Gustavo Adolfo Shadid Manosalva se había alejado de aquel camino tormentoso del cual es difícil salir solo; pero, del cual él sí pudo. Este joven, de 24 años, fue asesinado a bala en la tarde de este martes 20 de septiembre en el barrio Renacer, del municipio de Soledad.
De acuerdo con sus familiares, las drogas duraron mucho tiempo “apoderadas de su ser”. “Hace unos años estuvo en ese mundo de la droga y logró salir de allí. Reconoció que era malo ese camino y por eso quiso ayudar a los demás”, expresó un allegado de Shadid Manosalva.
Sobre su personalidad, la persona lo describió como un chico muy sociable. “Todos los amigos lo recuerdan bastante. Le gustaba ayudar a los demás. Trabajaba en la URI de menores desde hace tres años y ahora mismo estaba de vacaciones. Tenía ese don de ayudar a los chicos que estaban en el mundo al que él perteneció. A muchos le ha dado duro su muerte”.
Los hechos y el porqué de estos aún resultan confusos para todos sus conocidos, quienes relataron que el joven salió para la tienda y de ahí no saben sino todo lo que dijeron los testigos: “Solo nos dicen que llegó un hombre y le disparó una sola vez. Nadie dice nada, lo único que se escucha en el barrio es que hay una línea imaginaria de que los jóvenes de Renacer no pueden pasar para una invasión llamada Ciudad Cortissoz y los de allá no pueden pasar para acá, pero no sabemos en realidad si su muerte fue por eso”, contó el familiar.
AL DÍA habló con Gabriel González, director del centro de reeducación El Oasis, quien contó que Shadid Manosalva “era educador y trabajaba con nosotros en el Centro Transitorio, haciendo acompañamiento a los muchachos que entraban al Sistema de Responsabilidad Penal. Era un joven que se destacó mucho por su compromiso, colaboración, respeto y trato hacia los jóvenes. Ya estaba laborando desde los 21 años, es decir, aproximadamente tres años con nosotros”.
Asimismo, González confirmó que Gustavo pasó por su propio proceso: “Él tuvo en el proceso de resocialización cuando era menor, y naturalmente dentro de ese proceso los formamos, los capacitamos y luego les damos oportunidades laborales para poder cumplir con el programa de la reinserción social”.
“Todo esto se hace para que los jóvenes no tengan la excusa o la oportunidad de volver a delinquir porque no cuentan con un apoyo económico, entonces en la medida de las posibilidades de que si tenemos la oportunidad de que a todos los menores podamos conseguirle un trabajo lo haremos”, añadió el director.
Una fuente de la Fiscalía cercana al joven, dio a conocer que ‘Chadin’ como le decían de cariño en Centro de Servicios Judiciales para Adolescentes (CESPA), “era muy querido por todos, en la Fiscalía, en los juzgados y en Bienestar Familiar todos estaban pendiente de él. Estuvo en un procedimiento de resocialización por homicidio del año 2015, fue sancionado, entró al Oasis y cumplió su proceso y Hogares Claret vio su evolución y le dio un trabajo”.
“Él realizaba el trabajo de cuidar a los jóvenes que transitoriamente pasan por turno de URI cuando son aprehendidos. Diariamente uno tenía que hablar con Gustavo porque era el encargado de darles la comida a los menores, los llevaba al baño, hacía de todo. Ha sido una pérdida dolorosa para todos nosotros”, indicó el investigador.