El partido entre Junior y Millonarios por poco se acaba en el minuto 64. Un golazo de tiro libre inolvidable, histórico, memorable, anotado por el portero uruguayo Sebastián Viera, desató una locura colectiva en el estadio Metropolitano y selló la victoria 2-0 de los rojiblancos en el duelo de ida de los cuartos de final de la Liga Águila 2016.
El encuentro de vuelta entre tiburones y embajadores se disputará este domingo desde las 4:00 p. m. en el estadio El Campín de Bogotá. El ganador de esta serie enfrentará en semifinales al que resulte ganador entre Águilas y Nacional, enfrentamiento que en la ida terminó 1-1.
GOL ANÍMICO DE AGUIRRE
Junior salió con todo a buscar el resultado. La tarea no era otra, Millonarios vino a Barranquilla a defenderse y eso había que aprovecharlo. Lastimosamente la definición en este encuentro, gran falencia del equipo en el presente semestre, no estuvo afinada. Édinson Toloza a los 20 avisó con un zurdazo, pero Nicolás Vikonis salvó su arco con un gran achique.
A los 26 fue Roberto Ovelar el que probó dentro del área, pero su remate fue al centro del arco y encontró bien parado a Vikonis.
A los 35 fue Millonarios el que se acercó. Andrés Escobar le ganó en carrera a Alexis Pérez, pero en el mano a mano se encontró con el ‘muro’ Viera, quien con parte de su cara obstaculizó el balón y la carrera del atacante del cuadro bogotano, para evitar el tanto inicial.
Pero 10 minutos más tarde llegaría la justicia al marcador. Vladimir Hernández cobró un tiro libre desde la derecha, el rechazo de la defensa de Millonarios cayó en los pies de Toloza, quien remató pero en vez de eso le salió un pase a la cabeza de Jorge Aguirre, este conectó de ‘palomita’, fuerte y esquinado, para que Vikonis alcanzara a frenar el balón pero no para evitar que este entrara y se convirtiera en el 1-0, justo antes de terminar la primera mitad.
UN GOL HISTÓRICO, DE ENMARCAR
El técnico Alexis Mendoza hizo un movimiento que sin duda fue vital para que Junior cristalizara la victoria. Sacó a Toloza, de discreto primer tiempo y le dio paso al samario Jarlan Barrera, quien se echó el equipo al hombro y empezó a darle juego a sus compañeros.
La primera de riesgo llegó a los 53, Jarlan habilito de gran manera a Aguirre, este sacó un latigazo de zurda, pero Vikonis evitó que llegara el segundo, que sin duda ya se veía venir, por el empuje de los dueños de casa.
Dos minutos más tarde fue Aguirre nuevamente el que erró lo que era el segundo. Jarlan habilitó por derecha a Iván Vélez, este llegó hasta la línea de fondo y sacó un pase ‘de la muerte’ que fue rematado por el volante paisa, pero lamentablemente se fue por arriba.
Hasta que llegó el minuto 64. Otra vez Jarlan le tiró un gran pase entre líneas a Aguirre, este fue obstaculizado con falta en el borde del área y el árbitro Luis Sánchez pitó la falta.
Nadie se lo esperaba, pero apareció Viera, quien hace unos días había dicho que estaba listo para patear tiros libres. El uruguayo tomó el esférico y ejecutó de manera magistral, para dejar parado a Vikonis y colocar el 2-0, de vital importancia para el duelo de vuelta.
La locura se apoderó de todo el estadio, el uruguayo de la emoción no sabía para donde correr y sus compañeros, incluyendo los suplentes, corrieron a su encuentro. Momento inolvidable en el Metro, para recordarlo para siempre.
El duelo transcurrió, pero siempre bajo el recuerdo fresco del gol del charrúa, que sin duda, aparte de ser memorable, sirvió para cristalizar el triunfo del tiburón, que con esa ventaja de 2-0 llegará el domingo a Bogotá para defenderse y buscar el paso a las semifinales.
‘HACE TIEMPO ESTABA PRACTICANDO Y PUDE HACER GOL’
Cuando Sebastián Viera corrió hacia el arco norte en el minuto 64 del triunfo 2-0 ante Millonarios, los aficionados presentes en el estadio Metropolitano se llenaron de fe. Los que siguen los entrenamientos del Junior saben que el uruguayo es un gran cobrador de tiros libres.
Tras una falta sobre Jorge Aguirre, el charrúa tomó el esférico con mucha paciencia. Nicolás Vikonis se ubicó en el centro del arco a la espera del cobro de su compatriota.
“Hace ya bastante tiempo estaba practicando, agarré el balón con mucha confianza”, declaró el charrúa al final del juego.
Llegó el disparo. Los tres segundos, más o menos que tardó la pelota en llegar a la red del arco de Millonarios, fueron de silencio absoluto en el Metro. El balón entró por el ángulo derecho de Vikonis, que se quedó inmóvil, sobrecogido por la calidad del cobro y por la celebración feroz del público.
Viera corrió primero hacia occidental, luego se fue hacia el banco de suplentes y allí se vio envuelto entre los abrazos de sus compañeros, que se agarraban la cabeza, aún incrédulos por todo lo que significó ese tanto.
“Estoy muy contento. Hace muchos años estoy acá, esta es mi casa y la defiendo con mucho corazón”, manifestó.
René Huiguita, arquero histórico del fútbol colombiano y excelso cobrador de tiros libres, felicitó al uruguayo en su cuenta de twitter: