Uno de los invitados a la edición 13 del Festival Internacional de las Artes viene pletórico de notas salseras. Se trata del venezolano Nelson González, pianista y director musical de la agrupación Nelson y sus Estrellas, que este viernes desde las 8:30 p.m. actuará en el Parque Cultural del Caribe. Allí disertará sobre el origen de su vasta discografía que tanto furor causó en los 70 y 80, y que aún se mantiene vigente en el gusto de las nuevas generaciones.
AL DÍA dialogó en exclusiva con este artista de 72 años, que en en su charla hace alusión permanente a fórmulas matemáticas, evocando la época universitaria de estudiante de física y matemáticas, que dejó a un lado para dedicarse a la música.
Nelson se siente dichoso de retornar a Barranquilla, ciudad a la que le tiene mucho cariño por la calidez que le ofrece el público, y porque aquí fue donde encontró nuevas maneras de mezclar su música.
¿Desde dónde sigue haciendo música?
Estoy en Bogotá, aquí tengo mi centro de operaciones que se llama El Emperadorcito. También me muevo mucho en Cali, pero lidero todo desde Bogotá con la ayuda permanente de mi hijo Nelson David Junior, de 42 años, quien está cantando mi extenso repertorio.
Junto a Richie Ray ha sido denominado como uno de impulsó la salsa ¿qué opina de esto?
Soportamos este movimiento y pudimos pasar a través del tiempo y de las penurias. Hubo otros que quedaron relegados, pero yo sigo manteniendo la bandera de la salsa, llevando esta música a las nuevas generaciones. Recuerdo que la Sonora Matancera iba hasta el pueblo más recóndito de América para llevar su música a los pueblos indígenas, por eso en mi canción El Forastero narro la historia de una india y el conquistador, todas estas cosas antiguas los jóvenes deben conocerlas porque mi obra es más narrativa que rumbera.
En 1974 demostró su amor por nuestro país al grabar el LP Para Colombia, hablenos de ese álbum
Creo que fui el primer venezolano que descubrió Colombia (risas). Amo mucho este país que se ha convertido en mi segunda nación. Aquí sentí mucho asombro al ver la gran acogida de mis canciones, y por eso decidí regalarles un álbum dedicado a varias ciudades colombianas, por ejemplo A Fusagasugá, El Sanjuanero, La Tribu de San Fernando, Canto de la montaña, entre otros. Yo vivo muy enamorado de Colombia, y creo que este álbum trascendió porque mostré al país de una manera muy alegre y como territorio pacífico, convirtiéndose en centro de apoyo para la industria salsera.
Ya son más de cinco décadas de trayectoria ¿Cómo ha logrado seguir realizando presentaciones en vivo?
Empecé muy joven en la música, a los 16 años ya estaba grabando mi primer disco que se llamó Cosa buena, en Venezuela se pegó y me llamaron prodigio. Posteriormente vine a Colombia donde fui reconocido, porque era el autor de todas mis canciones y desde esa época vengo dando lidia con la salsa. Mi música se reactiva sola, hace cinco años sonó fuerte por Cali un tema que se llama Fantasía Latina, un instrumental en el que le meto mucho sabor con mi piano.
¿En qué momento sintió que debía abandonar las matemáticas y dedicarse de lleno a la música?
Las matemáticas, la física y la filosofía nunca las he dejado, lo único que hice fue no seguir yendo a centros educativos, yo vivo con eso y lo aplico en la música. Le imprimí otra velocidad a lo tropical y eso fue basado en muchos días de estudio, haciendo ensayos y diariamente no dejo de contar historias a través de mi música.
¿Cuáles fueron los referentes musicales que tuvo?
Muchos, especialmente las orquestas cubanas, La Sonora Matancera, Dámaso Pérez Prado, El Rey del Mambo, y algunas orquestas españolas, hay algo que pocos saben por acá, y es que las grandes orquestas venezolanas en su época estaban integradas mayormente por españoles, de ahí es donde viene eso de la ‘música gallega’.
¿Cuál considera es su mayor aporte a la música tropical?
Mi mejor aporte ha sido la originalidad, yo pese a que considero a Eddie Palmieri mi padrino musical en el piano, me esmeré por darle un toque diferente a los arreglos. De hecho crecí escuchando mucha salsa dura, pero decidí bajarle un poco la intensidad para captar así otro tipo de público, especialmente el femenino.
¿Hay alguna inspiración especial a la hora componer?
La construcción de un tema musical es como edificar una casa y volvemos a las matemáticas, puede haber una idea musical, pero sino mides los tiempos, las notas, la tonalidad, la rítmica, entonces aún no hay un buen soporte. Una vez me preguntaron cuántas canciones había escrito y respondí que unas 2.000, pero muchas están escuetas, son solo letra, sin tono, melodía, ritmo, porque la música es una combinación de muchos elementos.
Viene a Barranquilla con su hijo Nelson David ¿cómo ha trabajado para que su legado musical trascienda a otras generaciones?
Nelson David desde niño estaba trabajando conmigo. Creo que los grandes talentos no surgen de un día para otro, él ha crecido en un ambiente muy musical, y yo recomiendo a quienes quieran vivir de la música que la tomen en serio y la incluyan en sus prioridades diarias. Así que voy a presentarles a mi hijo que es la nueva generación, y sé que los va a contagiar con su alegría.
¿Está trabajando en algún proyecto musical?
Sí, en estos momentos tengo tres proyectos musicales, estamos preparando vídeos para lanzar a nivel mundial, aprovecharemos unas presentaciones que haremos por Israel para hacer unas tomas por allá, y estoy considerando algunas ideas para sacar canciones nuevas con Nelson y sus Estrellas. Seguiré por la misma fórmula romántica y pictórica, porque no me canso de cantarle a los buenos paisajes, sin convertir mi música en una salsa árida, porque mi inspiración siguen siendo las mujeres, siempre les he cantado al oído.
¿Qué ha representado Barranquilla dentro de su carrera?
Barranquilla es lo máximo, representa el foco más grande que he tenido que es la música costeña, allí se congregan ritmos exquisitos como la cumbia y el porro. Fíjense que yo revolucioné el porro, así me lo dijo Pastor López y Nelson Henríquez, porque le agregué unos golpes continuos que lo hicieron mucho más movidos. Antes no se tocaba así, sino que era más lento y yo fui el que logró revolucionarlo y eso empezó a vender discos por todas partes.
Alguna presentación especial que recuerde en nuestra ciudad
Tuve una muy especial que hicimos en Barranquilla para esta temporada carnavalera, en la que debido a la alta temperatura y a ese calor del público nos quitamos la camisa, así como lo hicieron las Estrellas Fania en su histórico concierto en África. Es que la gente en Barranquilla es muy receptiva y eso te entusiasma siempre, es de los mejores públicos que he tenido.
¿Qué tiene preparado para ese público que tanto goza con su música en Barranquilla?
Voy muy bien preparado, afinado con mi repertorio. Sin embargo quiero ir es a complacerlos, estaré pendientes de lo que me pidan para sonarlo desde mi piano. De seguro que me pedirán ‘Aprietale el tumbaito’, esa no falla por allá.
¿Cómo va la relación con su hermano Luis Felipe, habrá reencuentro algún día?
Esa pregunta es maravillosa porque me hace recordar la última reunión que tuvimos en Sayco, llegó Luis Felipe y eso fue fotos por todos lados, porque se convirtió en una reunión familiar. Nosotros como hermanos nos queremos mucho, y todo marcha perfecto en lo familiar, pero en el aspecto musical y de negocio ya la cosa es diferente, yo he sido muy afectado no tanto por Luis Felipe, sino por el sello disquero (Discos Fuentes), que lo firmó, así que me toca defender mi legado, porque a mí me ha costado mucho crear estos clásicos y no voy a cederlos a las disqueras.
¿Por qué tomaron caminos diferentes?
Porque Luis Felipe entró a un sello disquero que comenzó hasta usurpar mi nombre, y eso me molestó mucho, más que nada fue el sello disquero el que provocó ese distanciamiento.
¿Qué análisis hace del presente que vive la salsa?
Lo que falta es sangre nueva comprometida con la causa. Tú ves jóvenes dentro de las rancheras, dando la cara, pero en la salsa no hay quien meta el pecho. Hay mucho facilismo en la salsa y eso nos ha llevado a la crisis. No digan que Nelson es un regañón, pero es la verdad hace falta más creatividad para encontrar incluso nuevos géneros dentro de la misma salsa.
¿Cuál es su posición ante la crisis social y económica que vive el pueblo venezolano?
Me ha sido complicado tomar una posición porque cada persona que viene de Venezuela me cuenta una historia diferente. La prensa cuenta otras versiones y como yo hace dos años no voy por allá, no tengo una idea clara del presente, tendría que vivir allá para tener una idea concreta.
¿Qué mensaje le deja al pueblo barranquillero con el que se va a reencontrar en el Carnaval de las Artes?
Quiero que vayan a verme y me pidan esas canciones con las que bailaron tanto. Saludos en especial a los lectores del periódico AL DÍA, me han contado que es el medio que mueve las masas y yo me dirijo siempre es al pueblo en pleno, así que estaré cantándoles mis éxitos.