¿Qué Pasa?

Carrera contrarreloj en La Vía 40 por la antesala de la Batalla de Flores

A lo largo de este corredor vial, decenas de personas se encargan de los últimos detalles para los desfiles que se realizarán en el cumbiódromo.

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Desde las primeras horas de este viernes, la Vía 40 se prepara para recibir a cumbiamberos, congos, marimondas. A lo largo de este corredor vial, decenas de personas se encargan de los últimos detalles para lo que será la Batalla de Flores, el desfile que abre los cuatro días de fiesta y jolgorio en la ciudad de Barranquilla.

En distintos puntos del ‘Cumbiodrómo’ se observan a grupos de operarios que se apresuran a terminar de instalar los palcos y minipalcos, mientras que vendedores y han establecido algunos “campamentos” para resguardarse del recalcitrante sol a la espera de la “hora cero”.

Una de ellas es Lizeth Barraza, quien salió desde hace cuatro días desde su vivienda en el barrio Evaristo Sourdis para instalar un pequeño campamento sobre la Vía 40 con calle 79, donde en pocas horas recibirá a decenas de barranquilleros y visitantes.

“Estamos cuidando el espacio, para evitar que otras personas nos lo vayan a quitar. Esperamos que todos disfruten de nuestra tradición y que las ventas sean buenas, poder tener un ingreso extra para nuestras familias”, explicó la mujer, quien comercializará bebidas y alimentos durante la Batalla de Flores.

A pocos metros, Ramiro Castillo acomoda varias neveras de icopor, que serán su “mejor aliado” durante los desfiles: “Esperamos que muchas personas vengan a disfrutar y que también consuman nuestros productos. Los precios autorizados están entre $2.500 y $5.000”.

Luis Reina llegó desde el pasado viernes a la capital del Atlántico, procedente de la ciudad de Cali. El hombre, junto a varios compañeros, ha estado trabajando en la instalación de una carpa para la venta de comida típica de su región.

“Venimos a ofrecer la carne a la llanera y la lechona, entre otros platos. Venimos acá a dar a conocer nuestra gastronomía, tenemos muchas expectativas y esperamos que nos vaya muy bien”, agregó el caleño.

Por su parte, Jefferson Martínez trabaja en la instalación de varias carpas: “Tenemos más de una semana en esta labor, ya he perdido la cuenta. Tenemos que terminar en la madrugada del sábado y el lunes en la noche empezamos a recogerlas, es una tarea contra el reloj”.