Muertos de Me Quejo: las tres versiones de su asesinato que manejan las autoridades
Miembros del CTI y de la Policía acudieron al llamado de la comunidad luego de hallar los cadáveres el pasado 9 de febrero.
Los jóvenes Jorge Enrique Gómez Portillo y Luis Javier López Romero, ambos con 22 años y oriundos del departamento de Córdoba, fueron asesinados brutalmente y sus cuerpos aparecieron el pasado jueves 9 de febrero en una cuneta del barrio Me Quejo, en la localidad Suroccidente de Barranquilla.
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Ambos estaban metidos en un saco de reciclaje, amarrados firmemente y con signos de tortura. Prácticamente sus cuerpos fueron ‘empacados al vacío’.
En su momento, el general Jorge Urquijo Sandoval, comandante de la Policía Metropolitana de Barranquilla, manifestó que no se contaba con información relacionada al caso y se basó en el ofrecimiento de hasta 10 millones de pesos por información de los autores del macabro hecho que perturbó el amanecer de los vecinos de la calle 83 con carrera 26C durante ese día.
Sin embargo, después de algo más de 15 días, hoy investigadores del CTI de la Fiscalía y de la Sijín de la Policía tienen en agenda tres versiones que podrían estar conectadas con el rapto de los individuos y su posterior muerte por estrangulamiento.
Recordemos que las víctimas supuestamente fueron fotografiadas antes del ataque, conducta que también se investiga, y luego de eso llevadas a una vivienda desocupada del mismo sector.
Esto reveló un informe del CTI de la Fiscalía que se elaboró a partir de los elementos encontrados en la cuneta de aguas residuales del barrio antes mencionado: “Los cuerpos, ambos de sexo masculino, fueron encontrados amordazados y con signos de ahorcamiento dentro del costal usado para reciclaje de color blanco. Estaban sin calzado y con politraumatismos en sus cuerpos. En el interior de este había cables de conexión de televisión (coaxial) con los que posiblemente los criminales cometieron este delito”.
- (Der) Luis Javier López Romero y Jorge Enrique Gómez Portillo.
En esa línea la primera versión sobre la muerte de los dos jóvenes estaría orientada a la mal llamada conducta de “limpieza social”.
El informe del Centro Nacional de Memoria Histórica del Gobierno Nacional ‘Limpieza Social: una violencia mal llamada’ define que “no hay ninguna limpieza: es exterminio, matanza y aniquilación. Quienes la cometen, desde paramilitares hasta vecinos de barrio, creen que están haciendo un bien: deshaciéndose de lo malo”.
De acuerdo con la investigación, la violencia se dirige contra personas de identidad conflictiva: prostitutas, consumidores de drogas, jíbaros, ladrones, homosexuales, habitantes de la calle, pandilleros y distintos grupos sociales. Según rasgos investigados, “la tendencia es que las muertes ocurran en el espacio público. Su interés es el restablecimiento del orden quebrado en el espacio público donde se desarrolla la vida de quienes allí habitan”.
Y sobre lo ocurrido en Me Quejo los investigadores indagan si existe la conexión con la muerte de Ricardo Andrés Soto Donado, ocurrida en el barrio La Bonga de Soledad el pasado 11 de febrero, quien tenía medio cuerpo metido en un saco de reciclaje. Pero además con la muerte de José Daniel Castillo Querales, un joven de 23 años de edad, de nacionalidad venezolana y conocido con el apodo de Yanbi. El cuerpo de este joven fue desmembrado y envuelto en sacos. Ambos hechos asociados a una “limpieza social”.
Otras versiones
Sobre Luis López Romero, sus familiares dijeron que tenía alrededor de seis meses de estar en Barranquilla, pero no establecieron a qué se dedicaba. Lo único en lo que hicieron referencia fue a que este tenía como oficio la albañilería. Y los de Jorge Gómez Portillo, informaron que este era “cuidador de finca” y que tenía al menos una semana de estar en la capital del Atlántico.
Si bien los allegados de ambos manifestaron desconocer qué hacían estos en Barranquilla y dónde vivían, la segunda versión sobre la que profundizan investigadores es la de que estos supuestamente venían distribuyendo droga en el sector para la banda ‘los 2011’, la cual tiene injerencia en ese sector en la venta de estupefaciente y el cobro de extorsiones a tenderos. Al parecer, la pérdida de una droga habría llevado a la muerte a ambos.
Una investigación de la Fiscalía, realizada entre 2018 y 2019, vinculó a los integrantes de esta pandilla con la operación en el sector de Me Quejo y Villa del Rosario y la actuación en otros siete barrios aledaños, así como en los asesinatos de dos tenderos y otros dos vecinos del sector.
La tercera línea que se investiga es la de una posible huida de las dos víctimas de la ciudad de Montería tras cometer un delito. Ambos habrían optado por esconderse en Barranquilla y en esta ciudad los encontraron.