No hubo millo. Ninguna papayera. Nada de samba. Ni una marimonda, tampoco un garabato. Menos una garota. En completo silencio, en total contraste con el Carnaval que se vive en Brasil y en Barranquilla, llegó este lunes a la ciudad el encopetado Palmeiras para el partido contra Junior, mañana miércoles de ceniza a partir de las 7:30 p.m., en el estadio Metropolitano Roberto Meléndez, en compromiso correspondiente a la primera fecha del grupo F de la Copa Libertadores de América.
En un bus de dos pisos de la empresa Brasilia, escoltado por unas cinco patrullas motorizadas y un carro de la Policía, 28 jugadores (solo faltaron dos de los 30 inscritos en el torneo continental), el técnico Luiz Felipe Scolari y el resto de integrantes del ‘Verdao’ arribaron al hotel Hilton Garden Inn, donde aguardaban un regular número de periodistas.
Exactamente a las 6:37 p.m., el técnico ‘Felipao’, campeón del mundo con la selección Brasil, fue el primero en descender del automotor hacia el interior del sitio de hospedaje.
Ahí en el lobby había una mujer con la camiseta del equipo paulista y un celular activado para tomarse fotos con sus Scolari y su combo.
Poco a poco se bajaron los miembros del plantel de futbolistas en el que sobresalen Dudú y Felipe Melo.
El colombiano Miguel Ángel Borja fue uno de los últimos en abandonar el bus y fue quien terminó rompiendo un poco el silencio que acompañó el arribo de Palmeiras.