A él lo sacaron de la casa que había comprado en el barrio Lucero, en 2020, atado de manos con una sábana, llevaba puesto una camiseta blanca y un bóxer del mismo color, estaba malherido. Lo metieron en su carro, un Ford Fiesta de color gris, y se lo llevaron. ¿A dónde? Nadie sabe.
“Eso fue en marzo. Cerraron la cuadra. El Gaula Militar, el CTI de la Fiscalía y la Interpol estuvieron por aquí allanando esa casa”.
Así lo relató una fuente cercana a la investigación, misma que testificó ante las autoridades, y que dialogó con este medio respecto de los últimos momentos en los que Willem fue visto por la calle 51, en dicho sector del suroccidente de la capital del Atlántico. A esta persona la llamaremos Carlos* por seguridad.
“Guillermo venía a mi casa porque le gustaban mucho los jardines, me pedía planticas de las que yo tengo afuera. Él hablaba bien español, de manera fluida. Me contó que venía de Holanda, que su nombre era Willem, pero que le decían Guille. Él cogió esa casita, que por cierto estaba muy acabada, y le invirtió”, aseguró el informante.
Y es que, de acuerdo con lo que ya se dijo, el sueño de Kees Sas era ese, radicarse en Barranquilla para invertir en bienes raíces.
“Don Guille le puso de todo a esa vivienda, techo nuevo, piso nuevo, arregló los cuartos, todo”, agregó Carlos, asegurando a su vez que “antes de comprar la casa él se sentaba a tomar cerveza en la esquina y a jugar dominó . Yo lo veía con un muchacho blanco y delgado, y después con uno moreno, incluso ese moreno estaba una vez pintando el lugar (…) yo me le acerqué y le pregunté que quiénes iban a vivir ahí y me dijo que él y el holandés”, señaló.
Willem le había contado a Carlos sobre su inversión en Lucero y el barrio Conidec , diciéndole que ahí había adquirido dos edificios, respectivamente, cada uno con seis apartamentos: “Él me dijo, pero en sí yo no sabía si era verdad porque lo veía era en su carrito y cuando estaba ahí en la casa ni se sentía, pues era muy calmado”.
Eso de no hacerse sentir hizo que sus vecinos llegaran a conocer la mala noticia unas dos semanas después, cuando vieron llegar un camión de mudanza a ese domicilio de fachada blanca, mismo del que descendió quien era la pareja del extranjero, con otros sujetos y comenzaron a trastear.
Sospechoso
La Fiscalía Primera Especializada Gaula de la Seccional Atlántico y el Gaula Militar comenzaron a ‘olfatear’ el rastro que había dejado el neerlandés. El primer sospechoso fue un hombre de tez morena, cabello negro y contextura delgada de nombre Kevin David Peña Ramos , quien había sostenido una relación amorosa con Willem.
“Yo me di cuenta como a los 12 días después de que lo reportaron como desaparecido. Escuché muchas cosas al inicio, la gente por aquí sospechaba de unas personas extranjeras que se mudaron al día siguiente de su desaparición, pues el hombre que vivía con Guillermo mantenía mucha amistad con ellos. Se comentó también que a él (Kees Sas) lo invitaron a un paseo y no volvió más”, detalló Carlos.
Dijo además que “ese muchacho se llevó unas cosas y como a los días vino otra vez, pero la Policía –que en realidad fue el Gaula Militar– los paró y los hicieron bajar todo. Al cabo de unas semanas de eso capturaron al moreno y meses después cogieron a otros dos más”.
¿Lo mataron?
El hermetismo de la Fiscalía hizo que la opinión pública y especialmente los vecinos de Willem creyeran que él solamente se había ido. Empero, para Carlos no era así.
“Sabía que había gato encerrado. Yo me preguntaba por qué las autoridades no capturaban a la pareja de Guillermo si era el principal sospechoso de la desaparición. Él debía saber por qué no aparecía el señor, eso era obvio”.
Sumado a lo anterior, otra fuente, esta vez judicial, reseñó en conversación con este medio que cuando Peña Ramos cayó preso le relató a la fiscal que lleva el caso que él, supuestamente, contrató a unas personas “solo para que le robaran el carro al extranjero”
Ese día, la entonces pareja del desaparecido se encontraba lejos de la casa y llamó a Willem para que llegara allí, asegurándole que él lo estaba esperando. Cuando Kees Sas acudió, terminó por encontrarse con otras personas que, aparentemente, lo golpearon para luego someterlo.
Se supo que el ente acusador presume que la víctima duró unas 24 horas siendo torturada. “El CTI halló rastros de sangre en la casa que salían de uno de los cuartos y que terminaban en el patio, por eso llevaron excavadoras especiales e inspeccionaron el patio de la casa en Lucero, porque creían que los que lo amordazaron lo habían asesinado y enterrado en su propia residencia”, contó el informante.
Pero no, ahí no estaba
El carro de Willem lo encontraron al tiempo en un parqueadero en el sur de la ciudad. La prueba con luminol (químico utilizado por las autoridades para revelar fluidos) enseñó que había sangre en la tapicería de cuero.
Lea bien lo siguiente. Un juez de control de garantías terminó por cobijar con medida de aseguramiento a Peña Ramos por los delitos de desaparición forzada y hurto agravado, mandando al hombre a la Cárcel Distrital El Bosque.
Ese último cargo se lo endilgaron porque, según un fiscal especializado designado por la Dirección de Fiscalía, el ahora procesado vació las cuentas bancarias de Kees Sas, suplantándolo y robándole, al parecer, de $69 a $76 millones. Aparte de ello, se presume que el sindicado (Kevin David) habría sacado, aparentemente, una considerable cantidad de dinero en efectivo de aquella vivienda del barrio Lucero, monto que rondaría los $200 millones.
Según el ente acusador, en medio de audiencias preliminares, para cuando apenas buscaban a Willem, el hoy privado de la libertad se fue de viaje para Medellín y le compró los tiquetes a la otra expareja del extranjero, de nombre Geovanny. Tras ello, llegaron a Antioquía, ambos se hospedaron en un hotel, y lo demás es reserva.
“Esta persona (Peña Ramos) se quedó administrando todo en ese momento. Los que torturaron a Guillermo, al parecer, hicieron que él enviara audios por WhatsApp a una mujer llamada Giselle en los que le indicaba que Kevin, su pareja, quedaría a cargo de sus cosas”.
Sin embargo, la familia del neerlandés, desde Países Bajos , nombró a unas personas como apoderados del caso y sus propiedades un mes y medio después de la desaparición.
Además de quien era pareja del extranjero, dos sujetos más fueron capturados. De ellos se desconoce su identidad, pero sí se supo que sus capturas fueron legalizadas por la jueza 12 penal municipal de Barranquilla con funciones de control de garantías. Un investigador del CTI Gaula Atlántico le indicó, de manera extraoficial a este medio, que, supuestamente, habría una cuarta persona vinculada a la investigación. Y es que parece ser que sería el comprador del carro de Willem, vendido en unos aproximados $5 millones. El individuo fue detenido luego de haber reclamado el vehículo en días recientes.
“Detrás de este caso hubo una logística bien organizada que involucraría a una banda criminal que tiene injerencia en esa zona de Lucero. Nos dijeron que Peña Ramos le dijo a la fiscal que llevaba el caso que esos sujetos que él contrató harían parte de una organización”, apuntó la fuente judicial ligada al caso en conversación con este medio.
¿Y ahora qué?
Lo que deberá continuar en este hecho, que hoy refleja un panorama escabroso, es que a las personas capturadas recientemente las imputen y luego las cobijen con intramural. Asimismo, que la búsqueda del hombre de 49 años o de sus restos siga.
Por su parte, este medio estableció comunicación con una familiar de Willem Kees Sas en Países Bajos, quien aseguró que en una próxima ocasión se pronunciará respecto a este lamentable suceso. La Fiscalía de manera oficial fue consultada, pero hasta el cierre de esta edición su hermetismo fue el mismo. Por otra parte, AL DÍA preguntó al embajador de Países Bajos en Colombia, Ernst Noorman, por el caso, pero señaló que no podía ofrecer declaraciones al respecto.