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¡El Tiburón va por la octava estrella!

Los rojiblancos se impusieron en los penales 4-2 a Nacional en Medellín.

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Ya era hora. Junior luchó con el alma y el corazón, sufrió hasta el último minuto y su paso a la final lo definió de la forma más angustiosa que puede haber, desde la vía del punto penal. Alexis Mendoza y sus pupilos jugaron un partido de esos que quedan en la memoria del hincha tiburón, y vencieron 4-2 en los cobros desde los doce pasos al Nacional, en el duelo de vuelta por la semifinal de la Liga Águila I, disputado ayer en el estadio Atanasio Girardot.

Pero contrario a lo que se podría pensar, Junior no era para que hubiera terminando sufriendo, al menos en los primeros 45 minutos. El equipo barranquillero tuvo dominio completo del esférico y hasta pudo abrir la cuenta a los 11’, luego que James Sánchez habilitara a Jorge Aguirre, quien quedó solo ante Franco Armani en el borde del área, pero su remate se fue por arriba, en una clara opción para colocar el 1-0.

Nacional, como se dice coloquialmente, “no la vio”. Macnelly Torres, el hombre de las ideas, no generaba fútbol, Víctor Ibarbo y Orlando Berrío fueron impecablemente controlados, mientras que Sherman Cárdenas corrió y empujó, pero siempre se estrelló con la retaguardia barranquillera.


El barranquillero James Sánchez fue clave en la zona defensiva del cuadro tiburón. | Foto: Archivo

Cerrando la primera etapa, Roberto Ovelar, de mal partido en el Atanasio, le quemó las manos a Armani, con un potente derechazo tras una gran jugada individual, pero el guardameta argentino contuvo el disparo con los puños.

Nacional tuvo un leve cambio de actitud para la etapa final. Aunque sin ser muy organizado, cosa que no logró en los 90 minutos. Uno que otro balonazo y mucho empuje, pero nunca puso contra las cuerdas al rojiblanco, que los últimos 20 minutos se resguardó y empezó a intentar jugar al contragolpe, cosa que tampoco le funcionó.


HENRÍQUEZ CASI TERMINA LA SERIE

Aunque la pelota la tuvo Nacional, la visita por poco da la estocada a 15 minutos del final, cuando en un contragolpe por poco logra vulnerar la valla defendida por Armani. Jarlan entró a los predios paisas con balón dominado, habilitó a Vladimir, quien no controló de buena manera y ante el achique del argentino solo alcanzó a puntearla y el esférico se fue desviado.

A los 89 por poco se termina la serie. Macnelly cobró un tiro de esquina desde la izquierda, el samario Alexis Henríquez le ganó por arriba a Alexis Pérez y a Jorge Arias y conectó de cabeza, el balón se estrelló en el vertical izquierdo ante la mirada de Viera. Para fortuna del cuadro barranquillero no entró y todo quedaba para la dramática definición desde los doce pasos.

Allí esta vez la fortuna estuvo del lado Tiburón. De entrada Viera le contuvo el disparo al samario Henríquez, luego hubo un momento de tensión cuando Arias estrelló su tiro en el palo, pero todo se disipó con un el zurdazo de Jarlan, que mandó al Junior a la final, ante un enconado rival como el Nacional, que esta vez no pudo con el rojiblanco.


Jarlan Barrera y un gol de penal inolvidable, el que significó el triunfo ante Nacional y el paso a la fi nal de la Liga Águila. | Foto: Archivo

Ya era hora. Las pesadillas en las finales del 2014 y 2015, ante Nacional, no se revivieron y el triunfo esta vez fue tiburón.

LAS LÁGRIMAS DE JORGE AGUIRRE ESTA VEZ FUERON DE ALEGRÍA

“Esta vez regreso al túnel y lloro con mi familia, pero esta vez es de alegría”, la frase le salió a Jorge Aguirre del alma y la dijo con los ojos vidriosos. El atacante del Junior lanzó la frase ayer en la mañana en el Loby del hotel Royal, donde se hospedó el cuadro Tiburón en Medellín.

Seis horas después de haber lanzado la expresión Aguirre cumplió su promesa. La escena le partió el alma a más de un jugador. El jugador antioqueño estaba abrazado con su esposa Jhoanna Sepúlveda y su hijo mayor. Juntos lloraban de alegría en la zona mixta del estadio Atanasio Girardot.


Las lágrimas de Jorge Aguirre junto a su familia reflejaron la alegría del Junior, tras eliminar al Nacional. | Foto: Archivo

Aguirre fue el jugador más positivo que llegó a Medellín. Estamos cien por cientos optimistas que vamos a llegar a la final”, dijo a su llegada a la capital de la montaña.

En medio de las lágrimas, Aguirre se apartó por unos minutos de su familia y atendió a los medios de comunicación.

“En la final de 2015 le dije a mi familia que nos íbamos a encontrar nuevamente en este túnel llorando de felicidad y gloria Dios que lo pudimos conseguir y celebrar el paso a la final. La promesas en mi familia son para cumplirla y así se dio”, contó Aguirre mientras seguía derramando lágrimas.

Aguirre le pidió un favor especial a sus compañeros y estos no le fallaron.

“Para nosotros ha sido muy luchado, guerreado. Las experiencias que habíamos tenido con Nacional habían sido muy sufridas y teníamos toda la fe del mundo. Le pedí a todos los muchachos que permitieran cumplirle esa promesa a mi familia y así lo hicimos”, agregó.

El futbolista antioqueño se refirió a lo intenso que fue la serie de semifinales ante Atlético Nacional y ahora espera que Junior redondee toda esa buena campaña con el título de la Liga Águila I 2016.

“El partido futbolísticamente fue muy parejo. Nacional tuvo un muy buen primer tiempo en Barranquilla, hoy nosotros mostramos que merecíamos estar en la final porque mostramos un buen fútbol. Mostramos una gran personalidad. La gente da favorito a Medellín, pero esto es fútbol, acá todo el mundo daba favorito a Nacional y mire lo que pasó. Cortuluá tiene muy buen equipo, Medellín tiene ventaja, pero creo que la serie está abierta”, explicó.

Alexis Pérez prometió dejar el alma en la cancha y así lo hizo. Aún con un golpe en la rodilla, el defensa central del Junior siguió jugando ante Nacional y no dejó que los verdolagas vulneraran el arco de Sebastián Viera. Pérez volvió a tener un rendimiento extraordinario y sus calificaciones son altas después del juego que le dio a los tiburones el paso a la final del fútbol colombiano.


Momentos previos a la tanda de los cobros desde el punto penal. Alexis dándole fuerzas a James Sánchez. | Foto: Archivo

El zaguero barranquillero presionó, estuvo atento en los cierres y ganó los mano a mano. Al final encontró su recompensa y con emoción se refirió al vibrante encuentro disputado en el estadio Atanasio Girardot.

“Tuve un golpe en la rodilla, me dice el médico que parece una distensión de ligamento, pero en un partido como estos uno no puede salir y menos cuando faltaban 10 minutos, había que dejarlo todo. Fue un partido difícil por lo difícil que es este rival, pero destaco la hombría y valentía de todos mis compañeros", apuntó.

“Cuando nos fuimos a los penales teníamos mucha fe de que lo íbamos a ganar. Había confianza en los que iban a cobrar. Siempre vinimos positivos desde un principio y al final se nos dio”, señaló.

VIERA, UNA GARANTÍA EN LOS PENALES


El cancerbero uruguayo ha sido figura con el equipo barranquillero en estas dos series de penales, primero ante Millonarios por cuartos de final y anoche frente a Nacional. | Foto: Archivo

Sin lugar a dudas Sebastián Viera ha sido uno de los pilares para que Junior clasificara anoche a la final. En momentos cruciales el guardameta uruguayo se agiganta, sobre todo en la definición desde los tiros de penal, donde se convierte en una garantía bajo el pórtico rojiblanco sumando nueve victorias de doce series que ha disputado.

Ante Millonarios, en los cuartos de final, el charrúa detuvo los cobros de Michael Rangel y David Silva dejando enmudecido el estadio El Campín. Anoche sucedió lo mismo en el Atanasio Girardot cuando aseguró entre sus manos el balón pateado por Alexis Henríquez.

“Hoy dimos un paso más hacia la octava estrella”, dijo ayer el arquero de 33 años, quien solamente ha salido derrotado en penales en tres oportunidades: en 2013 ante Millonarios, por la Copa, y dos veces ante Atlético Nacional, en las finales de Liga de 2014 y 2015.

En total las “víctimas” de Viera han sido Millonarios (tres veces) Once Caldas (dos), Atlético Nacional, Valledupar FC, Llaneros FC y Medellín sumando los triunfos obtenidos en Liga y Copa Águila. Sin olvidar que uno de esos triunfos le dio al Tiburón la séptima estrella —2011 ante Once Caldas, en Manizales—.