Dejamos la vida, pero no alcanzó
En la prórroga, la selección Argentina le arrebató a Colombia la posibilidad de ganar la Copa América. 1-0 terminó el cotejo tras 120 minutos.
Subcampeones, una historia que ya conocemos. Ya conocemos el sabor del agua en la regadera, que cae a cántaros mientras reflexionamos en esa jugada que atajó el portero rival, o ese pase que debió entregarse a tiempo y no llegó, o esa intercepción que cambió las cosas, o qué habría pasado si el remate de Lautaro Martínez habría quedado, como todas las anteriores, en las manos de San Camilo Vargas.
Ya no será San. Solo Camilo Vargas. Y ya no sonará la canción que Ryan Castro y SOG compusieron para darnos ilusión y esperanza. Todo debido a que, en 120 minutos, la selección Colombia no pudo traducir la superioridad táctica que ofreció en por lo menos la mitad de todo ese tiempo, contra una Argentina astuta. Absolutamente astuta.
Colombia lo tuvo. De cerca no tanto. Los rivales descifraron la manera de neutralizar en el aire a los colombianos, invalidando por completo el recurso del cabezazo que tanto triunfo le había dado en el pasado.
Al final, la victoria fue para los rivales con un misil disparado por Martínez, que le dio la alegría a su país.
Para Colombia finaliza un invicto que había comenzado luego de caer a manos del mismo rival: la propia Argentina, que en 2020 le había ganado a Colombia con gol del mismo hombre, Lautaro.
