Después de conocer la decisión de la justicia brasileña ordenando la extradición de Jaime Saade Cormane, Martín Mestre, padre de Nancy, mostró su satisfacción sobre el hecho, una lucha que lleva casi 30 años.
La Sala Segunda del Tribunal Supremo de Brasil fue la que ordenó en la tarde de este martes 18 de abril la extradición. El argumento de la justicia brasileña esta vez fue que Nancy es una víctima universal. Ahora Saade, luego de que se oficialice su captura, tendrá que pagar una condena de 27 años por el asesinato ocurrido en enero de 1994.
Para el señor Martín fue una lucha larga, por eso desde la ciudad de Barranquilla manifestó a a AL DÍA que: “Es el placer del deber cumplido como padre. Lo que le hicieron a mi hija, esa tortura que ejecutaron sobre ella, no debía quedar en la impunidad”.
“Los tiempos de Dios son perfectos. Todo tiene que ser como Él indica que debe ser. En ningún momento yo dudé que lo íbamos a lograr. Le pedí a Dios que me diera tenacidad y tiempo para seguir en esta lucha de manera que el crimen de mi hija no quedara impune. Que el asesino Jaime Saade Cormane pagará por lo que él hizo: la tortura y abuso sexual que le hizo a mi hija para luego asesinarla”, dijo en primera instancia el señor Martín.
Lo que viene ahora es el proceso de captura de Jaime Saade, quien estuvo prófugo hasta 2020, cuando fue detenido en un operativo de película en la ciudad de Belo Horizonte, Brasil. Vivía bajo el nombre falso de Henrique dos Santos Abdala. Actualmente, Jaime está libre y aún vive en la capital de Minas Gerais, según lo conocido por este medio.
Luego de su detención, el gobierno colombiano deberá entrar en acción para que se realice el trámite ordenado por la justicia brasilera.
El caso
Jaime Saade Cormane fue condenado por la justicia colombiana por la muerte de Nancy Mestre, de 18 años. El crimen ocurrió el primero de enero de 1994.
Según información del proceso, Jaime y Nancy estaban saliendo y en la madrugada del primero de enero salieron a celebrar el Año Nuevo. Según las investigaciones, el imputado agredió a la joven y abusó de ella sexualmente. Días después, sucumbió a sus heridas y murió en una clínica.
La sentencia a 27 años de prisión salió en 1996, pero Jaime Saade ya estaba prófugo, siendo encontrado en 2020 en la ciudad de Belo Horizonte, Brasil, cuando finalmente fue dejado a disposición de las autoridades. En ese momento se identificó con una identidad falsa a nombre de Henrique Dos Santos Abdala.