¿Quién ocupará la plaza que queda libre tras la caída de los Vega Daza?
Autoridades tratan de evitar que se abra un escenario de disputa entre Costeños y las Autodefensas Gaitanistas de Colombia por el control de las economías reguladas por los miembros del clan asesinados.
El pasado jueves 6 de julio se llevaron a cabo las honras fúnebres de Rafael Julio Vega Cuello, conocido como Kike Vega, y de sus hijos Ray Jesús y Ronald Iván Vega Daza, asesinados a tiros el 29 de junio por un francotirador que llegó hasta el conjunto residencial North Frontier, donde estos residían, en el sector de Villa Campestre, de Puerto Colombia.
Fuentes confirmaron que fue un sepelio reservado, al que solo asistieron allegados a la familia, y que se llevó con ciertas medidas de seguridad, más por la supuesta asistencia de Roberto Carlos Vega Daza, el mayor de los hijos de Kike Vega y sobreviviente de la masacre.
Precisamente sobre esta persona se refirió el comandante de la Policía Metropolitana de Barranquilla, general Jorge Urquijo, al confirmar que se había recuperado del balazo de fusil calibre 5,56 que sufrió en medio del atentado y que ahora estaba listo para entregar declaraciones a la Fiscalía General, encargada de las pesquisas.
Por un lado el ente investigador tratará de establecer con este información relevante para dar con los responsables del crimen de su padre y sus hermanos, pero también lo escuchará en lo que tenga que decir sobre algunos hilos que se fueron soltando de la madeja cuando se conoció que él y sus familiares habían sido el blanco directo del atentado.
En un informe anterior realizado por esta casa periodística se publicó que los Vega Daza eran seguidos desde hacía unos 10 años por detectives de la Dijín, algunas veces requeridos por la Policía local, pero nunca estuvieron a un paso de ir tras las rejas.
Ni siquiera en 2018 cuando dos de los hermanos, Roberto y Ronald, este último fallecido, dieron muerte a un sujeto que, supuestamente, llegó a asesinarlos en un sector del norte de Barranquilla. Luego se dijo que esta persona era de nacionalidad venezolana y que se trataba de un asesino a sueldo que había sido contratado para ejecutar esa misión. Ni mucho menos el año anterior, cuando Roberto, asistente a la fiesta de los Ospino Illera, en una cabaña de Punta Roca, otro sector de Puerto Colombia, terminó envuelto en un combate con armas largas y cortas luego de que resultará muerto el cumplimentado.
En ese momento se dijo que este fue “retenido” junto con otra persona y, luego de ser llevado a la sede de la Sijín de la Policía Metropolitana, quedó en libertad y se le hizo devolución de sus armas de fuego, entre esas un fusil, por estar amparados bajo documentación de la Segunda Brigada y por pertenecer a una empresa de vigilancia.
Con lo que sí se quedó un tiempo la autoridad, al menos hasta cuando se cerró la investigación en Fiscalía por ese episodio que trascendió en medios internacionales, fue con una camioneta Toyota de lujo, color blanco, que resultó agujereada con al menos 30 disparos de arma de fuego.
Iban por él
Uno de los detalles que tiene en agenda la Fiscalía es que, aparentemente, Roberto Vega Daza era uno de los objetivos principales de los asesinos el pasado 29 de junio.
Como se sabe los Vega fueron grabados por unos nueve días seguidos, fecha en que se alquiló el contenedor del centro comercial contiguo al conjunto donde fijaban residencia. En ese espacio comercial los criminales permanecieron por largas horas observando todos los movimientos de las víctimas.
Y fuentes de inteligencia indicaron que ese jueves, en horas de la mañana, al parecer, los asesinos intentaron atacar dos veces a Roberto Vega, cuando este salió del recinto a realizar compras en negocios cercanos. Sin embargo, volvieron a esconderse al notar que había mucho movimiento en la zona. Eso quedó grabado en los registros que hoy están en poder de las autoridades y hacen parte del material probatorio agregado a la investigación.
Las rentas ilegales
“Es posible que las rentas ilegales que administraban los Vega ahora pasen a control de Los Costeños”, asegura una fuente de la Policía Nacional que sigue la pista de las estructuras criminales que tienen injerencia en Barranquilla y su área metropolitana.
Sin embargo, el investigador aclara que es posible que entren a disputar “esas plazas del norte de Barranquilla y la parte de Puerto Colombia” personas contratadas por las Autodefensas Gaitanistas o Clan del Golfo. Y, para ello, “se está reforzando la seguridad de la ciudad. Por eso se suman policías”, dice.
La fuente reitera además que los Vega Daza, supuestamente, estaban tras negocios de narcotráfico y lo combinaban con el cobro de deudas de narcos “invisibles” que controlan a la ciudad de Barranquilla.
“Por su posicionamiento en el norte de la ciudad eran los encargados de los cobros de las deudas duras a mexicanos y dominicanos, envueltos en el negocio del tráfico de estupefaciente. Estamos hablando de deudas entre los 500 y 1.000 millones de pesos. O también la recuperación de tierras que se manejaban a cambio de esas deudas”, detalla la fuente judicial.
Puede pedir protección
Otro escenario que plantea el investigador consultado es que Roberto Vega Daza entre en un programa de protección de testigos de la Fiscalía y salga, en el mejor de los casos, fuera del país para colaborar con las autoridades.
El funcionario dejó claro que este puede ser pieza clave para identificar y poner sobre la mesa algunos nombres ligados al crimen que están por fuera, por ahora, del radar de la justicia.