La cultura picotera barranquillera da otro gran paso para conquistar el continente europeo. Este martes salen hacia Milán (Italia), vía maritima, doce picos tipo turbo, seis medianos, y otro de la época de los 60, para ser expuestos en territorio europeo.
Esto ha sido posible por el interés de un grupo de investigadores del colectivo Invernomuto, de Milán, que se sintió atraído por este fenómeno cultural de diversión masiva, característico del Caribe colombiano.
En mayo de este año los italianos hicieron una primera visita a esta región, y luego de producir un documental en el que describen el ambiente verbenero, quisieron tener sus propios picós en territorio ítalo.
Fabián Altahona, quien ha dedicado gran parte de su vida a investigar los fenómenos que se desprenden de la cultura picotera, y a coleccionar la música africana que se programa en estas fiestas, fue el encargado de coordinar la operación para que esta exportación picotera resultara exitosa.
“Les serví de guía por varios estaderos y barrios donde se realizan bailes populares en Barranquilla y Santa Marta. También los llevé a San Basilio de Palenque (Bolívar), donde escucharon de viva voz los testimonios de los champeteros Viviano Torres y Charles King. Esto los enamoró por completo de nuestra cultura, y me pusieron la tarea de armarles unos picós para llevarlos a su país”, explica este técnico en análisis y programación de computadores, que ya ha estado en México, Austria y Alemania dando a conocer nuestra cultura picotera.
La primera exposición de picós será a mediados de enero del 2016 en el Museo Cívico de Historia Natural de Milán, donde los italianos podrán tocar, escuchar, fotografiarse y bailar los temas que han marcado la historia musical en ¡‘MAMMA MIAʼ! la Región Caribe colombiana.
Estas exhibiciones irán acompañadas de conferencias y la presentación del documental Así son los picós colombianos. Después de la muestra en Milán, se trasladarán a Nápoles; luego a Francia, Alemania, y concluirá en Holanda.
Para llevar a cabo este encargo, Altahona se dio a la tarea de conseguir a dos prestigiosos fabricantes de picós de Barranquilla, a efectos de cumplir con el plazo estipulado. El segundo paso, quizás el más difícil, fue lograr que le vendieran un bafle auténtico de los años 60 para ser exhibido en el viejo continente. Con $15 millones de presupuesto se puso el overol para materializar la empresa. En el estadero ‘La bola rosada’, en el barrio El Bosque, encontró un bafle que data de 1964, correspondiente al picó La salsa de Puerto Rico, único en Colombia que aún conserva la máquina de sonido con sistema de tubos al vacío.
Por $3 millones adquirió esta reliquia. “Me siento feliz de que este tesoro pueda llegar a Europa, quizás esta es una de las cosas que cualquier propietario de picó sueña, pues estas máquinas merecen ser conocidas a nivel mundial, porque quizás lo que más se expande es la música, pero no las máquinas que producen este sonido”, declaró Martín Leal Jiménez, miembro de la familia propietaria de La salsa de Puerto Rico.
Para la fabricación de los 12 picós tipo turbo y los seis medianos, Altahona distribuyó la producción en dos puntos.
El primero en la calle 50 No.18-29, barrio El Carmen, donde los populares Teletubbies; y el otro en el taller de ebanistería ‘Donde Eddy’, calle 20 No. 21-45, barrio Centro de Soledad.
“Cuando me dijeron que estos picós iban para Italia me preocupé por pulir aún más hasta el último detalle. En total hice nueve (tres para que les instalen cuatro parlantes de 12 y otros seis para dos parlantes de 12). Quedo a la expectativa de lo que digan en Europa, la verdad es que nuestro arte es de exportación y hace tiempo necesitaba irse lejos”, manifestó Javier Visbal Escorcia, mientras armaba el mallado salmón en uno de los bafles que fabricó en su taller del barrio El Carmen.
De este local han salido prestigiosos picós como El Timbalero, El Coreano y El Gran Fidel, garantía para hacer algo de lujo.
“Requerí de ocho láminas de triple, seis de fórmica, 32 varillas y seis metros de malla para el montaje. El resto es pura creatividad”, precisó Visbal.
Edilberto De la hoz, el popular Eddy, fabricante y pintor de picós en Soledad, asegura que pese a que en su taller ya están listos los ocho bafles que tienen nombres italianos como Garnacha y Ottavia, sus vecinos y amigos no le creen que en pocos días viajarán por barco y saltarán ‘al otro lado del charco’ para poner a gozar a los europeos.
“Les he dicho a muchas personas que son admiradoras de mi arte, de que esta producción que estoy haciendo irá para Italia, pero no me creen. Me dicen que estoy loco”, dice entre risas Eddy, quien agrega que fabricar estos picos es una verdadera obra de arte “Por eso pienso que merecen un mayor reconocimiento.
Ya había elaborado unas replicas muy pequeñas que salieron hacia Panamá, Venezuela y Estados Unidos, pero nunca habíamos llegado tan lejos como ahora, a Italia, a Europa”, reitera casi incrédulo.
Por costos de envío el sistema de sonido será montado en Milán, ciudad donde, según explica Fabián Altahona, solo conocen los picós jamaiquinos que son al estilo torres.
“No solo quedaron encantados con los picós nuestros, también me encargaron camisetas y pasacalles verbeneros, que diseñó el especialista en este arte, Óscar Peña (Añeprasco). Ellos me enviaron también un arte que creó un pintor francés, el cual pusimos en uno de los turbos y una imagen de un edificio en Milán, las cuales estampó el pintor William Gutiérrez.
Mejor dicho este es un trabajo hecho por la ‘Selección Colombia’ del arte picoteril”, sentencia Altahona, quien fue contactado por los italianos a través de su blog Africolombia.