El de hoy no es un domingo cualquiera, las hojas del almanaque se mueven para darle paso a diciembre, el mes más festivo. Qué mejor manera de darle la bienvenida a la temporada de Fin de Año con Brisas de diciembre, tema icónico de nuestro folclor Caribe que ilustra cómo la ventolera le da un toque mágico a estos días.
Este porro pasea’o escrito e interpretado por Manuel Esteban Zúñiga Zúñiga, reconocido musicalmente como Tony Zuñiga, cumple 65 años de haber sido grabado por la orquesta del saxofonista cartagenero Rufo Garrido.
Al escuchar la voz ronca y guapachosa de Tony, el espíritu navideño nos invade, las luces de colores comienzan a encenderse por las calles y viviendas, el olor a pintura fresca se aviva y el sol se torna más brillante.
“Diciembre llegooooó/ con su ventolera mujeres/ y la brisa estaaaaá/que llena el mundo de placeres”, es el estribillo que retumba en los bafles para anunciar que es tiempo de celebración.
Esta pieza musical fue grabada en octubre de 1954, en disco de 78 revoluciones por minutos y prensada por Discos Curro. Desde su salida causó un gran impacto, especialmente entre el público sabanero, debido a que predominan las notas del bombardino y el saxofón.
Como dato curioso se debe anotar que la canción solo contiene 16 palabras que se repiten a lo largo de 2:37 minutos, suficientes para prender el bembé en cualquier rincón del país.
Sobre su creación, Zúñiga, cantautor oriundo de Tolú (Sucre), quien falleció el 12 de septiembre de 2004 chamuscado en el interior de un pequeño cuarto, luego de que una vela cayera sobre el colchón en que dormía, le contó al periodista Fausto Pérez Villarreal en su libro Músicos y maestros de nuestra tierra algunos secretos de esta joya musical. “Al lado de Rufo todos los temas que compuse fueron éxito, sin exagerar, pero Brisas de diciembre se convirtió en mi obra cumbre. Su historia es sencilla. Un primero de diciembre, caminaba sobre las espumas de la playa de Tolú. En sentido contrario venía una mujer morena, con una palangana de frutas en la cabeza. En eso sopló una fuerte brisa que le hizo levantar la pollera. A mí eso me causó gracia y despertó mi musa: me salió el estribillo Diciembre llegooooó/ con su ventolera mujeres/ y la brisa estaaaaá/que llena el mundo de placeres”, contó el autor de otras piezas de alta recordación como Timba y tambó y por la célebre frase “come calla’o”.
RUFO NO LE DIO IMPORTANCIA A LA LETRA
Días después se la tarareó a Rufo Garrido. A él le gustó mucho y le dijo: “Vamos a grabarla”. Aunque Tony le explicó que aún no la había terminado, eso al destacado clarinetista poco le interesó y le dio casi que una orden. “Eso no importa. Tú cantas esa estrofa y del resto me encargo yo, con los arreglos”, le espetó.
Al respecto, Fausto agregó que “Tony me dijo que se quedó en una duda, él pensaba que la letra debió ser más fluida, con más estrofas, pero Rufo le refutó que así estaba perfecta porque lo importante era la música, el sonido de su saxofón, el bombardino, y le tocó terminar aceptando porque era su jefe. Incluso Tony tenía preparada otra estrofa que le entregó después, pero Rufo jamás la incluyó en la grabación”.
Fue tal el éxito que posteriormente grabaron otros temas dedicados a esta temporada, entre ellos 24 de diciembre y Noche de Navidad.
El locutor Luis Arias, El Cañonero, fue uno de los que más contacto tuvo con Tony Zúñiga, a quien ayudaba a conseguir algunas presentaciones, las últimas de ella ofrecidas en los extintos estaderos Mi Kiosquito y Tropical Rancho.
El Cañonero entregó datos ligados a este artista que pocos conocemos. “Tony era un tipo muy temperamental y serio en el cumplimiento de su deber. Además de escribir y cantar tocaba las maracas y sus cantos se caracterizaban por los guapirreos. Sus inicios fueron como percusionista en las agrupaciones El Salto de Macavid y Ecos del Morrosquillo. Sin embargo, sería a los 17 años, con la orquesta de los Hermanos Marimón en Barranquilla con la que Tony Zúñiga se convirtió en vocalista profesional bajo la guía de Aristides Marimón, nervio de esta agrupación que lo puso por primera vez delante del micrófono en un estudio de grabación”.
Posteriormente Zúñiga tuvo que interrumpir su jacarandoso cantar para prestar el servicio militar obligatorio. A inicios de la década de los 60 adquiere fama nacional al grabar con el saxofonista y arreglista Rufo Garrido, pieza clave para llevar a estudios piezas emblemáticas de la autoría de Tony.
“Le decían el ‘Palomo Negro’, en su estilo era un Ismael Rivera, era moreno de ojos rayados y dueño de una de las voces más hermosas de la música tropical, al punto que hizo parte de Los Corraleros de Majagual, la All Star del Caribe, podía cantar cumbia, porro, bolero o pasebol y nunca desentonó”, agregó Arias.
CARAMELO DIFÍCIL DE CONSEGUIR
El coleccionista y proveedor musical Didier Ariza, explicó que el LP original es un caramelo difícil de conseguir y que la versión más común entre el circuito de coleccionistas es la del sello Delujo que distribuyó Discolombia y que causó gran confusión porque en ella aparece como compositor Rufo Garrido. “Hay que hacer salvedad que el autor es Tony, él visitaba mucho mi negocio en Paseo Bolívar y entablamos amistad, se raspaba los bigotes y se los tinturaba, un dato bastante curioso”.
Ariza agregó que Brisas de diciembre es un tema ideal para abrir esta época del año. “Está muy arraigado en el oído de la gente, es un tema costeño para el mundo. Se debe reivindicar, más que la letra, es la alegría que transmitió Tony, la cual incita a la fiesta de fin de año”.
PÓLVORA PARA HACERLO FESTIVO
Uno de los cover más exitosos de esta canción lo logró en 1996 el barranquillero Moisés Angulo, quien se internó varios meses por la sabana para empaparse del porro y abordarlo con respeto. Con su agrupación La gente del camino produjo su segundo álbum de fusiones del que Brisas de diciembre no figuraba en el repertorio, hasta que Rafael Mejía, el A&R de BMG, sello disquero para el que trabajaba, le sugirió el tema. “Le refuté que ya teníamos todos los temas, pero finalmente él era el jefe y por eso quedó, para fortuna de todos fue un batatazo”, sostuvo el criado en el barrio Cevillar.
Una anécdota inolvidable de la versión de Angulo está ligada al uso de la pólvora, para darle un toque más real con esta temporada. “La grabación fue en mayo y no había pólvora a la venta, así que le dije al productor Antonio Castillo que quería que sonara el estallido de pólvora en medio del tema. Él se echó a reír, pero me fui a una montaña y conseguí unos voladores, cerramos las calles cercanas al estudio y con una grabadora profesional prendimos fuego. Nos echaron a la Policía y nos tocó salir corriendo, afortunadamente pudimos hacer varias tomas y quedó ese sonido, convirtiéndola en un referente de las fiestas de Fin de Año, algo que no pensábamos ocurriría, ya que el tema original es muy bueno”, rememoró entre risas el currambero que actualmente está como mentor en el reality Yo me llamo.
Otro artista que acaba de lanzar su versión de este clásico es el cartagenero Juan Carlos Coronel, lo que demuestra que pese a que han pasado 65 años, Brisas de diciembre es un tema que sigue más vigente que nunca, estremeciendo a la gente con su letra que invita a disfrutar infinitamente esta época del año.