El periodista Hugo Illera analiza el rendimiento del Junior durante el 2015, en su habitual columna de opinión habla sobre lo aciertos y los errores del equipo tiburón.
Me quedo con la imagen de este Junior que luchó ante Nacional con las botas puestas hasta el final. Llegar a los lanzamientos desde el punto penal no es una lotería. Es una lucha entre el pateador y el arquero. Es una guerra de nervios y una confrontación sicológica entre ambos. Unos y otros deben prepararse bien para ese instante de definición. Y es menester que unos y otros conozcan sus virtudes y sus limitaciones. Sin embargo, no puedo evitar recordar y mirar la jugada de Oscar Murillo sobre Roberto Ovelar a los 16 minutos del segundo tiempo. El codazo en la ceja izquierda que le produjo una herida. Fue un codazo intencional dentro del área. O sea penal y expulsión. Así lo afirmó José Borda, analista arbitral del Carrusel Caracol apoyado por el resto de nuestros compañeros.
¿Con un partido 1x1 y Nacional con un jugador menos qué hubiera pasado? Nunca lo sabremos. Me quedo con el primer año de Alexis Mendoza como técnico en propiedad. Avanzó hasta octavos en Copa Suramericana, fue campeón en Copa Águila y disputó la final de la 2a. Liga Águila. Es probable que cuando Fuad Char lo escogió hace un año no hubiera pensado en tanto. En términos generales ganó el año. Con aciertos y errores. Pero ganó la experiencia que necesitaba. Algunos se irán y, entonces, esos cupos serán llenados por nuevos jugadores que esperamos, esta vez, sean de mejor rendimiento que el ‘Animal’ Luis López o Zamir Valoyes, que fueron dos desaciertos del DT Mendoza en su camino por aprender de las experiencias y, como ya puso el listón muy alto, el año entrante ya no será mirado como novato sino como un técnico que deberá apuntar a ganar la Liga.