El jueves 22 de agosto de 1968, hace 49 años, quedó registrado, no solo en la historia de Colombia, sino de Latinoamérica; como la primera vez que un Papa, máximo representante de la Iglesia Católica pisó tierras de este continente. Fue Pablo VI, y lo hizo de una manera muy particular, ya que luego de descender del avión ‘Sucre’ de Avianca, a las 10:24 a.m., se puso de rodillas y le estampó un beso al pavimento del aeropuerto El Dorado de Bogotá, demostrando así su respeto y admiración por el pueblo colombiano.
Los cuatro mil feligreses que lo esperaban quedaron asombrados al ver este gesto, con el que Giovanni Battista Enrico, el papa 262 de la Iglesia Católica, rompió el protocolo.
Luego, antes de estrechar su mano al presidente Carlos Lleras Restrepo, miró hacía las gradas instaladas en la terminal aérea, lo que generó un incesante batir de pañuelos blancos y banderas colombianas. “Viva el Papa”, fue el grito que exclamaron al unísono los asistentes.
“Desde Colombia saludo al continente americano. Estoy complacido de ser el primer Pontífice en visitar los países de esta parte del continente americano, para ponerse en contacto con la feligresía católica”, fueran las primeras palabras pronunciadas por Pablo VI, que en ese entonces tenía 70 años.
Una vez saludó al presidente Lleras, el italiano abordó su limosina negra (no existía Papamóvil), y recorrió las principales calles bogotanas respondiendo sonriente los saludos de la multitud.
Cerca de 750 desmayados fueron atendidos por la Cruz Roja en menos de una hora. Los camilleros y los voluntarios juveniles iban de una parte a otra, transportando a las personas afectadas. Mujeres, niños, ancianos, fueron trasladados a los puestos de socorro. Las ambulancias circulaban cerca de la caravana papal. ¡Fue una locura colectiva!
LLEGÓ EN TIEMPOS DE GUERRA
A lo largo de su visita apostólica que duró tres días, Pablo VI bautizó niños, saludó a los fieles desde el palacio cardenalicio, se reunió con campesinos de Mosquera (Cundinamarca), y visitó el barrio Venecia, en el sur de Bogotá, uno de los más vulnerables de esa capital. La visita a Colombia del Vicario de Cristo en la tierra tenía una gran relevancia, debido a que los ojos del mundo estaban puestos en una nación golpeada por la violencia generada por grupos armados como el recién surgido Ejército de Liberación Nacional (Eln), en 1964. En esta guerrilla militaba el sacerdote Camilo Torres Restrepo, pionero de la Teología de la Liberación.
El religioso murió el 15 de febrero de 1966, tras combates entre el Eln y tropas de la Quinta Brigada de Bucaramanga.
Sus familiares esperaron el arribo de Pablo VI y le entregaron una carta en la que pedían perdón por los hechos violentos generados por este grupo subversivo. “Transformar a los hombres en amor es el camino”, exclamó el Sumo Pontífice tras conocer de cerca el sufrimiento de los familiares del denominado ‘Cura guerrillero’. Ahora el panorama para el Papa Francisco, que visita el país desde mañana, es totalmente distinto, ya que precisamente este lunes desde Quito (Ecuador) el presidente Juan Manuel Santos anunció la firma de un acuerdo de cese bilateral y temporal de fuego y hostilidades con el Eln.
Esta tregua temporal que comienza el 1o. de octubre tendría una duración entre dos y cuatro meses, y dependiendo de las circunstancias, se ampliaría. Otro hecho relevante es el desarme total de las Farc, que en junio entregó las últimas armas que mantenían en su poder. Francisco llega en tiempos de paz.
Sobre este contexto el cardenal Rubén Salazar, máxima autoridad de la Iglesia Católica en Colombia, dijo que “para él era importante que cesara el tema de la guerrilla, el tema de la guerra, y se concretara un proceso que se veía con esperanza, pero al mismo tiempo con escepticismo, y casi con la incapacidad de creer que fuera posible. Esperaba que se consolidara para poder estar sobre un terreno más firme. No desde el punto de vista político, sino desde la situación misma de los colombianos en general”.
JUAN PABLO II VISITÓ 10 CIUDADES
El segundo Papa en visitar el país fue el polaco Karol Józef Wojtyła (Juan Pablo II), en 1986. Su estadía fue más prolongada, duró siete días, en los que recorrió diez ciudades del país.
La visita del llamado ‘Papa viajero’se produjo meses después de dos de los episodios más trágicos y dolorosos de la historia de Colombia: la toma del Palacio de Justicia por parte del M-19 y la avalancha en Armero, que cobró las vidas de por lo menos 25.000 personas.
Ambos hechos se produjeron en noviembre de 1985, con escasos siete días de diferencias. Juan Pablo II llegó a Bogotá el 1o. de julio. Fue recibido por el presidente Belisario Betancur y, al igual que Paulo VI, besó el suelo colombiano.
La gira papal continuó en Chiquinquirá, el 2 de julio, donde celebró su primera eucaristía en Colombia, pues se declaró fiel de la Virgen de Chiquinquirá, la patrona de los colombianos. También estuvo en Cali, el 3 de julio.
Un día después haría lo propio en Popayán (Cauca) y Tumaco (Nariño),donde visitó la vivienda de una familia de escasos recursos. El 5 de julio aterrizó en Medellín, y el 6 de julio fue uno de los días más intensos. Subió a tres aviones, seis helicópteros y cinco automóviles, incluido el papamóvil.
Bucaramanga fue la primera ciudad que visitó ese día y luego se trasladó a las ruinas de Armero.
Esa noche celebró una misa en Cartagena y el 7 de julio el pontífice ofreció una liturgia en la Plaza de la Paz, frente a la Catedral de Barranquilla, para luego ser despedido a las 11:20 de la mañana en el aeropuerto Ernesto Cortissoz.
LISTOS PARA RECIBIR A FRANCISCO
Mañana será la tercera vez que un máximo líder de la iglesia católica visite el territorio nacional. Se trata del argentino Francisco, cuyo verdadero nombre es Jorge Mario Bergoglio. El Papa 266 de la Iglesia Católica aterrizará en Bogotá a las 4:30 p.m. y estará en saludo a los colombianos tendrá lugar el jueves 7 de septiembre a las 9:00 a. m. en la Plaza de Armas de la Casa de Nariño. El viernes, el Santo Padre estará en Villavicencio, donde a las 9:00 a. m., celebrará una eucaristía.
El sábado se trasladará al aeropuerto Olaya Herrera de Medellín, donde oficiará la eucaristía a las 10:00 a. m. En la tarde, sobre las 3:00 p. m., se reunirá con la comunidad que reside en el Hogar San José.
El domingo estará en Cartagena, donde hará una oración del Ángelus en el santuario de San Pedro de Claver.
El cierre de la agenda oficial será a las 4:30 p.m., en la Terminal Maritima, donde celebrará una Santa Misa. “Iré como peregrino de esperanza y de paz para celebrar con ustedes la fe en nuestro Señor y también para aprender de vuestra caridad y vuestra constancia en busca de la paz y la armonía”, anunció Francisco previo a su llegada a nuestro país.