Ultima Thule, un objeto celeste situado a 6.400 millones de kilómetros de la Tierra, al que la sonda New Horizons se acerca a gran velocidad para poder fotografiarlo la noche de Año Nuevo en un sobrevuelo de alto riesgo.
Se trata del objeto más lejano que se ha estudiado nunca y con su captación la NASA celebrará su entrada en 2019, que será transmitida en directo en su sitio de internet (www.nasa.gov/nasalive) a partir del momento en que New Horizons pase sobre esta reliquia helada de los confines del sistema solar.
Una película de animación simulará el vuelo de la sonda, previsto para el martes a las 00H33 locales de Washington (05H33 GMT), con una canción compuesta para la ocasión por el guitarrista de Queen, Brian May, que también es doctor en astrofísica.
Será imposible, sin embargo, tener imágenes en directo de la sonda, ya que a esta distancia hacen falta más de seis horas para que una señal procedente de la Tierra llegue a New Horizons, y otro tanto para que regrese. Pero si todo marcha bien, las primeras imágenes de Ultima Thule llegarán a la Tierra a primera hora de la noche.
A medida que se acerca la hora, la excitación aumenta entre el equipo encargado de la misión.
"Suena como a ciencia ficción, pero no lo es", escribió este lunes en The New York Times el científico planetario Alan Stern, líder de la misión New Horizons.
La nave es "una maravillosa pieza hecha por el hombre que opera en el espacio, prácticamente sin fallas, desde hace más de una década", describió.
"Mientras celebras Año Nuevo, dirige la vista hacia arriba y piensa por un momento en las cosas maravillosas que nuestro país y nuestra especie pueden hacer cuando nos lo proponemos", añadió.
Cuidado con la velocidad
Ultima Thule se encuentra en el cinturón de Kuiper, un enorme disco cósmico que se remonta a la época de la formación de los planetas que los astrónomos llaman a veces "granero" del sistema solar.
Los científicos no saben si ese cuerpo celeste, descubierto en 2014 por el telescopio espacial Hubble, es redondo, alargado, o si se trata de un único objeto o de un agregado de materia. Tampoco están seguros de su tamaño, pero se calcula que es unas 100 veces más pequeño que el planeta enano Plutón.
Para comprobarlo, decidieron enviar a la sonda New Horizons a estudiarlo después de que ésta acometiera con éxito en 2015, nueve años después de su lanzamiento, su misión principal: enviar a la Tierra imágenes extremadamente detalladas de Plutón.
Esta vez "vamos a tratar de obtener imágenes de Ultima con tres veces más resolución que las imágenes de Plutón", explica Stern. "Si lo conseguimos será espectacular".
Pero la misión es peligrosa. New Horizons recorre el universo a 51.500 kilómetros por hora y a esa velocidad si le impacta un fragmento del tamaño de un grano de arroz se destruiría instantáneamente. Si todo va bien, sin embargo, la sonda llegará a 3.500 km de la superficie de Ultima y sobrevolará el objeto a una velocidad de 14 km por segundo.
Una isla lejana
Ultima Thule debe su nombre a una isla lejana de la literatura medieval. "Significa 'más allá de Thule', más allá de los límites conocidos de nuestro mundo, lo que simboliza la exploración más allá del cinturón de Kuiper", explicó la agencia espacial en un comunicado.
Descubierto en los años 1990, este cinturón se encuentra a unos 4.800 millones de kilómetros del Sol, más allá de la órbita de Neptuno, el planeta más alejado del sistema solar.
"Es la frontera de la astronomía", indica el científico Hal Weaver, de la universidad estadounidense Johns Hopkins.
"Por fin hemos llegado a los límites del sistema solar", se entusiasma. "Esos objetos están ahí desde el principio y creemos que no han cambiado. Vamos a verificarlo".
A pesar del cierre parcial de las administraciones federales, a causa de un forcejeo entre el presidente Donald Trump y la oposición demócrata sobre la financiación del muro en la frontera con México, la NASA, que depende de fondos federales, ha prometido que seguirá en funcionamiento.
Su administrador, Jim Bridenstine, ha prometido noticias también de otra sonda: OSIRIS-REx, que se pondrá en órbita alrededor del asteroide Bennu la noche de San Silvestre.