Hace 36 años el cantante boricua Rafael Antonio González Rodríguez, pisó suelo barranquillero por primera vez. En esa ocasión no pudo demostrar todo su talento a la ciudad, pues vino fue a una fiesta privada, y solo logró apreciar su talento el selecto grupo de invitados a aquella celebración.
Ahora regresa a la ciudad después de aquel lejano 1980, y espera conquistar el corazón de los barranquilleros con lo mejor de su salsa. Sammy González, como es conocido artísticamente, fue la primera estrella internacional que llega a la ciudad para el show musical de las Bodas de Oro de La Troja.
A sus 70 años, este vocalista nacido en Santurce, San Juan de Puerto Rico, afirma tener la misma potencia en su garganta como cuando debutó a los 14 años al lado de Los Continentals Boy’s.
En diálogo con AL DÍA el intérprete de temas como Quiero dormir cansado, ¿Cómo no creer en Dios?, entre otros, habló de sus expectativas sobre este concierto y su crecimiento al lado de Tommy Olivencia, Bobby Valentín y Roberto Roena.
Ya había visitado Barranquilla en 1980 ¿Cómo encuentra hoy la ciudad?
El cambio es enorme, lo único que me parece idéntico es el río, del resto ha tenido un cambio muy positivo. En 1980 me trajo un señor que era dueño de la compañía de disco Fony Record. En esa ocasión vine con mi orquesta a tocarle en una fiesta privada en una hacienda que se llamaba Hialeah. Me acompañó Nancy Llanos, una mujer que tocaba flauta como nadie y se robó el show. Luego me enteré de que ese señor había muerto en un accidente que tuvo en un yate y fue algo que me dolió mucho, quisiera que esta visita sirviera para que su familia me busque y podamos recordar aquellos momentos.
¿Qué tiene preparado para su presentación en el Aniversario 50 de La troja?
Me voy a presentar con cuatro números que es lo que me han pedido, así que preparé Avísale a mi contrario, El que se fue no hace falta, Parece mentira y Quiero dormir cansado. Pero sé que la gente va a pedir más y bueno yo no tengo problemas porque vine a complacer a Barranquilla, porque sé que por aquí gusta mucho mi música. Esta es una presentación que me entusiasmó desde el momento en que me la propusieron y me siento feliz de poder venir hasta acá para cantarle al público barranquillero. Quiero que la gente goce conmigo y me acompañen.
¿Por qué lo apodaron Sammy y el Rolo?
Ismael Rivera y Cortijo eran los grupos que estaban dando palo cuando yo era joven, y con mis amigos nos poníamos a hacer su música con las tapas de las ollas y todos queríamos ser los protagonistas al cantar como Ismael; pero yo para llevarles la contraria les dije que era Sammy Ayala, otro de los grandes que había en el combo de Rafael Cortijo, y así me apodaron de por vida. Gracias a Dios tuve la fortuna de conocer en persona a Sammy que se convirtió como en mi segundo padre. Lo de El Rolo es por los ‘yernitos’, ya que los amenazaba a cada rato y les decía “te voy a pasar el rolo” (poner en su lugar) y me apodaron el Rolo, algo que me causa mucha gracia.
Cuéntenos de sus inicios en la salsa y ¿cómo hizo para ir escalando en el mundo artístico?
Mi carrera inició en 1959 con un grupo que se llamaba Los Continentals Boys, cuando tenía 14 años. En esa época conté con el apoyo de mis padres quienes me acompañaban en cada toque. Luego seguí con la orquesta de Mario Ortiz, también con el Combo Moderno, Chacón y sus Batiritmicos, con Tommy Olivencia, Bobby Valentín y Roberto Roena y su Apollo Sound, hasta que creé mi propia orquesta con la que logré triunfar e imponer clásicos que hacen parte de la historia de la salsa en diferentes países. Aún estoy vigente y luego de mi visita a Colombia me presentaré en México y también fui invitado para participar en el Día Mundial de la Salsa.
¿Qué opina de lo que le dijo recientemente el reguetonero Arcángel sobre Ismael Rivera, asegurando que él es más grande que el Sonero Mayor?
Eso le queda grande, eso es un atrevimiento. Primero porque más grande que Ismael Rivera solo es Dios, y lo otro es que nadie es mejor que nadie, todos tenemos nuestras capacidades y es cuestión de saberlas explotar. Así que creo que este chico es un atrevido, yo tuve la oportunidad de hacerle coro a Ismael en un LP que hicimos con Cortijo y su Combo, en el que viene el tema La llave, y te puedo decir que Maelo es un bárbaro por su swing y esa voz incomparable.
La salsa se reduce a Colombia, Puerto Rico y Perú o ¿cree que mantiene mucha fuerza en el continente y New York?
Ha perdido fuerza, sobre todo en New York, no está pasando nada allá con este género. Luego del atentado terrorista del 11 de noviembre, los boricuas se fueron en su mayoría para La Florida y lo que reina ahora allá es el reguetón y el hip hop. Yo estuve hace poco y no es lo mismo, el público que asiste a eventos salseros es poco.
¿Qué propone para que la salsa se mantenga viva entre los jóvenes, ante la avalancha de nuevos ritmos?
La gente decía que la salsa iba a morir, pero si nos damos cuenta primero fue el mambo, el cha cha cha, rock and roll, y eso no duró más de dos décadas y aún la salsa está vigente. Esto jamás morirá si se teje un ritmo fiel a nuestra identidad caribe y sean cantadas por nuevos soneros que se interesen por explorar y sacar nuevas cosas que mantengan motivados a los jóvenes. Miren lo que ha logrado Marc Anthony y aún mantiene al público latino e hispano motivado.