hurto, unos empleados de la compañía Claro trabajaban supuestamente en la reparación del servicio de internet.
Y a la llegada del supervisor de seguridad y de la Policía encontraron que un hombre que portaba un overol de la empresa de telecomunicaciones, presuntamente, tenía en su poder un paquete prensado que en su interior contenía billetes de 100.000, con una suma cercana a los 700 millones de pesos.
Al parecer, el individuo habría manifestado que “vio el paquete y decidió tomarlo”, en compañía de otros hombres que vestían los uniformes de Claro.
Estos fueron detenidos por la Policía por el delito de hurto calificado agravado y se identificaron como Carlos Manuel Fontalvo Ibáñez, Richard Alfonso Ayala López, Rafael Armando Mercado Ruiz y Bleitonys Hernández Canedo.
Cabe señalar que esos hombres, en un interrogatorio, expresaron que no evidenciaron personas o vehículos saliendo de la empresa Prosegur.
Por otro lado, la Policía confirmó que “un coordinador de Claro” manifestó que los supuestos empleados “tenían una orden de trabajo remitida de Bogotá por tres reportes de daño de clientes potenciales”.
No obstante, todos quedaron a disposición de la Fiscalía.