Junior guarda un silencio sepulcral. Después de la desinflada en la Copa Sudamericana al perder 4-0 ante Unión de Santa Fe, el jueves pasado en el estadio Metropolitano, el cuerpo técnico y los jugadores prefirieron mantenerse callados. No hubo atención a los periodistas ni entrada a los entrenamientos.
Juan Cruz Real y Sebastián Viera dieron la cara en la rueda de prensa posterior al papelón en la competencia internacional y no más. Sin embargo, Miguel Borja rompió el mutismo el viernes pasado. Al menos en redes sociales.
El goleador cordobés, que por primera vez, desde que se convirtió en ‘tiburón’, ha sido blanco de duras críticas por desperdiciar un penalti que pudo cambiar la historia del juego ante Unión de Santa Fe y por su desempeño general en ese compromiso, salió a responder tácitamente los cuestionamientos apelando a una frase del legendario ex basquetbolista Michael Jordan.
“He fallado más de 9 mil tiros en mi carrera. He perdido casi 300 juegos. 26 veces han confiado en mí para tomar el tiro que ganaba el juego y lo he fallado. He fracasado una y otra vez en mi vida. Y es por esa razón por la que tengo éxito”, dice la frase del seis veces campeón de la NBA con Bulls de Chicago.
“Un éxito sin tropiezo, no es un éxito... vamos que vamos Junior”, publicó Borja en sus cuentas en Twitter e Instagram, con una imagen en la que aparecían las palabras de Jordan.
Su ‘post’ fue respaldado por un ex delantero que dejó huella en el club caribeño como Martín ‘el Toro’ Arzuaga.
“No todas las veces se marca, quédese tranquilo que ha venido haciendo su tarea”, le expresó el cesarense que ahora es comentarista deportivo en televisión.
Michael Rangel, exrojiblanco que ahora juega en el Deportes Tolima, lo aplaudió y lo alentó diciéndole “goleador”.
En los comentarios también aparece uno de su compañeros Fredy Hinestroza: “Vamos por lo que tenemos enfrente mi goleador”.
Las cifras anotadoras de Borja no son malas. Suma 15 goles en 22 partidos este semestre (nueve tantos en Liga, cinco en Copa Sudamericana y uno Copa Colombia). Pero parte de la afición, que lo ve como la principal figura del equipo, le exige que se esfuerce y se entregue más.