Contaminación sonora: problemática que no distingue estrato en la ciudad
Tanto en el norte como en el sur de la capital del Atlántico, los ciudadanos se encuentran “preocupados” por afectaciones que se generan por ruidos excesivos. Barranquilla Verde realizó estudio para definir zonas más impactadas.
La tranquilidad que años atrás reinaba en distintos sectores de la ciudad se ha acabado, según la comunidad, debido a la contaminación sonora. El alto flujo vehicular, vendedores con megáfonos ofreciendo sus productos, el excesivo volumen de los picós y las ruidosas obras que se adelantan en algunas zonas de la ciudad se han convertido en un “dolor de cabeza” para los barranquilleros.
También te puede interesar: Balean a dos hombres en inmediaciones de centro comercial en Soledad
En el norte y sur de Barranquilla, los ciudadanos viven en medio de la “zozobra” debido a esta situación. Los residentes de sectores aledaños al centro comercial Plaza del Parque, la calle 84, la calle 82, la calle 8 y la carrera 21, entre otros, viven un “calvario” debido a esta creciente problemática.
“Estamos aturdidos por esta situación. Hemos hecho varias solicitudes, tenemos todo el material probatorio y no se ha tenido una solución al respecto. Estamos cansados con esta problemática que vivimos todos los días de la semana y se agudiza los días viernes y sábado”, aseguró Juan Carlos Herrera, consejero de administración de un edificio ubicado en la calle 98.
Una problemática similar viven los residentes de un conjunto residencial en la calle 82 con carrera 43: “No podemos descansar durante los fines de semana, porque los bares y discotecas tienen música a altos volúmenes. Nosotros recibimos todo ese ruido en nuestras casas”.
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), el ruido se define como cualquier sonido superior a 65 decibelios, es decir, que los sonidos se vuelven dañinos si superan los 75 decibeles y empiezan a ser dolorosos a partir de los 120.
Por lo anterior, la entidad recomienda no superar los 65 decibelios durante el día e indica que para que el sueño sea reparador el ruido ambiente nocturno no debe exceder los 30 decibelios.
Otras quejas
Ramón Valdez Mendoza, presidente de la Junta de Acción Comunal del barrio San Salvador, en el norte de la capital del Atlántico, manifestó que la situación en este sector es “compleja” debido a su cercanía con el corredor industrial de la ciudad.
“Constantemente hay mucho ruido proveniente de la Vía 40. Nunca podemos dormir tranquilos porque la situación de excesos de ruidos es durante las 24 horas de los siete días de la semana”, dijo Valdez.
El líder barrial sostuvo que otro de los factores que está incidiendo en esta problemática es el tránsito de siete rutas de buses y vehículos particulares, así como taxis y camiones.
“Hay una alta contaminación y la autoridad ambiental no viene a visitar la zona a ver cómo vive uno”, expresó Valdez.
Desde hace siete años, Nelsavet Velarte –otra habitante del sector– presenta constantes cuadros de migrañas a causa del permanente ruido.
“La verdad es que cada vez la situación es más compleja. No sé cómo hacen las personas que tienen niños con todo el daño que este tipo de ruido causa en su salud y también las familias donde hay adultos mayores que necesitan un ambiente más tranquilo”, añadió Velarte.
Resaltó la necesidad de que las autoridades tomen conciencia ante las dificultades que causa la contaminación sonora en un sector residencial en el que se encuentran restaurantes, parques, jardines infantiles y puestos de salud, entre otros.
En otro sector de la ciudad, más exactamente en el barrio Los Olivos segunda II etapa, Guillermo Camacho también aseguró que se presenta una “alta” contaminación sonora debido al tránsito ininterrumpido de vehículos por la avenida Circunvalar.
“Estamos muy contaminados porque el ruido es insoportable y estamos en constante riesgo de poder enfermarnos, sin contar que muchos de esos vehículos emiten humos negros sin control”, indicó Camacho.
Desde la terraza de su vivienda ubicada en el barrio La Paz, Patricia Jaramillo expresó que cada vez son más los elementos que inciden en la contaminación auditiva y que deben luchar constantemente con el ruido, sobre todo al momento de dormir.
Los sectores más afectados
AL DÍA consultó a Barranquilla Verde, autoridad ambiental del Distrito, sobre esta problemática e indicó que junto a una firma se construyó un mapa del ruido. En dicha herramienta se evidencian los sectores con mayores afectaciones durante cuatro jornadas de medición.
El mapa describe los puntos que superan los límites máximos permisibles establecidos en la normatividad ambiental vigente en materia de ruido, correspondiente a la Resolución 0627 de 2006.
De esa manera se determinó que las principales áreas afectadas por esta situación en los días hábiles, en horario diurno, corresponde a la Circunvalar, Vía 40, la carrera 46, la carrera 51B y la calle 45.
Adicionalmente se observó una “importante área afectada” en la localidad Norte-Centro Histórico y sobre la calle 30, entre las carreras 33 y 38.
En las noches, durante los días hábiles, las afectaciones se presentan en la Circunvalar, la Vía 40, la carrera 46, la carrera 51B, calle 30 y la calle 45.
Con relación a los días festivos, en horario diurno, la principal afectación se da sobre las vías vehiculares y sus zonas aledañas, principalmente, de la Circunvalar, la Vía 40, la carrera 46, la calle 30 y la calle 45, mientras que en la franja nocturna se registra en los barrios de la zona industrial, El Prado y Altos del Prado.
Desde el año 2019 se ha venido evidenciando que el tráfico vehicular en Barranquilla se encuentra emitiendo niveles de ruido ambiental elevados. Así lo evidenció Dayana Agudelo, profesora de Ingeniería Civil y Ambiental de la Universidad del Norte, quien expuso en ese momento que “en muchos casos sobrepasan la norma, incluso en horario nocturno y días festivos”.
