Todo ocurrió durante seis horas. Entre las 10 de la mañana y las cuatro de la tarde. Con cuchillas de afeitar y palos. Durante ese lapso, un hombre de la tercera edad fue empalado por los prisioneros. Otros fueron obligados a realizar felaciones. Hubo amenazas por doquier. Y también cuchillos, licor y música. Fiesta y barbarie. Para algunos se cumplió la ley del talión. Para otros, un horror innecesario que violó –literal– todos los derechos humanos.
El escándalo de lo sucedido estalló un par de semanas después y, abierta la caja de pandora, empezaron a conocer presuntos nuevos culpables. La Procuraduría General de la Nación abrió una indagación a los patrulleros Jesús David Anichiarico Arteaga y Luís Salcedo Cordero, por presuntos actos delictivos contra personas privadas de la libertad en la estación de policía cartagenera.
Los uniformados, según fuentes de entero crédito, habrían permitido los vejámenes durante el extenso tiempo de abusos en uno de las celdas.
En el acto administrativo se indica que, de comprobarse los hechos denunciados, “la grave vulneración de los derechos humanos de las personas, las libertades públicas, así como la dignidad humana y los derechos humanos de los ciudadanos, incluso si se encuentran privados de la libertad, tienen la aptitud de provocar un impacto de orden social e institucional, al ser contrarios a la finalidad de la entidad como garante de los derechos y las libertades de los habitantes del territorio nacional”.
“Cuando asumimos el caso nos encontramos con la denuncia de 10 personas recluidas en un espacio de 2.5 metros cuadrados, se hicieron escritos a la Defensoría, Procuraduría, Policía, el Distrito de Cartagena, pero no tomaron cartas en el asunto hasta la revelación de los hechos en los medios. Nos hemos enterado de que eso viene sucediendo hace rato” , aseguró a medios locales Didier Pizza, abogado de víctimas
“Lo primero que hay que decir es que esta estación de policía es del Distrito de Cartagena, y quien tiene la custodia de esos capturados, que son más de 120, es la Policía Metropolitana, por lo tanto es responsabilidad del Distrito y de la Policía velar por su seguridad, velar porque se le respeten sus derechos, y su integridad física y persona”, agregó.
Sin embargo, la vulneración de derechos destapó un secreto a voces en los centros carcelarios de todo el país y que, al parecer, sucede con recurrencia en la estación de Chambacú.
Denuncias
Tras la serie de abusos, el silencio reinaba en los pasillos de la estación de policía. Las amenazas de los detenidos de mayor tiempo y que, en su mayoría, tienen nexos con el Clan del Golfo , socavaban el poco ímpetu de los presos avergonzados. Sin embargo, la situación salió a flote con la denuncia de una de las víctimas en una audiencia.
“Uno de ellos tenía audiencia a las 5 de la tarde y cuando le estaban tomando la declaratoria él lanzó la voz de que los tienen amenazados por poner al tanto de la situación al fiscal y a las personas que están conectadas. En seguida se le pide al guardia que vaya y verifique, y efectivamente se dan cuenta de que hay varios que están maltratados y que los tienen prácticamente secuestrados dentro de la celda en la misma esquina”, narró el familiar de la víctima, quien prefirió reservar su nombre.
“Lo que hicieron fue llevarlos al fondo de la celda, en donde los golpearon, y allá tenían navajas, cuchillas, punzones y los amenazaron. Además, el grupo aprovechó la situación para violarlos y los obligaron a tener relaciones”, agregó.
A pesar de que, en su momento, algunas fuentes judiciales negaron que 10 detenidos hayan sido abusados , la Alcaldía de Cartagena reconoció que la cifra es real y se encuentra brindando atención integral a las víctimas.
Nuevo caso
De acuerdo con Didier Pizza , abogado de los 10 detenidos que fueron torturados el pasado 30 de agosto, un recluso fue víctima de varios vejámenes a principios de ese mes. Esta nueva víctima, al igual que los otros mencionados, también tendría anotaciones por abuso sexual.
“Nos llegó la información que desde el 7 de agosto entró a la estación de policía y desde ese mismo día comenzaron los abusos sexuales en contra de él”, aseguró el abogado.
Según los órganos de control, el año pasado la estación de policía de Chambacú presentaba un hacinamiento del 500 %.
Debido a lo anterior, la Procuraduría General de la Nación requirió en 2021 al alcalde de Cartagena, William Dau Chamatt , tomar de manera urgente las medidas necesarias que permitan garantizar los derechos a la dignidad humana, la vida y la salud de las personas privadas de la libertad.
“La situación en el Centro de Reclusión Bellavista y en los centros de detención transitoria Los Caracoles y Caribe Norte es particularmente difícil, dado que cuentan con espacios para 20 detenidos y tienen más de cien personas, quienes viven en condiciones que van en contra de todo lo demarcado por la Corte Constitucional”, explicó en su momento Carlos Camargo, defensor del Pueblo.
En la actualidad, según informaron autoridades locales, el sector donde se cometieron los abusos está construido para albergar a 15 detenidos; sin embargo, hay más de 60.
“En la visita a la estación de la Policía en Chambacú encontramos situaciones graves. Hay un hacinamiento sumamente alto y condiciones bastante deplorables, infrahumanas. Por eso hicimos un llamado a la Gobernación de Bolívar y la Alcaldía de Cartagena como primeros respondientes para que adopten a la mayor brevedad las medidas para garantizar los derechos humanos y las mínimas condiciones de reclusión”, explicó el delegado de la Procuraduría en Cartagena a medios locales.
Sin embargo, la situación está lejos de mejorar. El hacinamiento en la estación de policía no ha disminuido.
Hasta el momento, la investigación por las denuncias de abusos sexuales a detenidos en la estación de Chambacú no ha arrojado mayores resultados.
Apoyo a los presos
La Secretaría del Interior y Convivencia Ciudadana , en conjunto con la Dirección de Aseguramiento del Dadis y la ESE Cartagena de Indias, adelantó una jornada de atención integral en salud a la población privada de la libertad en condición de sindicada que permanece en la estación de policía de Chambacú. Durante la actividad se hicieron intervenciones individuales y colectivas en salud por parte de las EPS, Dadis y los equipos psicosociales de la Secretaría del Interior y Convivencia Ciudadana.
“Es muy importante este tipo de acciones que el Distrito viene adelantando en favor de esta población para que pueda gozar del derecho a la salud digna”, expresó Ana María González Forero, secretaria del Interior y Convivencia Ciudadana. Se espera que antes de finalizar este año se realicen nuevas intervenciones tanto en la estación de policía de Chambacú como en las otras existentes en Cartagena.