Los días de Gustavo Cuéllar en Río de Janeiro transcurren entre los entrenamientos, las concentraciones, ratos de esparcimiento junto a su esposa, Gheraldin Pacheco, y nada más. El volante atlanticense, que cumple su primera temporada con el Flamengo de Brasil, está en periodo de adaptación en su nuevo club y como él mismo lo dice: “Yo vine a trabajar y a ganarme un puesto en el club más grande de Sudamérica”.
El exvolante del Junior de Barranquilla atendió al llamado, vía telefónica, de AL DÍA, previo al entrenamiento del lunes con su equipo en el estadio da Gávea, donde el cuadro rojinegro realiza las prácticas y en donde tienen todas las comodidades para prepararse de la mejor manera, previo a los encuentros del campeonato carioca.
¿Cómo fue ese recibimiento de los hinchas del Flamengo?
Acá la gente te hace sentir bien, es una afición muy fervorosa por su equipo, es impresionante. Mira que uno recién llega y ya conocen tu nombre y lo corean como si fueras uno más, eso enseguida hace que te comprometas más por el club, fue una sensación muy bonita.
¿El club le facilitó todo para que se instalara y empezara su adaptación lo más pronto posible?
No tuve problemas, a los pocos días de llegar conseguí apartamento, el club me resolvió enseguida para que solo me preocupara por entrenar. Vivo cerca de la sede donde entrenamos y además ellos tienen una persona que les colabora a los jugadores en lo que necesite, eso facilita todo.
Flamengo es uno de los clubes más populares del continente, ¿cómo se vive todo desde adentro?
Es algo que nunca había vivido, es una sensación que creo que nunca volveré a vivir. La logística de Flamengo es impresionante y sus instalaciones son increíbles. La misma afición es algo que nunca había visto, nosotros hemos ido a otras ciudades y la gente te hace sentir que estás acompañado, juegues donde juegues.
¿Pero ha tenido la oportunidad de conocer la ciudad, salir y caminar?
Muy poco porque estoy concentrado en el trabajo, a eso vine, no tengo tiempo de más nada. Mi esposa es la que sí ha podido salir y conocer las playas de Río de Janeiro, pero yo no. Estoy tratando de ganarme un puesto y solo tengo espacio para el trabajo, no puedo turistear, acá la competencia es muy dura y yo soy nuevo.
Ya en lo que respecta a su trabajo, ¿qué le ha pedido el técnico Muricy Ramalho?
He hablado poco con el técnico, solo lo básico de la posición. Siempre me pide que me mantenga en la mitad apoyando a los atacantes. A pesar de que hemos tenido poco contacto, me he sentido muy respaldado por él. Lo que tengo que hacer es aprovechar las oportunidades que me da para consolidarme en la titular.
¿Qué diferencias encontró con respecto a lo que usted hizo en Colombia con el Cali y con el Junior?
Hay pocas diferencias con respecto a lo que se hacía en Colombia. Tal vez una de estas es que acá prevalece mucho la técnica, se trabaja mucho con el balón y el manejo de él, en eso se basa todo; también la parte física es muy importante, los trabajos son muy duros para estar en movimiento los 90 minutos. Todo esto se hace porque todos los equipos tienen jugadores muy técnicos y se hace más difícil el recuperar la pelota, que fue para lo que me contrataron, entonces hay que estar físicamente fuerte.
¿Qué pasó el domingo ante Fluminense, que lo expulsaron?
Fue en una jugada en la que ellos quieren cobrar a riesgo, yo estaba en el piso y él me empujó, enseguida se formó un alboroto por la calentura del partido y el juez decidió cortar por lo sano y nos expulsó a los dos, pero yo no hice nada, la verdad fue muy injusta la roja pero son cosas del fútbol. Ya más adelante se revisará el video y se sabrá qué fue lo que paso, ya lo más importante es que el equipo ganó el clásico y sacamos los tres puntos.
En su Instagram vimos que sigue al Junior desde su casa en Brasil…
Trato de seguir al Junior, acá la diferencia es de tres horas, pero a través de Internet estoy pendiente de los partidos. El del sábado (contra Pasto) me lo vi lógicamente, lastimosamente se desaprovechó la ventaja y les empataron, pero me alegró mucho ver que el equipo anda bien, por eso cada vez que pueda verlo lo voy hacer.
¿Al irse a Brasil y empezar de cero en Flamengo, se le recortan las posibilidades de volver a la Selección Colombia?
Ya yo tuve la fortuna de estar convocado a la Selección y creo que sigo en la mira del cuerpo técnico. Yo estoy trabajando muy duro y no sé si tenga ventaja o no, pero siempre tengo la misma actitud, prepararme para vestirme con la camisa de Colombia.
¿Cómo ve la competencia para su puesto en la Selección Colombia?
Siempre ha existido competencia. Yo fui convocado cuando estaba en Junior y por delante mío ya estaban jugadores consolidados. Lo que tengo que hacer es trabajar, que es lo que vine a hacer a Brasil, lógicamente siempre está la ilusión de jugar con la Selección, siempre es el sueño de todo jugador.