Incendio devastador en Barranquilla: Vecinos se unen para rescatar a familia atrapada en las llamas, pero un niño pierde la vida.
Melanie, Maribel y Joimel se recuperan en la Clínica Campbell, mientras la comunidad espera la entrega de los cuerpos para los actos fúnebres.
Afortunadamente, el fuego no se propagó a viviendas cercanas, según el subcomandante de Bomberos de Barranquilla
Si tienes algo más de tiempo:
Las llamas ya consumían la casa de la familia Valega Mercado cuando Néstor Jiménez se atrevió a arriesgar su vida entre el humo en la calle 36b con carrera 8b, del barrio Las Palmas, suroriente de Barranquilla. Muchas personas estaban en shock por la angustia, hasta que este vecino decidió dar un paso al frente.
El caos se desató de un momento a otro. Fue su hermana, Beatriz Jiménez, la que primero sintió una especie de “estropicio” que hizo salir a gran parte de la comunidad a las calles. Lo que se pensó que era un robo, terminó siendo una conflagración violenta que amenazó con acabar con gran parte de la familia Valega.
En la casa estaban cinco personas, sin agregar a Ever Valega, jefe del hogar, que no tenía muchos minutos de haber salido hacia el centro para unas diligencias. Su esposa Maribel Mercado estaba en el patio, su nuera Melanie Altamar lavaba los chismes en la cocina, mientras que su hijo Jorge Valega (q.e.p.d) jugaba con sus dos pequeños —Joimer (q.e.p.d) y Joimel — en el cuarto. Todos fueron sorprendidos y aprisionados por las llamas.
La primera en ser rescatada fue Melanie, quien en un estado medio inconsciente logró mirar a los ojos a Beatriz y rogarle por la vida de sus nenes. “Mis hijos, Beatriz, mis hijos. Salva a mis hijos, busca a mis hijos”, dijo débilmente. Esa fue quizás la gasolina que Néstor necesitaba para llenarse de valor y empezar una tarea verdaderamente heroica.
El humo no dejaba ver nada, pero Néstor tomó una mona y empezó a golpear fuertemente la pared intermedia de las dos viviendas. Cada golpe consumía segundos llenos de desesperación y gritos. De hecho, tuvieron que pasar un par de minutos para formar un hueco lo suficientemente grande para poder introducirse en la residencia vecina, más específicamente a uno de los cuartos.
A pocos metros de allí estaba Jorge Valega tirado en el suelo con serios problemas de respiración, pero ejerciendo las últimas fuerzas que tenía en un abrazo que protegía al menor de sus hijos (Joimel de dos años). Detrás de Néstor entraron más vecinos para dar una mano y poco a poco fueron rescatando las víctimas.
En medio de esa labor, llegaron pertinentemente cuatro máquinas de bomberos que no demoraron mucho en también infiltrarse al interior de la vivienda. Se había formado todo un frente de rescate, en la que ya había sido rescatada también la señora Maribel Mercado.
En ese conteo final de los rescatados la cara no dejó de ser de tristeza al darse cuenta que faltaba un niño. Era Joimer Valega, de solo cinco años, quien no pudo ser rescatado de la inclemencia del fuego. La vecina Beatriz dice que el humo le impidió seguir respirando y eso fue lo que provocó que fuese alcanzado por las llamas hasta quedar lamentablemente incinerado.
“Todo el humo y la candela era horrible. No se podía ver nada. Los niños como todo eran tremendos, pero muy amables. Eran como de la familia, a veces venían a buscar el desayuno aquí y después me decían me voy, me voy. Se la pasaban era aquí”, dijo la vecina Beatriz Jiménez a AL DÍA.
“No sabemos qué pasó. Nosotros en el desespero queríamos era salvar a los niños. Creo que el mayor murió fue porque inhaló mucho humo, se privó y ahí lo cogió la candela. Horrible”, agregó.
Maribel Mercado, Melanie Altamar y Joimel Valega se recuperan satisfactoriamente en la Clínica Campbell de Barranquilla, mientras que el resto de familiares siguen atentos a la entrega de los cuerpos en Medicina Legal para posteriormente realizar los actos fúnebres.
El subcomandante del Cuerpo de Bomberos de Barranquilla, teniente César Fonseca, le confirmó a AL DÍA que afortunadamente el incendio no afectó a las viviendas más cercanas.