Este viernes 11 de marzo a las 7:00 p.m. en el teatro José Consuegra Higgins, la actriz y comediante Alejandra Azcárate, presentará su show de humor Descárate con la Azcárate, acto con el que se ha paseado las diferentes ciudades del país y que esta vez presenta en la capital del Atlántico basado en las crisis de la vida en pareja. Esta bogotana que acaba de renunciar al programa televisivo Descárate sin evadir, que hacía por el Canal RCN, asegura sentirse renovada para seguir ejecutando con éxito su proyecto de vida.
¿Qué la trae por Barranquilla nuevamente?
Me trae la enorme gratitud que tengo con el público de la ciudad, he estado varias veces en los principales teatros, siempre mis funciones se han agotado, ese es el mayor motivo para regresar y la mejor excusa para volver.
¿Por qué cree que gusta tanto al público su forma de transmitir humor?
Pienso que la gente encuentra una expresión basada en la verdad sin pretender ser una verdad absoluta. Hay un sello de autenticidad, de coraje, una manera de presentar la cotidianidad del diario vivir con la cual la gente se identifica, ahí realmente es donde está mi punto fuerte, en saber ver de forma sencilla y sin pretensión la vida y aprender a disfrutarla sin tanto misterio.
¿Alejandra es tan descarada como piensan las personas?
Sí, soy absolutamente descarada, en el sentido positivo una absoluta sinvergüenza, he tratado de separarme y alejarme de los innecesarios miedos, de tantos tabúes, tanta presión sin sentido y yo misma me invito constantemente al descaro que para mí es la puerta principal a la libertad. En el orden de ideas donde uno se desprenda cada vez más de la importancia del qué dirán una logra vivir su vida con mayor placer y control.
¿Qué le causa ansiedad?
Casi todo. Soy una persona naturalmente ansiosa, soy inquieta, vivo llena de cuestionamientos, me preocupa todo el tiempo hacer las cosas lo mejor posible e ir un paso más allá.
¿En qué se centra su presentación en esta ocasión?
Siempre he manejado la misma estructura, Descárate con la Azcárate tiene un mismo hilo conductor, lo difícil que es ser mujer en las distintas etapas de la vida, tocando relaciones de pareja sin ser un lenguaje feminista, sino realista, pero por supuesto hablando desde la postura de la mujer porque es el género al que pertenezco. Hablo de las mentiras que aprendemos a decir desde que estamos muy niños, casi sin darnos cuenta, la búsqueda permanente de esa pareja ideal, la cronología de la vida basada en el deber ser donde la gente básicamente vive la vida por uno y uno dice: yo por qué terminé aquí, el protocolo que lleva un matrimonio, el desinfle que te trae muchas veces la convivencia y la infidelidad a la cual uno está permanentemente expuesto.
¿Qué es lo más aburrido de la convivencia en pareja?
No te diría aburrido, quizás lo más difícil para mí, es el tener que estar pensando todo el tiempo en dos; es decir, cosas tan sencillas de la cotidianidad como que si no voy a ir a almorzar a mi casa debo avisarle a otra persona o que va a comer solo o que no vaya a comer. Siento que la convivencia en general cuando uno encuentra a la persona indicada es una delicia. Yo creo firmemente en la vida de pareja, me gusta construir junto a alguien, sentirme importante para alguien y que esa persona me importe a mí. Siento que lo que destruye a la pareja, con base en lo he visto, más que la convivencia es el sentido de pertenencia, cuando uno siente que esa persona es una propiedad ahí es donde viene muchas falencias.