Violenta riña entre hinchas de Junior y Nacional deja 20 heridos durante el partido en el estadio Atanasio Girardot.
Los disturbios se iniciaron tras el gol de Marino Hinestroza, desatando una pelea en las tribunas del escenario.
La Policía tardó en intervenir, y el partido fue suspendido temporalmente mientras los equipos se refugiaban en los camerinos.
Un nuevo episodio de violencia entre barras se presentó este jueves en el estadio Atanasio Girardot, durante el partido entre Junior de Barranquilla y Atlético Nacional.
La pelea, que dejó un saldo de 20 aficionados heridos, puso fin a la tregua que existía entre ambas aficiones, que en los últimos años habían mantenido una relación sin mayores incidentes.
La violencia se desata tras el segundo gol de Nacional
De acuerdo con lo reportado, los disturbios comenzaron tras el gol de Marino Hinestroza, al minuto 52 del partido, que puso a Atlético Nacional 2-0 arriba en el marcador. "Los hinchas de Nacional empezaron a provocarnos después del gol", aseguró uno de los aficionados de Junior que estuvo presente en el lugar de los hechos.
Las burlas y provocaciones iniciaron en la tribuna noroccidental del estadio, lo que desató una violenta confrontación entre seguidores de ambos equipos. Los fanáticos rojiblancos reaccionaron y atacaron a los hinchas locales, mientras los seguidores verdolagas respondieron con igual agresividad.
Hinchas se enfrentaron con palos y armas cortopunzantes
Testigos del incidente relataron que las barras de ambos equipos utilizaron palos y armas cortopunzantes durante la trifulca, lo que aumentó la gravedad de la situación. Según uno de los presentes, "fue un caos total, había personas con armas blancas, y la Policía no actuó a tiempo".
Las estampidas y el temor entre los espectadores generaron pánico generalizado, afectando a muchas personas que no tenían relación con la pelea. Los videos que circulan en redes sociales muestran a aficionados huyendo de las tribunas, intentando buscar refugio en otras partes del estadio.
Robo de trapos intensifica el conflicto
Uno de los eventos que aumentó la intensidad de los disturbios fue el robo de un "trapo" de una de las barras de Nacional por parte de los seguidores de Junior. Este tipo de actos suele ser considerado una grave provocación entre las barras, lo que añadió más leña al fuego en medio del enfrentamiento.
"Cuando se llevaron el trapo, todo se salió de control. Fue un detonante para que la pelea se volviera aún más violenta", expresó uno de los testigos.
La Policía tardó en intervenir
Varios asistentes al partido criticaron la reacción tardía de las autoridades. La presencia policial no fue suficiente para controlar la situación desde el inicio, lo que permitió que la pelea escalara en las tribunas. "La Policía reaccionó tarde y no tenía el personal suficiente para evitar que los hinchas se enfrentaran", comentó uno de los aficionados.
Solo después de varios minutos, los agentes de seguridad lograron intervenir y comenzaron a dispersar a los hinchas violentos, aunque para entonces, el daño ya estaba hecho.
El árbitro suspende el partido
El árbitro Nolberto Ararat, ante la gravedad de los incidentes, tomó la decisión de suspender el encuentro. "Se pidió a los jugadores que regresaran a los camerinos para evitar cualquier tipo de agresión por parte de los aficionados que ya habían invadido el campo de juego", afirmó un portavoz de la organización del partido.
Los futbolistas de Junior también intentaron ayudar a los heridos que habían bajado desde las tribunas en busca de refugio. "Los jugadores estaban tratando de calmar la situación y ayudar a los hinchas que habían sido golpeados", indicó uno de los asistentes.
Incidentes continúan fuera del estadio
Los disturbios no se limitaron al interior del estadio Atanasio Girardot. Según los informes de las autoridades, en las afueras del escenario deportivo se produjeron enfrentamientos entre hinchas, lo que obligó a la Policía a utilizar bombas de estruendo para dispersar a los grupos violentos.
Los incidentes continuaron por varias horas, y aunque las autoridades lograron controlar la situación, los enfrentamientos dejaron un saldo de 20 personas heridas, algunas de ellas con lesiones graves.
Tensión entre barras tras años de paz
Este incidente marca el fin de una etapa de relativa tranquilidad entre las hinchadas de Junior y Atlético Nacional. En los últimos años, ambas aficiones habían logrado mantener una convivencia pacífica, lo que permitía a los seguidores de ambos equipos asistir a los estadios sin mayores inconvenientes.
Sin embargo, este violento episodio ha generado preocupación entre las autoridades y los directivos de ambos clubes, quienes deberán tomar medidas para evitar que situaciones como esta se repitan en el futuro. Las investigaciones continúan para identificar a los responsables de los disturbios y determinar posibles sanciones.