La ilusión está viva y el corazón de los hinchas tiburones se acelera de ansiedad. Junior tiene la opor¬tunidad de luchar de nuevo por la octava estrella y otra vez ante el mismo rival: Nacional. Hoy, a las 7 de la noche, el estadio Metropolitano se convertirá en un fortín rojiblanco para recibir el primer partido de la final de la Liga Águila II (Transmite RCN y Win Sports). Tal vez por ser un duelo de regiones (paisas y costeños) para demostrar de dónde sale el mejor fútbol de Colombia, o simple¬mente un clásico por la importancia de ambos clubes (14 títulos Nacional y 7 Junior). Lo cierto es que jugar ante Nacional siempre genera un plus entre los jugadores de Junior, más si se trata de la tercera final entre ambos. Los ti¬burones celebraron en el 2004 II, pero aún tienen abierta la herida por dejar escapar en el último suspiro el título el año pasado (2014 I).
Favoritos en el papel
Por su nómina y por terminar como el mejor equipo del semestre, el favori¬to en los papeles es la escuadra verde de Antioquia. El entrenador Reinaldo Rueda cuenta con un equipo sólido en el fondo comandado por el arquero argentino Franco Armani y el central samario Alexis Henríquez. En la zona de volantes los barranquilleros Alexander Mejía y Macnelly Torres se encargan de darle el orden y el armado para distribuir el balón entre la habilidad de Yimmy Chará y la efectividad de Jefferson Duque, goleador del torneo con 15 dianas.
El tiburón no se arruga
Pero Junior también tiene sus armas para dar la pelea. La escuadra de Alexis Mendoza, que terminó segunda en la tabla, ha conseguido estabilizarse tras ganar la Copa Águila. Cuenta con el liderazgo y jerarquía del uruguayo Sebastián Viera, que dejó su arco en cero en las semifinales an¬te Tolima con destacadas actuaciones. Los tiburones también poseen una sólida y experimentada defensa, mezclada con la juventud y el despliegue físico de Gustavo Cuéllar y Guillermo Celis en el mediocampo, que para mañana volverán a juntarse con el cu¬rrambero Luis Narváez en esa zona, para evitar dejar espacios libres como en el 4-0 sufrido en casa ante Nacional en Liga. La clave estará en la actitud. Si Ju¬nior quiere superar a Nacional deberá hacerle sentir el rigor de la localía. Sin volverse loco, pero sí apoderándo¬se del balón y apretando al rival para que se sienta asfixiado y lograr una buena ventaja para mantener vivo el sueño de la octava.
Recordamos la final Nacional contra Junior del 2004 donde el equipo barranquillero salió campeón: