Registrarse por la cuenta Facebook y evitar con ello llenar largos formularios de datos es para muchos una opción que simplifica un trabajo tedioso al acceder a una aplicación.
La aparente sencillez de este registro a través de Facebook hace que en ocasiones se acceda (sin saberlo) a aplicaciones peligrosas diseñadas para robar información personal de los usuarios para luego venderla, tal como ocurrió con el caso Cambridge Analytica, uno de los más grandes escándalos que ha golpeado a Facebook en su historia.
El reciente acontecimiento consistió en una filtración masiva de datos personales en la que se acusa a la compañía de marketing político de haber usado de manera ilícita información sobre la personalidad, gustos y comportamientos de cerca de 50 millones de perfiles de la red social buscando que los mensajes incidieran en la intención de voto de los usuarios.
La empresa compró datos de la aplicación thisisyourdigitallife, descargada en 277.000 cuentas buscando “supuestamente” obtener información con fines académicos. Sin embargo, su verdadera intención era crear perfiles de futuros votantes estadounidenses, recolectando información no solamente de quienes la instalaron en sus perfiles sino también de sus contactos.
¿Qué hacer para cuidar su información?
La situación expone un preocupante panorama frente a estos gigantes informáticos, ¿están desprotegidos los usuarios en internet? Según Maximiliano Cantis, especialista en seguridad informática de la compañía Eset para Latinoamérica, más allá de borrar o no la cuenta de Facebook o de cualquier red social es importante analizar qué tipo de información se está compartiendo con las aplicaciones.
“Lo más importante es revisar dentro de las configuraciones que tipo de información estamos compartiendo con las aplicaciones. Hay una información básica que la aplicación necesita para funcionar, pero a veces al instalar las aplicaciones estas toman más información de la que necesitan, por eso el usuario debe revisar los permisos que da. Lo primero es destildar en la configuración esos datos innecesarios revisando si la información de la app es o no requerida”, explicó.
Restringir los permisos para compartir información innecesaria es una de las opciones que tienen los usuarios de las redes sociales. No obstante, hay casos en los que al borrar alguna aplicación la información que ya se ha compartido con la empresa desarrolladora podría quedar guardada en sus servidores. En ese caso se recomienda verificar las políticas y si existe un desacuerdo se le puede solicitar a la empresa eliminar la información.
“Es recomendable saber qué tipo de perfil se tiene, a veces los usuarios tienen el perfil público pero ellos mismos no lo saben. Entonces, es importante tener claro lo que acarrea un perfil público", puntualizó
Para Cantis las aplicaciones gratuitas suponen un “peligro” para la privacidad, debido a que estas apps tienen el objetivo de recolectar información de los usuarios de la red social.
“Aplicaciones como a qué celebridad me parezco, cómo me vería siendo del sexo opuesto, etc, tienen el único propósito de conseguir información. No son gratuitas, se pagan con la información y la privacidad de los usuarios al aceptar su instalación”.