Eran amigos. Desde que empezaron a integrar las preselecciones Colombia sub-17, Fabián Ángel y Andrés Balanta se hicieron más que compañeros. Más allá de que jugaban en la misma posición, volante de marca, hubo química, encajaron y forjaron una amistad hasta el último de los días del vallecaucano, que falleció sorpresivamente el martes pasado tras sufrir un desmayo en el entrenamiento del Atlético Tucumán, de Argentina, donde se encontraba desde mediados de este año.
Ángel, quien está cedido a préstamo por Junior al Newell’s Old Boys de Rosario, se hallaba en la sede del cuadro tiburón, recuperándose de una lesión, cuando se enteró de la partida de su ‘Bala’, como le decía cariñosamente a su ‘llave’, con quien había compartido vuelo de regreso al país hace unos días.
“Es muy duro por todo lo que viví con él, hasta hace tres días hablamos. Me regresé con él de Argentina, me llevó de Rosario a Buenos Aires. Son muchas cosas que pasamos… doloroso, muy doloroso todo esto”, dijo Ángel en en diálogo con AL DÍA.
Ángel se mostró golpeado con el trágico desenlace de su amigo, con el cual había compartido en selecciones Colombia juveniles y en la sub-17 que disputó el mundial de la categoría en la India en el año 2017.
“No he conocido una persona tan noble en esta vida como Andrés, tan tranquilo, tan humilde, tan trabajador, tan perseguidor de sus sueños”, elogió el mediocampista boyacense.
“A él lo caracterizaba su nobleza ante cualquier situación. Era muy inocente ante las cosas”, agregó.
“Toda la vida te recordaré mi ‘Bala’. Qué dolor dejas en nuestros corazones. Y sin saber que el domingo sería el último día que hablaríamos”, escribió Ángel en una de sus historias en su cuenta en Instagram, encima de una foto en la que él aparece con la camiseta del Cali.