Conoce al barranquillero que puede descender a 100 metros bajo el agua sin respirar
Esta es la historia de Alejandro Llinás, un apneista barranquillero que se destaca en el mundo. Además de aguantar la respiración, el deportista soporta un linfoma, un tipo de cáncer del sistema linfático.
La vehemencia por una pasión puede llevar a alguien a recorrer todo el mundo sin destino fijo, sin medir finanzas y a olvidarse de los demonios que nos hacen daño por dentro.
Todos los deportes son capaces de promover ese sentimiento, el cual demanda la totalidad del pensamiento y dedicación, además de no dejar espacio a más nada en la mente, cuando solo se tiene un único objetivo: hacerse eterno en una disciplina.
Así vive Alejandro Llinás su pasión por la apnea deportiva. Un hombre de 44 años, nacido en Barranquilla, pero que se ha pasado sorteando su residencia toda la vida. Por ahora, vive en ciudad llamada Wilmington, ubicada en Carolina del Norte, Estados Unidos.
Sin embargo, en este momento dice estar viviendo “donde le caiga el equipaje”, pues para entrenar apnea se necesitan unas condiciones muy específicas, las cuales no encuentra allá.
La apnea o buceo libre es un deporte que consiste en medir las destrezas de los atletas bajo el agua, en donde se realiza una inmersión a pulmón libre, sin ayuda de bombonas de oxígeno; y que se califican de acuerdo a la modalidad en la que se está concursando.
En estas categorías se puede juzgar el tiempo de duración bajo el agua, la distancia recorrida o la profundidad que se alcance en un descenso.
Recientemente, Alejandro se destacó al ganar varios títulos en un mundial de AIDA que se realiza en Honduras. Pero, este apneista ha logrado en poco tiempo coronarse con más logros y, además, ostenta ser el primer colombiano en descender 100 metros, registro que logró en un mundial en Egipto.
“No llevo mucho tiempo compitiendo para ganar títulos. Toda mi vida lo había hecho por afición y considero que he logrado bastante en un trayecto corto. Desde hace rato quería ingresar al entorno competitivo, pero varias circunstancias no me lo habían permitido”, asegura Alejandro.
Una de las dificultades principales que le impidió a Alejandro entrar al mundo de la apnea competitiva, fue una afección que sufrió la salud de este deportista un tiempo atrás.
En 2018 este deportista fue diagnosticado con linfoma, un tipo de cáncer del sistema linfático, que es parte de la red del organismo que combate los gérmenes. Motivo por el cual tuvo que suspender su actividad deportiva, pues debía ingresar a tratamiento de quimioterapia, el cual terminaría en marzo de 2019.
“En este momento estoy en remisión. Desafortunadamente este es un cáncer que las estadísticas indican que siempre regresa. Pero, de eso me preocupo después cuando llegue, por ahora vivo la vida al máximo”, dice Alejandro.
Alejandro comenta que por su dedicación a esta pasión se está gastando los ahorros de toda la vida. También dice que “ojalá ya teniendo medallas mundiales y records nacionales e intercontinentales, tenga la oportunidad de conseguir un patrocinio”. Así lo desea este apneista barranquillero, que sueña con seguir tocando el cielo bajo el agua.