40 años del expreso que acabó con una verbena en El Bosque
Un bus se fue contra una multitud que bailaba en una verbena con el picó El Rojo, dejando 20 personas muertas y 50 heridos. 40 años han transcurrido del fatal accidente de tránsito ocurrido en el barrio El Bosque.
El accidente de tránsito arrojó como saldo mortal la suma de 20 muertos y 50 heridos. Fue un hecho que, a pesar de haber ocurrido hace 40 años, aún está en la memoria de los más veteranos del barrio El Bosque, en el suroccidente de Barranquilla, donde tuvo lugar aquel trágico episodio. Hoy el panorama no es tan distinto con relación a la tasa de mortalidad por accidentes de tránsito, pues en el transcurso de 2022 se han contabilizado 89 casos en las vías de todo el departamento del Atlántico.
Más de 350 personas se encontraban en medio de la algarabía, el goce y la buena música, sin pensar que una gran embestida se aproximaba hacia ellos como si de una avalancha mortal se tratara. Todo ocurrió en la noche del domingo 5 de septiembre de 1982, la época en la que, según los adultos mayores, los bailes de picó eran la sensación; las verbenas eran el perfecto distractor para una extenuante jornada de cinco días de trabajo; la champeta africana estaba en furor y la inflación no era tanta preocupación.
Pamir Barros Borja, quien para ese entonces tenía 24 años, era el conductor de un bus, de esos que ya no se ven en la ciudad, adscrito a la empresa Trasalfa, de la línea Silencio–Terminal, pero ese día no fue utilizado para cubrir esa ruta. El hombre fue contratado por un equipo de softbol para que los transportara, y ya había culminado su reparto, por lo que se disponía a regresar a su casa en el barrio Santo Domingo, en el sur de Barranquilla.
Barros Borja casi llegaba a su destino. Faltaban escasamente dos barrios más para llegar a su vivienda cuando, según su declaración, iba en una velocidad normal por el carril derecho de la Cordialidad, a la altura de El Bosque, por el sector conocido como San Martín. Allí, un bus se le atravesó en el camino, obligándolo a sacarle el zigzag, lo que ocasionó que el gran vehículo se le fuera encima a una verbena conocida como ‘Primos Club’.
Aquellos segundos en los que quizá por la mente del joven pasó que había salvaguardado su vida, nunca imaginó que desencadenaría una de las tragedias más grandes de la capital del Atlántico. Y es que dentro del popular sitio se encontraban más de 350 personas, quienes disfrutaban de la buena música del picó ‘El Rojo’, hoy aún vigente.
“En ese momento se escuchaba una champeta de nombre ‘El Árabe’, cuando muchos nos vimos sorprendidos por un estropicio. Miramos hacia atrás y había decenas de personas en el suelo y un gran bus había atravesado las paredes”, contó un testigo del hecho.
Las portadas de los diarios titularon a seis columnas: “13 muertos y 50 heridos”, ese fue el saldo preliminar que dejó tal siniestro vial; sin embargo, los días fueron transcurriendo y poco a poco caían al abismo de la muerte varios lesionados. La cifra final fue de 20 víctimas mortales.
“Ese día mi primo se encontraba grabando la música que colocaba ‘El Rojo’ y cayó entre las víctimas”, agregó una familiar.
Por muchos días, los diarios que circulaban en la ciudad para la época llevaron los pormenores del hecho y eso captó la atención de miles de lectores, pues antes la televisión era escasa en las viviendas y solo a punta de radio y prensa trascendían las noticias.
El viraje de su vida
El giro que realizó para tratar de esquivar un bus, no solo destrozó los cuerpos de 20 personas, sino también destruyó su vida. Pamir Barros Borja fue llevado a juicio, en el que un juez lo sentenció a 15 años de cárcel.
Luego de pasar el tiempo en prisión, el hombre intentó retomar el rumbo de su vida, pero no lo logró. Trascendió que sus últimos años los vivió en la indigencia, en el sector de Barranquillita.
Fue el jueves 25 de agosto de 2011, cuando Barros dio su último suspiro en el plano terrenal. Él transitaba por la calle 10 con carrera 44, del sector donde residía, y un vehículo tipo taxi lo arrolló, dejándolo tirado en la vía. En ese instante un carrotanque se movilizaba por la zona, y su conductor, sin darse cuenta, pasó sus llantas traseras por encima del cuerpo del hombre.
Sus días luego de aquel fatal accidente no fueron iguales, pero compartió el mismo final que aquellos 20 individuos que disfrutaban del baile de picó, aquella noche de terror de 1982.
Cifras alarmantes
En la actualidad Barranquilla ha tenido un incremento en un 140 % en el índice de accidentalidad. Esta cifra fue confirmada por el teniente coronel Héctor Uribe, jefe de la Seccional de Tránsito y Transporte de la Policía Metropolitana.
El oficial señaló que en este 2022 “hemos tenido 456 siniestros viales, unos 800 lesionados y 89 muertos, lo que indica que vamos en aumento en comparación con años anteriores”.
“Una de las mayores causas de los siniestros que a diario se registran en la ciudad es la de conducir en estado de embriaguez. Curiosamente muchas de estas personas no tienden a ponerse en los zapatos de otros, sino hasta el momento en el que ese tipo de situaciones se les presentan a ellos”, expresó Uribe.
Es por ello que, según el coronel, estos comportamientos se manejan desde la hipótesis de la falta de conciencia que se está teniendo al momento de ponerse frente al volante pues no se tiene en cuenta el daño que se le puede a la propia vida, sino a la integridad de otros.
“Es irónica la posición que toman muchos ciudadanos frente a estas acciones, pues cuando son ellos quienes las ejecutan suele refugiarse en la premisa de ‘no lo vuelvo hacer’, ‘señor agente ayúdeme por favor’ y cosas semejantes. En cambio cuando diariamente se realizan los controles y por distintas infracciones se les decomisa el vehículo o se le impone un comparendo, es cuando nuestro trabajo pasa a ser ‘perjudicial’ para todos los ciudadanos y nos convertimos a sus ojos en una entidad que no ayuda a los demás”, puntualizó.
En lo que va corrido del presente año, la seccional de tránsito y transporte ha inmovilizado 19 vehículos, entre carros y motocicletas por consumo de bebidas alcohólicas de sus conductores.
“Partiendo de esto, pienso que debemos enfocarnos en construir y estructurar de manera más fundamental una cultura ciudadana. Porque incluso desde el enfoque de la pandemia que de manera lógica nos marcó notablemente a todos, viéndose reflejado en el gran aumento de las cifras de siniestralidad, pero también desde la consecución de delitos como las lesiones personales, violencia intrafamiliar y creo que son factores que influyen de una u otra forma la manera y la agresividad con la que los conductores manejan en estos días”, añadió el oficial.
Cabe resaltar que ya son ocho las víctimas mortales en accidentes de tránsito en lo que va corrido del mes de octubre. El primero fue un joven de 24 años, cuya identidad es desconocida, quien falleció luego de un accidente en la Circunvalar, a la altura de Las Malvinas, en la madrugada del domingo.
El segundo caso se presentó en la tarde de este domingo, en el municipio de Galapa, en donde Pedro Anthony Solano Ortiz resultó muerto en medio de un siniestro vial mientras conducía una motocicleta en la vía a Paluato.
En el tercer accidente cobró la vida de Lina María Hernández, quien se transportaba como parrillera en una moto y explotó la llanta trasera del vehículo, haciendo que la mujer saliera expulsada de la misma y cayendo en la vía.
En el cuarto siniestro Wilmer Barrios murió cuando se transportaba en el tanque de su motocicleta y fue arrollado por un vehículo de carga pesada en la mañana de este jueves 6 de octubre, en la entrada de Galapa.
El quinto caso del cual se tuvo conocimiento, tuvo lugar en la vía Oriental, cuando un perro se atravesó en la vía e hizo que Cristian Rivera Martínez, de 29 años, perdiera el control, cayera y terminara recibiendo un fuerte golpe en la cabeza que, después de dos días, le ocasionó la muerte.
Y en los últimos dos días tres personas perdieron la vida de manera trágica en vías del departamento: Luis Gutiérrez Viloria, Iván Darío Nova Gómez y un hombre que viajaba en un camión repartidor de pipetas de gas, quien no ha sido identificado.
Finalmente, el jefe de Tránsito y Transporte manifestó que “es triste notar que gran cantidad de personas que están inmersas en los siniestros viales son jóvenes”.