Historias

Esta es la conmovedora historia detrás de la abuela que dio la vida por sus nietos

Era una nadadora empírica pero experta que ya había rescatado bañistas de la muerte.

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Lanzarse al agua para salvar una vidano era algo nuevo para Miriam Parejo De la Hoz,la mujer de 62 años que murió ahogada luego de rescatar a sus dos nietos más pequeños (de 4 meses y 2 años) de las putrefactas aguas de un brazo del Caño de la Ahuyama el pasado lunes festivo 9 de mayo.

La tragedia se desencadenó porque Miriam y sus familiares trataron de atravesar para visitar a un amigo de la familia que está enfermo de diabetes y vive en una pequeña isla.


Él es Pedro Acosta el hombre al quien iban a visitar Miriam y sus familiares cuando la balsa se hundió | Foto: Al Día


A mitad de camino la precaria balsa se hundió y todos sus ocupantes quedaron ad portas de una muerte segura.


Esta es la casa donde vivía Miriam con su esposo y familiares | Foto: Al Día


Cuentan los testigos que Miriam se sacrificó para salvar a sus nietos más pequeños; era una nadadora empírica, pero experta, y pudo haber salido del caño con facilidad, pero eligió usar toda su habilidad y fuerza para poner a salvo a los menores, en especial a la niña de meses.Infortunadamente en el proceso se agotó, tomó mucha agua y murió.

Miriam nació en el Cerro de San Antonio, un municipio ribereño del departamento del Magdalena, que limita con el majestuoso río Magdalena, y donde la vida diaria de sus habitantes está íntimamente ligada al agua, al punto de que todavía funciona un ferry, que es el único punto de acceso por carretera al pueblo. En el Cerro de San Antonio Miriam aprendió a nadar “como un pez”, y esa era una de las habilidades que le gustaba mostrar cuando salía de paseo con familiares y amigos.

“Siempre que íbamos a Puerto Colombia ella entraba al mar con confianza y se alejaba hasta donde solo van quienes saben nadar bien; incluso, un par de veces salvó a personas que estaban tomando agua jalándolas por el cabello. Una vez nos dijo que había sacado un muerto del Magdalena cuando vivía en el pueblo”, relató su marido, Ramiro José Hurtado Teherán, de 57 años.

PECARON POR EXCESO DE CONFIANZA

El fatídico lunes festivo Miriam, su nuera y sus tres nietos, salieron de su casa situada en la calle 5 No. 49-25, barrio la Bendición de Dios, en Barranquilla, a visitar a Pedro Acosta, un amigo de la familia, único habitante de la isla el Platanal de Etérnit, quien sufre de dolores por la diabetes que padece.

Su amiga y vecina Maribel Vega, quien la conocía desde hace ocho años, la vio partir bajo el sol canicular. Recuerda que se despidieron cariñosamente. “Vamos con Dios” le dijo Miriam antes de empezar a caminar con los ‘pelaos’ por las calles sin pavimentar. “Era muy buena gente, muy servicial, tiene que estar en el cielo”, sentenció Maribel.


Maribel VEga, amiga y vecina de Miriam | Foto: Al Día.


A las 11:10 de la mañana Miriam, su nuera y sus nietos de 4 meses, 2 y 11 años llegaron a la orilla del caño y se embarcaron en una balsa comunal que tenía tres agujeros grandes y que nadie se había tomado la molestia de reparar.

Miriam conducía y el niño de 11 años, quien también sabe nadar bien, era el encargado de sacar agua con un recipiente plástico que fabricaron cortando un tarro grande de aceite de cocina por la mitad.


El lugar donde murió Miriam | Foto: Al Día


El menor le contó a AL DÍA, con autorización de sus familiares, que la precaria embarcación empezó a hacer agua más rápido que de costumbre y la nuera pidió regresar, pero Miriam no quiso porque pensó que iban a lograr alcanzar la otra orilla, lamentablemente se equivocó y ocurrió lo peor.

Afortunadamente el niño de 11 años se defiende nadando y logró llegar a la orilla por si mismo y salió corriendo en busca de ayuda en la carretera. En el camino vomitó el agua podrida que había tragado y se topó con un bicicochero, quien lo acompañó de regresó y se lanzó al caño para sacar a la nuera de Miriam y ayudar con los otros dos niños.

Antes de rendirse al cansancio la veterana mujer logró poner a salvó a sus dos nietos pequeños.

Dos agentes de la Policía, Carlos De la Ossa y Daivid Cañas, quienes patrullaban el sector también fueron alertados por los gritos y ayudaron en el rescate.

UNA VIDA LIGADA A LOS PERIÓDICOS

El viernes pasado en la tarde a la nuera de Miriam y la bebé de 4 meses les dieron de alta en el Hospital Barranquilla. La mujer quedó con una infección en los pulmones que tiene que seguir tratando con antibióticos durante meses, pero la niña no tiene secuelas porque no alcanzó a tomar agua podrida ya que su abuela la no dejó que se hundiera nunca.


Ramiro José Hurtado Teherán, esposo de Miriam Parejo De la Hoz. | Foto: Al Día


Hoy domingo, a 24 horas de que se cumplan ocho días de la muerte de su mujer, Ramiro Hurtado Teherán recuerda que la conoció hace 35 años,cuando era la compañera de un voceador de periódico apodado el ‘Choli’, quien ya murió. En ese tiempo Ramiro también era voceador y lo conocían con el pomposo sobrenombre del ‘Licenciado’, porque era secretario del sindicato.

“El entierro del Choli fue un problemón porque sus allegados no tenían recursos y al sindicato le tocó hacer un larga gestión para costearlo”, afirmó. Tiempo después Miriam y Ramiro se unieron, y de esa relación nacieron tres hijos, quienes ya hombres hechos y derechos tienes sus propios hijos: los nietos por los que Miriam dio la vida.

“Ella era un compañera excelente a quien amé y amo mucho, en los años de juventud me acompañaba a vender periódico en la carrera 38 con calle 30, cuando EL HERALDO quedaba por el Paseo Bolívar. Luego nos pasamos para la carrera 29 con calle 40, donde prosperamos pero no supimos aprovechar el dinero que ganamos”, se lamentó Ramiro llorando y mirando el suelo de tierra de su casa en la Bendición de Dios.

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