Más de 7.978 kilómetros voló el islandés Snorri Hauksson para estudiar español en Cartagena. Con ese objetivo emprendió el viaje hace tres años, y hoy tras dominar el 80% de nuestro idioma, se aventuró a lanzarse como cantante de música vallenata. Es reconocido como ‘el islandés del vallenato’, y asegura que gracias a este género musical pudo dominar con mayor destreza el español y descubrir así un mundo lleno de poesías.
“Vivo en el barrio La Española en Cartagena, allí un vecino escucha diariamente esta música y me llamó la atención la vaina como dicen ustedes, por la manera tan profunda como es interpretado. Una vez escuché La suerte está echada, escrita por Hernán Urbina y que canta con el alma Diomedes Díaz, y me interesé por estudiar a fondo el vallenato”, contó Hauksson, de 27 años.
El espigado rubio de ojos azules que mide 1,95 cms, nació en la ciudad de Akureyri, pero es en nuestro país donde descubrió todo el sentimentalismo que llevaba guardado. “Debí volar hasta acá para darme cuenta de que soy un costeño más, amo esta región.
He indagado mucho sobre los juglares, también he visitado muchos de los lugares por donde ellos se pasearon, y hoy comienzo a escribir y cantar mis propias canciones con las que quiero enamorar al mundo”, dijo el joven que anteriormente disfrutaba del rock hecho por Guns N‘ Roses, y que ahora no concibe su vida sino es al lado de su guitarra sacando notas que se adapten a nuestro folclor.
INTERNACIONALIZANDO EL VALLENATO
A sus amigos en Islandia les canta vallenato en español, y ha sido tanta la receptividad que ha tenido que comenzó a traducir al islandés temas como Mañanitas de invierno de los Hermanos Zuleta con el propósito de popularizar nuestra música en este país europeo.
“Allá está de moda es el reguetón y el trap, pero esa es música es vacía, quiero que al igual que yo se enamoren de los hermosos mensajes que tiene el vallenato, esos que inspiran, enamoran y edifican. Estoy mostrando el lado positivo de Colombia con esto, porque la imagen que venden de ustedes en el exterior solo la relacionan a las drogas y las armas, algo que me parece diferente a lo que he vivido aquí”.
Snorri indicó que al principio cuando eligió estudiar español en Colombia sus padres se llenaron de miedo por las noticias que veían en la televisión, pero hoy son los más orgullosos de escucharlo cantar a ritmo vallenato.
“La primera canción que subí a Facebok fue La suerte está echada y eso hizo que colapsara, me escribían de todas partes del mundo, luego subí otras que me encantan como Tú eres la reina, Sin medir distancias, Lucero espiritual, La plata y Ron pa’ todo el mundo”. Este hobby de subir canciones a las redes, impulsó a Snorri a iniciar en firme desde septiembre su carrera como cantante al lanzar Chao mi amor.
“La aceptación ha sido buena, hemos estado por Bogotá, Valledupar, Santa Marta, vamos para Bucaramanga y de seguro que pronto visitaré otros lugares. Yo soy ‘Islombiano’ y así me presentaré por el mundo, feliz por haber conocido la música que me cambió la vida”.
CON MÚSICA NUEVA
No puedo darle rosas, es la nueva canción que creó el islandés del vallenato. En ella plasma con romanticismo su amor por una mujer colombiana de la cual no entregó mayores detalles.
“La mujer a la que le escribí es tan bella que las rosas no son suficientes para seducirla, por eso no puedo darles rosas, porque aunque son rojas y bellas a su lado lucen pálidas, el tema tiene mucha metáfora”, concluyó Snorri, gran admirador de la trayectoria que hizo Diomedes Díaz por la energía y sentimiento que transmitía.