Manolo Cardona es un actor camaleónico. Puede pasar de ser un experto seductor (como lo hizo en la serie que él mismo creó inspirado en el dominicano Porfirio Rubirosa), a convertirse en Jesucristo, papel que encarna en la serie María Magdalena, que pronto estrenará Caracol.
La experiencia que ha acumulado el dramaturgo payanés desde hace 23 años cuando debutó en la pantalla chica como Nicolás Franco en la serie Padres e Hijos y, papeles tan recordados como el de Martín González, Fresita, en El Cartel de los Sapos, lo han catapultado como uno de los actores más cotizados no solo de Colombia, sino de Latinoamérica. Actualmente no solo trabaja frente a las cámaras, también lo hace en la parte creativa con su empresa 11:11 Films & TV con la que investiga, escribe libretos y maneja la producción. Estas nuevas facetas las aplicó en Rubirosa, serie en la que además de meterse en la piel de este famoso playboy quisqueyano del siglo pasado, también estudió a fondo su historia, descubriendo que este hombre fue uno de los adeptos al régimen dictatorial de Rafael Leónidas Trujillo, pero también uno de los autores de varios crímenes por causas políticas dentro de la dictadura.
Manolo Cardona habló con AL DÍA sobre sus nuevos roles, también reveló los proyectos en los que trabajará este año y explicó los duros retos que enfrenta a diario para mantenerse en la cima.
La idea de la serie Rubirosa es suya, ¿por qué escogió a este personaje?
Porfirio Rubirosa es un personaje muy emblemático del siglo pasado, con muchas aristas que cuando lo descubrí por primera vez en un viaje que hice a República Dominicana, lo primero que me pregunté fue por qué no se había contado su vida a nivel audiovisual, y ahí fue cuando me di a la tarea de llevarlo a cabo. Gracias a Dios encontramos el apoyo de Claro vídeo y lo pudimos mostrar a muchas personas.
¿Con qué aspectos o filosofía de la vida que caracterizaban a Rubirosa, se identifica Manolo Cardona como persona?
Somos muy diferentes la verdad, pero si hubiese un punto en común creo que sería en que él vivía cada día como si fuese el último y eso me parece muy admirable, porque a pesar que la gente lo criticó porque haya hecho las cosas bien, mal o regular, él siempre las hizo a su manera, y con una intensidad única.
¿Cómo ha sido la aceptación del público en torno a esta serie?
Espectacular, en redes sociales los comentarios que hemos despertado han sido muy positivos, la gente me ha dado crédito más allá de la actuación en esa intención que tuve de presentar un personaje que para muchos era anónimo y en 12 capítulos que tiene esta miniserie lo abordamos con una producción muy profesional. Esto cumple con todos los estándares de calidad y en eso fuimos muy exigentes, al igual que la conformación del elenco, creo que tenemos el mejor de Latinoamérica con los mexicanos Damián Alcázar, Ana Serradilla, Tessa Ía, Gaby De la Garza, la polaca Ludwika Paleta y las colombianas Carolina Guerra y Margarita Muñoz, entre otras.
En lo que usted investigó sobre el personaje, sí es verdad todo lo que se afirmaba de él, en cuanto que arrasó a muchas mujeres famosas
Sí, claro Rubirosa fue el gran Playboy del siglo pasado y estuvo con las mujeres más bellas y emblemáticas. Por ejemplo fue esposo de la millonaria estadounidense Doris Duke, también de Bárbara Hutton, quien pertenecía a una familia aristócrata y multimillonaria de Nueva York. También estuvo con una súper estrella, la actriz Zsa Zsa Gabor.
Además de las mujeres tenía otras pasiones, era corredor de coche, jugador de polo, boxeador, decían que era un doble espía, que trabajaba para Trujillo, pero que también era espía del FBI y colaboraba con los gringos, así que es una historia que valió la pena.
El tema político con la presencia en la serie del dictador dominicano Rafael Leonidas Trujillo, cómo lo manejaron.
Al tocar la vida de Rubirosa, era necesario abordar la de este dictador, él fue yerno de Trujillo, estuvo casado con su hija Flor de Oro, así que era inevitable que tocáramos esa parte. Lo hicimos de manera muy respetuosa y dentro de los hechos históricos digamos que no hay ficción, lo único fue cambiar algunos aspectos para poder contar el arco dramático de los personajes, pero todos los hechos que se cuentan en verdad ocurrieron.
¿Con cuáles de las dos facetas se queda con la del Playboy o la política?
Él era un personaje emblemático en todas sus facetas y cada una de ellas me parecieron interesantes para interpretar que era lo que me interesaba como actor, de hecho se convirtió en un reto enorme, porque me tocaba manejar varios acentos como el dominicano, francés, alemán, inglés, pero asumí todo con mucha responsabilidad y disciplina, incluso desde la preparación física, Rubirosa era boxeador y me debí entrenar durante meses. Para contestar tu pregunta sinceramente no me quedaría con ninguna de esas dos facetas, no me gusta la política y, ser un Playboy debe ser un verdadero enredo.
Manolo Cardona entra ahora en nueva etapa como guionista, o es solo por esta serie.
Me gusta mucho esta faceta y digamos que tengo muchas ideas para desarrollar con mi equipo de trabajo. Me gusta llevar las ideas a cabo y tengo un grupo de escritura maravilloso, también nos respaldamos mucho en la empresa Punta fina de Raúl Prieto y Rosa San Clemente que nos apoyan en todas mis locuras y las plasman de manera magistral. Así que seguiré investigando, creando contenidos, pero también interpretando a grandes personajes.
¿Qué otros proyectos tiene en mente?
Estoy en la serie María Magdalena que acaban de estrenar en Netflix. Rodé la película El rey de todo el mundo en Guadalajara (México) con el cineasta español Carlos Saura y a final de año filmaré otra con el mexicano Carlos Cuarón que se llama Amalgama. Además con mi compañía estoy filmando una comedia y preparando un par de series más.
¿Cómo es su participación en esa producción religiosa sobre María Magdalena?
Interpreto a Jesús, te puedo decir que es la mejor experiencia que he tenido, el gran honor de mi carrera y de mi vida es haber encarnado al maestro de maestros. La idea es que la gente además de la Semana Santa tenga un audiovisual el resto del año que los haga reflexionar. En ese papel me tocó proponer mucho, hay una gran integración con mi compatriota María Fernanda Yepes (María Magdalena).
¿Cuál fue el principal reto de encarnar a Jesús?
Humanizar a Jesús, mostrar a ese hombre que tenía dudas y miedos en su misión de salvar la raza humana, ese era mi gran reto. Estuve leyendo todo lo que hay en torno a él, me leí la biblia completa, algo que nunca había hecho y cuando llegaba al set me encomendaba a él para que todo fluyera de la mejor manera. Jesús hablaba en parábolas, por eso los diálogos son muy largos, así que requerí de mucha preparación.
¿Interpretar a Jesús lo conectó aún más con su religiosidad?
Completamente, es mi mejor experiencia actoral. Me ocurrió algo que lo interpreto como su presencia divina y es que al terminar de rodar la escena de la crucifixión, que fue la más exigente de todas por todos los sacrificios que tuve que hacer físicamente, comenzó a llover, tal como lo cuenta la biblia.
Cada vez más se aleja de la televisión colombiana, por sus triunfos en el exterior.
Pareciera que es así, pero no, fíjate que María Magdalena que pronto será emitida por Caracol, fue rodada plenamente en Colombia, así que sigo muy vinculado a mi país y aunque me ha tocado estar residenciado en México, siempre vengo por acá. Hay un proyecto para el que me están invitando para hacer en Colombia y ojalá se dé la oportunidad, porque quiero que sepan los productores y directores que aún pueden seguir contando conmigo.
Haga un paralelo de la televisión extranjera y la colombiana
Uno mira por el retrovisor y es mucho lo que se ha aprendido. En Colombia comencé con papeles muy blancos como el de Nicolás Franco en la serie Padres e Hijos, creo que muchos me recuerdan por eso, sin embargo también aprendí a hacer papeles oscuros como El Fresita, también en la serie El Cartel de los Sapos y en otras estadounidenses como Covert Affairs y Reign en la que los niveles de exigencia son enormes.
La industria televisiva colombiana creció mucho y hoy puedo decir que no siento diferencia entre rodar una serie en Norteamérica o en mi país.
Su papel en el Cartel de los Sapos lo catapultó al exterior cree que siempre será recordado por ser Fresita, o aún no ha llegado a su pico actoral.
Es un personaje que me volvió popular en el ámbito internacional, caló muy bien entre el público y aún en la calle me llaman así, especialmente en México. Fresita me ayudó a dar ese paso para ser reconocido y ser tomado en serio para hacer parte de grandes proyectos, de eso no hay duda, le tengo un cariño inmenso.
¿Qué análisis hace entre la televisión convencional y los contenidos de vídeo streaming?
Son el futuro, a eso le sigo apuntando porque la forma de ver televisión cambió, digamos que la gente vive en sus afanes diarios y hoy no puede estar en casa justo en el momento que se emite una serie o una telenovela. Ahora uno escoge la hora en que la ve y el lugar desde donde verla, ya sea en un celular, computador o televisión. Así que yo seguiré trabajando en contenidos pensando para colgar en estas plataformas.